La Unidad de Incontinencia Urinaria de Amma Argaray lleva ocho meses ofreciendo solución a problemas de incontinencia urinaria y diferentes disfunciones del suelo pélvico (prolapso de los órganos pélvicos, incontinencia anal, algias perineales). Los tratamientos puestos en práctica por esta novedosa unidad, una iniciativa del Foro QPEA de Investigación y Docencia sobre “Calidad de vida en las personas de edad avanzada” logran solucionar la mayoría de los casos de pérdidas de orina, lo que supone una gran mejoría en la calidad de vida de los pacientes.
La Unidad puede ser utilizada por residentes, familiares y trabajadores de los centros gerontológicos del Grupo Amma con tarifas especiales. Además, está también abierta a cualquier persona que quiera tratar y solucionar sus problemas de incontinencia urinaria. Para la construcción de este servicio, denominado Unidad de Fisioterapia para Recuperación Funcional, se ha contado con la colaboración económica de Fundación Caja Navarra a través de la iniciativa “Tu eliges, tu decides”; así como con la colaboración el Colegio de Farmacéuticos de Navarra en la difusión de esta iniciativa.
Según explica la directora de la unidad, María Medrano Muñoz, fisioterapeuta especializada en Suelo Pélvico (Uro-Ginecología y Coloproctología), los nuevos tratamientos aplicados logran que las pérdidas de orina tengan solución en la mayoría de los casos, por lo que no hace falta resignarse y padecer las consecuencias incómodas de este trastorno.
Una afección curable
Medrano, que cuenta con una amplia experiencia profesional en centros europeos pioneros en este campo, recalca que la incontinencia “no es una fatalidad que corresponda a la edad. Es un mal funcionamiento de la entidad abdomino-pelviana, y no es inevitable. Es un problema curable y tratable, y cuanto antes se trate mejor”, recalca. En opinión de esta especialista, no es aceptable asumir que “como le pasaba a mi abuela y a mi tía mayor, es algo relacionado con la edad y con ser mujer”.
La experta insiste en que el tratamiento de las afecciones de suelo pélvico suele mostrar una evolución positiva. “Actualmente el problema por el que más se acude a la Unidad es la incontinencia urinaria, seguido de la recuperación postparto. Podemos hablar de un 75% de curación y un 22% de mejoría”, explica Medrano.
Problema de salud pública
La incontinencia urinaria es una alteración frecuente en personas mayores y en mujeres, aunque puede presentarse en ambos sexos y a cualquier edad. Se trata de un importante problema de salud pública, que conlleva graves problemas sociales y emocionales, así como un elevado coste sanitario (sólo en 2001, la Seguridad Social gastó 210 millones de euros en absorbentes).
La vergüenza que produce a los afectados y la falta de información sobre el tratamiento hacen que muchas personas que padecen incontinencia urinaria se resignen a afectar esta dolencia y las molestias que conlleva. Los últimos datos señalan que en España están afectados seis millones de personas, de los cuales dos millones serían hombres y cuatro mujeres. La prevalencia aumenta con la edad, hasta afectar a un 26,5 % de la población mayor de 65 años. Y en centros residenciales de mayores, la patología puede llegar a afectar a hasta un 80% de la población.
Factores de riesgo
La causa más frecuente de la aparición de este trastorno en las mujeres es el debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico, que origina la llamada Incontinencia de Esfuerzo, caracterizada por perdidas ocasionales de orina que se producen ante actividades comunes de la vida diaria que ocasionan un aumento de la presión abdominal, tales como toser, reír o saltar. Entre los principales factores que contribuyen a debilitar esta musculatura se encuentran el embarazo y el parto, el postparto, la menopausia y el envejecimiento; así como deportes de impacto (baloncesto, balonmano, aerobic); determinados hábitos cotidianos como aguantarse las ganas de orinar de forma persistente, el uso de fajas o prendas muy ajustadas, o la tos crónica; y por último, también influyen otros factores como la herencia, la obesidad o el estreñimiento.
La patología de suelo pélvico también afecta, aunque en menor medida, a los hombres. En el caso de los varones, la aparición de la incontinencia urinaria suele producirse tras sufrir una intervención quirúrgica de la próstata. Por último, esta dolencia también puede afectar a los más pequeños. En el niño es frecuente la llamada eneuresis, incontinencia urinaria nocturna, a menudo asociada a malos hábitos miccionales y a problemas de estreñimiento.
Variedad de tratamientos
Para solucionar los problemas relacionados con el suelo pélvico existen varios tipos de tratamiento: el conservador, el farmacológico y el quirúrgico, dependiendo del tipo de incontinencia que se padezca. La terapia conservadora, por su sencillez y eficacia, es el primer tratamiento de elección y permite mejorar el tono y la fuerza de los músculos del suelo pélvico y la función de los órganos relacionados con él. Para desarrollar esta terapia, la unidad de Amma Argaray cuenta con innovadoras técnicas como gimnasia esfinteriana, gimnasia abdominal-hipopresiva, biofeedback, electroestimulación, osteopatía uroginecológica, y tratamiento postural.
Iniciativa del foro QPEA
La iniciativa de crear esta unidad partió el pasado mes de mayo del Foro QPEA de Investigación y Docencia sobre “Calidad de vida en las personas de edad avanzada”, creado en 2005 por profesionales del Grupo Amma y del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universitaria de Navarra. La Unidad de Fisioterapia para Recuperación Funcional, una iniciativa pionera en el sector residencial español, tiene como objetivo dar una respuesta profesional a quienes padecen incontinencia urinaria y otras disfunciones del suelo pélvico.
Recuperación después del parto
El proceso del embarazo y el parto suponen una distensión de la musculatura abdóminoperineal y un sobre esfuerzo, por lo que hay que re-equilibrarla en el postparto. “Es muy importante aliviar la situación de hiperpresión abdominal que se crea”, recuerda María Medrano, directora de la Unidad de Fisioterapia para Recuperación Funcional del centro Amma Argaray. La experta recuerda que aunque se produce una cierta recuperación espontánea, los músculos “no son elásticos al 100% y no todo vuelve a su estado habitual de forma espontánea”. En este sentido, recalca la importancia de no esperar a que las pequeñas alteraciones vayan produciendo cada vez más problemas. “Lo ideal es iniciar el tratamiento de forma precoz, con una correcta gimnasia prenatal, que prepare al cuerpo para lesionarse al mínimo durante el embarazo y el parto, y luego durante el postparto, recuperar toda esta musculatura abdominoperineal, devolviendo a la mujer su correcta estática pélvica”, explica. Y añade: “En la medicina actual hay un correcto seguimiento de la mujer embarazada y del bebé, pero desgraciadamente podemos constatar un déficit de atención a la mujer tras el parto”.