Trabajo médico diario en una unidad de medicina intensiva (UMI)


Maria Fuster Cabré, Miriam Ruiz de la Cuesta López, Helena Camino Ferró, Isabel Mainar Gil, Lucía Vilella Llop y Guillermo Samuel Loscertales Vacas

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Más allá de la pandemia por SARSCOV2, las unidades de cuidados intensivos han sido siempre servicios hospitalarios desconocidos por la población general, dado que no se tratan de plantas de hospitalización convencionales.

La medicina intensiva es esa parte de la medicina que se encarga de tratar pacientes con una situación médica de tan alta gravedad que les representa una amenaza actual o potencial para su vida. Al mismo tiempo esa severidad debe ser susceptible de recuperación.

Los intensivistas son los especialistas en Medicina Intensiva y desarrollan su actividad diaria en unas unidades con características arquitectónicas, equipamiento técnico y personal cualificado peculiar.

Están preparadas para atender a los pacientes lo más eficazmente posible y en íntima conexión con los demás servicios del hospital. La denominación puede variar en cada hospital: unidad de cuidados intensivos (UCI), unidad de medicina intensiva (UMI), unidad de vigilancia intensiva (UVI). Todas estas unidades atienden a pacientes médicos y quirúrgicos, pero todos ellos tienen como denominador común su carácter crítico y potencialmente recuperable.

Por las mañanas

La primera tarea del médico intensivista es asistir a la sesión clínica donde los médicos que han estado de guardia transmiten las incidencias y el estado de los pacientes de la unidad, y presentan al resto de compañeros que entran a trabajar los pacientes que han ingresado en las últimas horas. Ahí es donde se discuten los casos clínicos y se decide la mejor línea a seguir con cada uno de los pacientes.

Tras la sesión se realiza el pase de visita inicial a los pacientes. Es el momento de revisar todas las pruebas diagnósticas que se han hecho en las últimas horas, de explorar al paciente y de valorar de forma global su situación. Todo ello podría conllevar la necesidad de nuevas pruebas diagnósticas añadidas (TAC, traslado a cateterismo coronario, fibrobroncoscopia, ecografías, etc) y tratamientos en base a las necesidades.

Hay tratamientos médicos como pueden ser los fármacos o fluidos, y tratamientos más técnicos como podrían ser la intubación orotraqueal, un drenaje torácico, una vía venosa central, una terapia de diálisis continua, etc.

Hay que tener en cuenta que a lo largo de la mañana -y de todo el día- la situación clínica de los pacientes puede cambiar de forma brusca, empeorando drásticamente y necesitando tratamiento urgente concreto, así que en todo momento se estará evaluando y valorando al paciente por parte de todo el personal, en especial el personal de enfermería. Todo este trabajo ocupa la mayor parte de la mañana dada la situación de extrema gravedad en la que se encuentran los pacientes.

Otra parte fundamental e importante en la que ocupan una parte de la mañana los médicos intensivistas es la información a los propios pacientes y a sus familiares.

En dicha información se explica la situación, las opciones terapéuticas y en ocasiones se toman decisiones conjuntamente.

Cuando se acerca el fin de la jornada se procede a otra sesión clínica similar a la de primera hora, pero aquí es el intensivista responsable de cada paciente el que traspasa la información a los intensivistas que se van a quedar de guardia.

Durante la guardia

El intensivista de guardia normalmente se queda como médico responsable de toda la unidad hasta la mañana siguiente.

El trabajo de guardia consiste en solventar todas aquellas incidencias que ocurran con los pacientes ya ingresados, en colaborar con médicos de otros servicios del hospital decidiendo el ingreso en la UMI de pacientes hospitalizados o en urgencias, así como de diagnosticar y tratar los nuevos ingresos. También, en muchos centros se encargan de las paradas cardiorrespiratorias en las unidades de hospitalización de otros servicios.

La guardia terminará cuando se traspase de nuevo toda la información de los pacientes ingresados en la UMI a los intensivistas que entren a trabajar a primera hora de la mañana.

AUTORES

Maria Fuster Cabré y Miriam Ruiz de la Cuesta López. Adjuntas de Medicina Intensiva del Hospital San Pedro de Logroño.
Helena Camino Ferró, Isabel Mainar Gil. y Lucía Vilella Llop. MIR de Medicina Intensiva del Hospital San Pedro de Logroño.
Guillermo Samuel Loscertales Vacas. MIR Neumología Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa