Sobrevivir a las navidades


Patricia LLoves Pascual

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Las fiestas de Navidad son la época propicia para compartir con la familia y los seres queridos en un ambiente de alegría y relax. Pero la verdad es que de reunión en reunión y de cena en cena, siempre llegamos a enero con algunos kilos de más, y es que resulta casi inevitable no sucumbir a la tentación que representa un vistoso aperitivo, un suculento pavo relleno o una bandeja repleta de turrones, polvorones, mazapanes y otras exquisiteces de esta época y no caer en excesos. Sin embargo estar atentos a nuestra salud y evitar sobrepasarnos durante las navidades es fundamental.

Es recomendable considerar algunos consejos en estas fechas y disminuir así el remordimiento de conciencia en enero.

  • El primer consejo es muy básico: Atención a las cantidades. Como decimos los dietistas – nutricionistas, no hay alimentos buenos o malos, todo depende de la cantidad y éste es el gran problema de las Navidades. Se come y se bebe en exceso. Es importante no comer más cantidad de la que se ingiere un día habitual. Así conseguiremos evitar los empachos, tan frecuentes en estas celebraciones.
  • Prueba y disfruta lo que más te gusta pero con calma. Se aconseja aprender a elegir lo que más deseamos, limitar nuestra ingesta a dos o tres opciones y olvidar el resto.
  • Cuida lo que bebes. Recuerda que las bebidas alcohólicas destiladas (vodka, ron, whisky, ginebra, licor…) por tener una mayor grado alcohólico, contienen más calorías que las bebidas alcohólicas fermentadas (vino, cerveza, sidra…). Debes tomar alcohol de forma moderada si no quieres que todo lo ingerido se sume a la balanza. Los refrescos aportan gran cantidad de azúcares. Opta por refrescos sin azúcares (Light o zero). Procura saciar la sed con agua utilizar el vino, cava o cerveza como acompañante por placer.
  • Elaborar comidas menos calóricas. Si está en nuestras manos la elaboración de la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, podemos optar por preparar un menú menos energético. Los entrantes pueden ser de gambas a la plancha o mejillones al vapor en lugar de canapés con paté, foie o queso de untar. Las tostaditas con salmón ahumado o gulas no deben acompañarse además con mantequilla, margarina o queso en crema, utilizar mejor verduras que además de aportar pocas calorías, ponen color a nuestros platos. (por ejemplo, salmón ahumado con cebolleta, pepinillos y aceituna negra picada. Las tostadas de gulas las podemos acompañar con unos pimientos tipo piquillo). El caldo de Navidad puede contener más verduras y carnes magras y menos tocino, y siempre mejor desgrasado (quitando la capa que queda en la superficie cuando se enfria). El postre: además de los típicos navideños, poner en la mesa fruta fresca de temporada.
  • Elegir los platos menos grasos. Decantarse por primeros platos vegetales (en nuestra tierra tenemos amplia variedad), evitar la frituras y las salsas, escoger un buen pescado o carne al horno en vez de una carne grasa en salsa.
  • Procurar no alargar eternamente las sobremesas. Las eternas sobremesas con las bandejas de turrones, polvorones, mazapanes, barquillos, alfajores… son el mayor problema de las comidas navideñas. Es difícil resistirse a tanta tentación. Comer lentamente, saborear cada bocado, no dejarse llevar por la gula y saber decir basta ayudarán a luchar contra la tentación. Además, podemos retirar los dulces para seguir charlando tranquilamente o salir a dar un paseo para digerir mejor la comida.
  • Más que nunca mantente en movimiento. Realizar actividad física de forma regular, ayuda a compensar los excesos de esos días y mantener el peso durante las Navidades. Si habitualmente realizamos deporte, durante las Navidades es aconsejable que busquemos el tiempo para seguirlo haciendo. Si normalmente no lo hacemos es bueno que no esperemos a año nuevo para proponérnoslo, mejor empecemos a realizarlo antes.