Son varios los acontecimientos a lo largo del año que vinculamos con eventos gastronómicos, como por ejemplo la Semana Santa, la época estival con sus ansiadas fiestas patronales, las Navidades…o cualquier celebración familiar que se precie. Esto que a priori es sello de identidad de nuestra cultura y como tal algo a preservar, podría convertirse en un mal recuerdo del evento si no controlamos lo que comemos y bebemos durante la celebración. Aquí daremos unas pequeñas nociones sobre los síntomas que podemos presentar y algunas recomendaciones básicas que podrían resultarnos útiles.
Entendemos como empacho aquella situación que se deriva claramente de una transgresión dietética y que ocasiona síntomas tales como: pesadez, dolor de estómago, lengua seca, falta de ganas de comer, estreñimiento o diarrea, vómitos, acidez de estomago, gases en el abdomen, distensión del abdomen…
Las digestiones pesadas sin embargo hacen referencia a la incapacidad más o menos habitual de digerir correctamente los alimentos y que no necesariamente van ligadas a transgresiones dietéticas. Aunque en un porcentaje no desdeñable de casos se asocia a estilos de vida y conductas alimentarias poco saludables, nos obliga a indagar un poco más en cada caso para descartar posibles enfermedades subyacentes.
Médicamente hablamos de dispepsia: nombre con el que designamos a aquellas digestiones difíciles y laboriosas que presentan carácter crónico. Se trata de un trastorno frecuente que afecta a algo más del 25% de la población general de los países industrializados, siendo por tanto una causa frecuente de consulta médica. La dispepsia se caracteriza por una gran variedad de síntomas que son percibidos y expresados por los pacientes de forma muy variable, lo cual, en ocasiones dificulta su diagnóstico. Una de las manifestaciones de la dispepsia puedn ser las digestiones pesadas.
Causas
La dispepsia puede tener su origen en comidas copiosas, ricas en grasas, excesivamente especiadas o combinadas con alcohol. Aunque en algunas ocasiones la dispepsia también puede estar relacionada con el consumo de fármacos (sobre todo la aspirina y los antiinflamatorios no esteroideos) o enfermedades tales como la úlcera gástrica, enfermedad por reflujo gastroesofágico, síndrome del intestino irritable o cáncer de estómago. Sin embargo en la mayoría de los casos (hasta un 50%), no llega a evidenciarse causa orgánica ni enfermedad metabólica que justifique la sintomatología, y es entonces cuando hablamos de Dispepsia idiopática o funcional.
Signos y Síntomas
Por lo general, la dispepsia implica dolor o molestias en la parte superior del abdomen que suele asociarse a algún otro síntoma como distensión abdominal, saciedad temprana, sensación de plenitud tras las comidas, náuseas, falta de apetito, ardor, regurgitación o eructos.
Existen, sin embargo ciertos signos o síntomas de alarma ante los cuales se debe consultar con un facultativo con el fin de descartar enfermedades subyacentes. Estos síntomas y signos son: dificultad para tragar, dolor severo, vómitos persistentes, pérdida de peso, sangre oculta en heces o anemia. También se considera un factor de riesgo la edad avanzada por lo que se recomienda consultar con su médico a cualquier persona que presente uno o varios de los considerados síntomas de riesgo o a cualquier persona mayor de 45 aos que presente síntomas de dispepsia de reciente aparición.
Sin embargo, en el caso de paciente menores de 45 años, con síntomas leves o crónicos, sin ningún síntoma de alarma o que hayan sido valorados previamente de una forma completa por un facultativo puede abordarse su situación de forma inicial tranquilizando al paciente e introduciendo ciertas modificaciones en sus hábitos alimentarios y en su estilo de vida a fin de minimizar los síntomas. Por otro lado, cuando la sospecha clínica es de una enfermedad por reflujo gastroesofágico piuede estar indicado realizar un tratamiento empírico con un protector de estómago y observar la evolución del paciente.
Consejos útiles
Modificar los hábitos alimentarios y estilos de vida.
a) Para prevenir el empacho y las digestiones pesadas:
- Evitar los excesos.
- Masticar despacio y completamente los alimentos.
- Cuidar el orden de losalimentos: comenzar las comidas por alimentos que sean más fáciles de digerir como por ejemplo una ensalada para posteriormente introducir aquellos de digestión más difícil como por ejemplo la carne.
- Evitar combinar alimentos con alto contenido en grasa.
- Moderar el consumo de alcohol.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Limitar el consumo de fármacos antiinflamatorios y siempre que se consuman procurar hacerlo con el estómago lleno.
- La siesta no debe exceder los 20-30 minutos y se realizara a ser posible en posición semi- sentada para facilitar la digestión. Evitar las siestas tras comidas muy copiosas.
- Controlar el estrés 10.
- Dormir las horas necesarias.
- Realizar ejercicio físico.
b) Para combatir el empacho:
- Beber abundantes liquidos para favorecer la hidratación y la eliminación de toxinas.
- En caso de acidez puede ser útil el tratamiento con anti-ácidos.
- En caso de dolor de estómago: analgésicos tipo paracetamol puede aliviar los síntomas. Se evitaran siempre los fármacos antiinflamatorios.
Para concluir y como consejo general se recomienda llevar una vida saludable con una dieta equilibrada y variada, evitar las transgresiones dietéticas y realizar ejercicio físico que además de mantenernos en forma resulta una forma muy eficaz de combatir el estrés. Con todo y teniendo en cuenta estas recomendaciones se aconseja consultar con su médico cualquier síntoma de los ya antes mencionados como síntomas de alarma, cambios detectados en personas mayores de 45 años o simplemente a aquellas personas que presenten preocupación por su salud a fin de realizar una historia clínica completa y estudiar más en profundidad a las personas que se considere preciso.