La tuberculosis es una enfermedad bacteriana infecciosa provocada por el Bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis) que ataca a varios órganos como riñones, cerebro, médula espinal y pulmones, estos últimos son los que más frecuentemente son afectados.
La enfermedad se transmite de persona a persona por vía aérea. Las bacterias se liberan al aire en forma de gotitas tras toser, estornudar o hablar contactando con otro paciente sano que inhala esas gotitas que finalmente se infecta. Cuando una persona respira las bacterias de la tuberculosis, estas pueden alojarse en los pulmones y comenzar a multiplicarse. Desde allí, pueden diseminar a otras partes del cuerpo, como los riñones, médula espinal y cerebro.
Sintomatología
Lo más frecuente es que la tuberculosis esté de forma latente en el organismo, esto se traducirá en la ausencia de síntomas ya que la infección activa aparecerá si bajan las defensas del organismo. El bacilo de Koch tiene una gran capacidad de protegerse contra los antibióticos desarrollando resistencias cuando éstos se emplean de forma individual. Por ello, siempre es necesario el uso de combinaciones de antibióticos.Por ello un paciente con TBC latente, no podrá trasmitir la enfermedad, pero tendrá que tratarse para evitar que esta se active en un futuro.
La sintomatología en un paciente con TBC activa puede abarcar desde síntomas febriles, sudoración nocturna, pérdida de peso y apetito hasta debilidad y fatiga.
En la tuberculosis que afecta a los pulmones, los síntomas más frecuentes son tos de larga duración, tos con esputos hemoptoicos, dolor en el pecho y disnea en mayor o menor grado.
Diagnóstico
El diagnóstico de la tuberculosis abarca varias fases.
Primero se realizará una prueba de cribaje llamada prueba de la tuberculina o Mantoux, que revelará si alguna vez ha estado expuesto a la tuberculosis, esta consiste en inocular una pequeña cantidad de proteína de Tuberculosis (antígenos ) de forma intradérmica en la parte interna del antebrazo. Esta si ha habido contacto con el patógeno, generará reacción inmunitaria. También puede realizarse determinaciones analíticas en sangre en las que detectar IGg, IGm…
Esta primera parte revelará si ha habido contacto o se está vacunado. Para la confirmación de la enfermedad se ha de hacer un cultivo de esputo, en el cual debe ser aislado el agente causal de la enfermedad, el Bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis).
Tratamiento
La infección por Tuberculosis es un problema de salud pública que afecta a nivel mundial y hoy en día sigue provocando muchas muertes. El movimiento migratorio de la actualidad provoca un aumento de la incidencia de esta enfermedad, por ello debemos tener un tratamiento efectivo para atajar esta situación.
El bacilo de Koch tiene una gran capacidad de generar resistencias contra los antibióticos cuando éstos se emplean de forma individual. Por ello, siempre es necesario el uso de combinaciones de antibióticos. El tratamiento habitualmente se llevará en el domicilio del paciente, pero este deberá tener aislamiento respiratorio durante al menos las 2 primeras semanas para evitar su propagación.
En España, la tuberculosis respiratoria es una enfermedad de declaración obligatoria desde principios del Siglo XX.