Las verrugas vulgares son lesiones de la piel de naturaleza benigna producidas por una infección de las células epidérmicas por algunos genotipos del VPH (virus del papiloma humano). Afectan con más frecuencia a personas jóvenes y se transmiten por contacto, tanto directo como indirecto. También puede producirse por diseminación a otras áreas en un mismo paciente. La susceptibilidad individual al contagio es muy variable.
¿Qué es la crioterapia?
Se realiza en consulta de enfermería tras el diagnóstico realizado por el facultativo. Se registran todas y cada una de las intervenciones realizadas, así como la evolución y seguimiento de la lesión.
Se trata de la aplicación de frío sobre la piel, lo que produce una destrucción local de tejido de forma eficaz y controlada.
La mayor destrucción celular se produce al congelarse el tejido de manera rápida y descongelarse lentamente.
¿Cómo se aplica?
Existen diferentes formas de aplicar crioterapia. El fármaco utilizado en Atención Primaria es una mezcla de tres gases: 95% Dimetil éter, 3% Isobutano y 2% Propano a una temperatura de trabajo de – 55ºC. Tiene aplicadores terminados en diferentes formas, por tanto, elegiremos el más acorde a la forma y tamaño de la lesión.
Previamente avisaremos al paciente que puede notar picor, escozor, hormigueo, dolor no severo que cederá pronto, ampolla posterior…. Se fija el aplicador al recipiente y presionamos la válvula hasta empaparlo (3-5´´). En posición vertical se aplica sobre la verruga y un poco de tejido sano alrededor de la misma durante 20-40´´ dependiendo de la profundidad (el diámetro del halo blanquecino que se crea en horizontal corresponde aproximadamente a la profundidad que alcanzamos). En cualquier caso no hay que sobrepasar los 40´´ de aplicación sobre la piel ya que puede provocar una congelación profunda y daños en la dermis (lesión de raíces nerviosas, cicatrices). Se puede utilizar en dos verrugas de distinta localización pero no en los dos lados de un dedo, sólo en uno para evitar la congelación de la arteria y venas bilaterales.
El aplicador mantiene la temperatura efectiva de crioterapia unos 120´´. A los pocos minutos el halo blanquecino cambia a un eritema del mismo tamaño. Posteriormente se formará una ampolla la cual durará varios días y habrá que mantenerla limpia y cubierta. La zona en tratamiento no debe exponerse directamente a los rayos solares y hay que utilizar filtros solares de protección total.
Se repiten las sesiones cada 1-2 semanas. Según un reciente meta-análisis y análisis conjuntos de ensayos controlados aleatorios (publicado en enero 2011), existen evidencias de que el uso de ácido salicílico (líquido antiverrugas de venta en farmacias) asociado a crioterapia agresiva es el método más eficaz para el tratamiento de verrugas cutáneas.
En el tratamiento de las lesiones benignas (no se deben tratar las malignas) en Atención Primaria tendrá prioridad el resultado estético sobre la curación, siendo preferible un tratamiento escaso y con ciclos posteriores, a un sobretratamiento inicial.
¿Cuándo está contraindicada?
No se debe realizar en lesiones malignas, casos de duda diagnóstica, en trastornos de circulación venosa periférica, enfermedades autoinmunes, déficit de plaquetas, diálisis renal, tratamientos con inmunosupresores, mieloma múltiple (cáncer de la medula ósea), pioderma gangrenoso (enfermedad que causa heridas crónicas de piel) y diversas enfermedades de la sangre de origen desconocido.
Se puede realizar pero extremando las precauciones en casos de intolerancia al frío, urticaria a frígore (alergia al frio) y enfermedad de Raynaud (trastorno que afecta a los capilares sobretodo de los dedos de las manos en el cual se contraen de manera exagerada ante el frío).
¿Existen complicaciones?
Las más frecuentes e inmediatas son dolor durante los días posteriores al tratamiento (si se practica en la zona frontal o temporal, dolor tipo migraña) e inflamación que puede ser importante en la zona periorbital, frente y cuero cabelludo en cuyo caso habrá que aplicar compresas frías.
Existen otras menos frecuentes y de aparición más tardía como son el sangrado, la infección, quistes de retención, alteraciones del color de la piel, hormigueo, escozor, daño nervioso, aumento de la sensibilidad al frio, insuflación de gas, fiebre, síncope, angiomas (tumor benigno formado por acumulación de vasos) y a veces puede reaparecer la lesión.
Las anteriores no tienen carácter permanente, es decir, en un periodo de tiempo desaparecen pero si pueden darse ciertas complicaciones permanentes como cicatrices, úlceras, deformidades en uñas por daños en la matriz ungueal al practicar crioterapia en zonas cercanas a la raíz, alopecia, hipo/hiperpigmentacion, ruptura de tendones y neuropatías.