Úlceras por presión, un problema frecuente


Isabel Moreno Lucente. FEA Medicina Interna. Hospital Obispo Polanco Marina Bagán Cercós y Carlos Gimillo Monterde. Graduado Universitario Enfermería. Hospital Obispo Polanco

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¿Qué es una úlcera por presión?

La úlcera por presión (UPP) es una lesión de la piel, secundaria a la isquemia producida por presión prolongada, fricción o cizallamiento entre una protuberancia ósea y los tejidos que la envuelven. Se pueden ver afectadas y necrosadas las zonas de la epidermis, dermis, tejido subcutáneo y músculo donde se asientan, así como articulaciones y huesos.

¿Cuál es el origen de una UPP?

El origen o etiología de una UPP debe considerarse de manera multifactorial:

  • Presión: Factor más importante y principal causa de formación de UPP unido al tiempo que se mantiene la presión. La presión ejercida y mantenida entre dos planos duros y la tolerancia de los tejidos a ésta, provoca oclusión vascular, isquemia, hipoxia e incluso necrosis tisular.
  • Fricción: La superficie corporal roza contra otra superficie (p.ej. ropa de cama o superficies rugosas) provocando abrasión de la piel.
  • Cizallamiento: Mecanismo de acción en el cual se producen fuerzas paralelas entre la piel y fascia superficial, y el esqueleto y fascia profunda. El efecto de estas fuerzas tangenciales puede provocar estiramientos, obstrucciones o lesiones en los tejidos.

¿Todas las UPP son iguales?

Las UPP se clasifican en 4 grupos o estadios en función de su extensión:

  • Categoría I: lesión superficial. La epidermis y la dermis se encuentran afectadas pero no destruidas.
  • Categoría II: Úlcera de espesor parcial. Dermis y epidermis se encuentran destruidas.
  • Categoría III: Pérdida total del grosor de la piel. Se encuentran afectados el músculo y el tejido celular subcutáneo.
  • Categoría IV: Pérdida total del espesor de los tejidos. En este caso además de la afectación muscular se objetiva destrucción o afectación de las estructuras óseas o de sostén (tendones, cápsulas articulares…).

¿Cuáles son los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de UPP?

  • Fisiopatológicos: lesiones cutáneas (edema, pérdida de elasticidad, sequedad de la piel), trastornos del aporte de oxígeno, alteraciones nutricionales (desnutrición, obesidad, deshidratación), alteraciones del nivel de conciencia, incontinencia urinaria y/o fecal.
  • Situación del paciente: inmovilidad, arrugas en la ropa de cama, pijamas…
  • Ausencia o inadecuación de medidas de prevención.
  • Falta de educación sanitaria de los pacientes.
  • Falta de criterios unificados por parte del equipo asistencial.

¿Se pueden prevenir las UPP?

Las medidas de prevención se centran en disminuir la magnitud de la carga tisular y proporcionar niveles de humedad y temperatura que favorezcan la salud. El alivio de la presión supone evitar la anoxia, isquemia tisular y, por tanto, las lesiones que esta conlleva.

  • Movilización: Fomentar y mejorar la movilidad y actividad del paciente.
  • Cambios posturales: Aliviar y eliminar la compresión de los puntos de apoyo, intentando mantener la alineación corporal.
    • Realizarlos cada 2-3 horas en función de la patología del paciente y el riesgo de padecer UPP.
    • Orden rotatorio en función de la tolerancia del paciente.
    • Proteger las zonas de apoyo y evitar contacto directo con las zonas sintéticas.
  • Superficies especiales de apoyo: Superficies estáticas (Colchonetas-cojines estáticos de aire) o dinámicas (Colchones-colchonetas-cojines alternantes de aire, camas y colchones de posición lateral, camas que permiten decúbito y sedestación).
  • Protecciones locales: Ácidos grasos hiperoxigenados, almohadas o cojines que reduzcan la presión local y taloneras.
  • Estado nutricional: Fomentar un buen soporte nutricional, pues una situación deficiente favorece la aparición de UPP y retrasa la cicatrización en caso de padecerlas.