¿Qué es una úlcera por presión?
La úlcera por presión (UPP) es una lesión de la piel, secundaria a la isquemia producida por presión prolongada, fricción o cizallamiento entre una protuberancia ósea y los tejidos que la envuelven. Se pueden ver afectadas y necrosadas las zonas de la epidermis, dermis, tejido subcutáneo y músculo donde se asientan, así como articulaciones y huesos.
¿Cuál es el origen de una UPP?
El origen o etiología de una UPP debe considerarse de manera multifactorial:
- Presión: Factor más importante y principal causa de formación de UPP unido al tiempo que se mantiene la presión. La presión ejercida y mantenida entre dos planos duros y la tolerancia de los tejidos a ésta, provoca oclusión vascular, isquemia, hipoxia e incluso necrosis tisular.
- Fricción: La superficie corporal roza contra otra superficie (p.ej. ropa de cama o superficies rugosas) provocando abrasión de la piel.
- Cizallamiento: Mecanismo de acción en el cual se producen fuerzas paralelas entre la piel y fascia superficial, y el esqueleto y fascia profunda. El efecto de estas fuerzas tangenciales puede provocar estiramientos, obstrucciones o lesiones en los tejidos.
¿Todas las UPP son iguales?
Las UPP se clasifican en 4 grupos o estadios en función de su extensión:
- Categoría I: lesión superficial. La epidermis y la dermis se encuentran afectadas pero no destruidas.
- Categoría II: Úlcera de espesor parcial. Dermis y epidermis se encuentran destruidas.
- Categoría III: Pérdida total del grosor de la piel. Se encuentran afectados el músculo y el tejido celular subcutáneo.
- Categoría IV: Pérdida total del espesor de los tejidos. En este caso además de la afectación muscular se objetiva destrucción o afectación de las estructuras óseas o de sostén (tendones, cápsulas articulares…).
¿Cuáles son los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de UPP?
- Fisiopatológicos: lesiones cutáneas (edema, pérdida de elasticidad, sequedad de la piel), trastornos del aporte de oxígeno, alteraciones nutricionales (desnutrición, obesidad, deshidratación), alteraciones del nivel de conciencia, incontinencia urinaria y/o fecal.
- Situación del paciente: inmovilidad, arrugas en la ropa de cama, pijamas…
- Ausencia o inadecuación de medidas de prevención.
- Falta de educación sanitaria de los pacientes.
- Falta de criterios unificados por parte del equipo asistencial.
¿Se pueden prevenir las UPP?
Las medidas de prevención se centran en disminuir la magnitud de la carga tisular y proporcionar niveles de humedad y temperatura que favorezcan la salud. El alivio de la presión supone evitar la anoxia, isquemia tisular y, por tanto, las lesiones que esta conlleva.
- Movilización: Fomentar y mejorar la movilidad y actividad del paciente.
- Cambios posturales: Aliviar y eliminar la compresión de los puntos de apoyo, intentando mantener la alineación corporal.
- Realizarlos cada 2-3 horas en función de la patología del paciente y el riesgo de padecer UPP.
- Orden rotatorio en función de la tolerancia del paciente.
- Proteger las zonas de apoyo y evitar contacto directo con las zonas sintéticas.
- Superficies especiales de apoyo: Superficies estáticas (Colchonetas-cojines estáticos de aire) o dinámicas (Colchones-colchonetas-cojines alternantes de aire, camas y colchones de posición lateral, camas que permiten decúbito y sedestación).
- Protecciones locales: Ácidos grasos hiperoxigenados, almohadas o cojines que reduzcan la presión local y taloneras.
- Estado nutricional: Fomentar un buen soporte nutricional, pues una situación deficiente favorece la aparición de UPP y retrasa la cicatrización en caso de padecerlas.