Cada año aparecen en España aproximadamente 1.100 casos nuevos de diabetes en niños y adolescentes. En la gran mayoría de estos casos, la causa es una falta de insulina, lo que produce al aumento de glucosa en la sangre. La insulina es la hormona que permite el paso de la glucosa al interior de las células para ser utilizada como energía; si esto no es posible, el organismo emplea otra fuente energética que proviene de la grasa, lo que da lugar a la formación de los llamados cuerpos cetónicos. Su acumulación en el organismo conduce a la cetoacidosis.
La cetoacidosis diabética (CAD) representa una de las más serias complicaciones metabólicas agudas de la diabetes mellitus. En caso de no identificarse relativamente pronto los síntomas típicos (beber mucho, orinar en abundancia), la progresión del cuadro puede dar lugar a una situación de gran gravedad, con riesgo de muerte.
Los síntomas que presenta habitualmente el niño que acude a urgencias son un decaimiento importante, náuseas, vómitos, deshidratación, respiración irregular y cierto grado de afectación del nivel de conciencia. Éste es el cuadro de la Cetoacidosis, antes conocida como “coma diabético”.
En el mundo “menos desarrollado”, la mortalidad asociada a esta enfermedad es del 100%, es decir, todos los niños mueren; mientras que en el mundo avanzado, dos-tres niños de cada 100 presentan una gravísima complicación de alta mortalidad que es el edema cerebral. Existe una gran variación geográfica en la frecuencia de cetoacidosis diabética en el debut de la diabetes. El rango de frecuencias va desde el 15 al 70% en Europa, Australia y Norte América. La cetoacidosis diabética en el momento del diagnóstico es más frecuente en los niños más pequeños (menores de cinco años) y en niños cuyas familias tienen mal acceso al Sistema sanitario por razones sociales o económicas. Un reciente estudio en EEUU ha mostrado una frecuencia de CAD del 25% en el momento de debut diabético.
Probabilidades de desarrollo
El riesgo de CAD en niños y adolescentes con DM-1 establecida es de 1-10 por 100 personas cada año. La omisión de insulina, sea inadvertida o deliberadamente, es la causa en la mayoría de casos de que se desencadene una cetoacidosis en un niño con diabetes ya conocida.
Hoy en día, no podemos evitar la aparición de la diabetes, pero sí prevenir esta grave situación. Con el objetivo de evitar la aparición de la CAD se está realizando a nivel mundial una campaña que se describe a continuación.
Día mundial de la diabetes
El Día Mundial de la Diabetes es un Día Mundial de la Salud oficial de las Naciones Unidas. Se celebra todos los años el día 14 de noviembre. Se escogió esta fecha porque es el aniversario del nacimiento de Frederick Banting, a quien, junto a Charles Best, se atribuye el descubrimiento de la insulina en 1921. El Día Mundial de la Diabetes está representado por un logo con un círculo azul. El círculo azul es el símbolo mundial de la diabetes y representa la unidad de la comunidad diabética mundial en respuesta a la pandemia de diabetes. El Día Mundial de la Diabetes fue creado por la Federación Mundial de la Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, en respuesta a la preocupación por la creciente incidencia de diabetes en todo el mundo. Su misión es “promover la prevención, el tratamiento y la cura de la diabetes en todo el mundo”, una declaración de intenciones que trata de resolver los desafíos a los que se enfrenta la comunidad diabética mundial en el siglo XXI. El tema central para el Día Mundial de la Diabetes 2008 es “Diabetes en niños y adolescentes” siendo el objetivo último prevenir la cetoacidosis en la diabetes infantil.
Reconocimiento precoz
Para poner en marcha esta campaña, la comunidad científica se ha apoyado en la experiencia realizada en Italia por el profesor M. Vanelli de Parma en los años 90, quien desarrolló una campaña de educación e información pública en escuelas, ámbitos sanitarios y centros pediátricos, basada en el reconocimiento precoz de los síntomas de la diabetes (beber mucho, numerosas micciones, sobre todo, por la noche). El resultado fue tan espectacular que desapareció prácticamente la cetoacidosis. La finalización de esta campaña se asoció llamativamente a un repunte de la CAD. Basándose en esta campaña, Canadá ha realizado una prevención similar con éxito. En España, en nuestra experiencia, al igual que en otros países desarrollados, alrededor de un 30% de nuestros niños ingresan en esta situación de gravedad, siendo algo inaceptable por poder ser, en la gran mayoría de casos, evitable. La cetoacidosis diabética a menudo se instaura durante un periodo de tiempo, más o menos prolongado, en el cual la relación entre los síntomas de la diabetes (beber y orinar mucho) y la hiperglucemia está infra-diagnosticada. Reducir este periodo puede ser suficiente para prevenir la cetoacidosis en los niños con reciente diagnóstico de diabetes. El Grupo de Trabajo Diabetes de la SEEP (Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica) ha querido sumarse a esta campaña mediante la realización de un póster que advierte de este peligro y que pretende llegar a padres, profesores, alumnos y sanitarios. Se trata de evitar la grave situación clínica que supone la cetoacidosis diabética cuando se retrasa el diagnóstico de la enfermedad. El mensaje del Día Mundial de la Diabetes para noviembre de 2008 es que ningún niño debería morir por la diabetes.
Es necesaria la colaboración de todos los profesionales sanitarios, autoridades, colegios y, sobre todo, las asociaciones de diabéticos para conseguir llevar a buen puerto los objetivos propuestos en esta campaña. La evolución en los próximos tiempos nos dirá si hemos hecho las cosas bien o no.