La faringitis es la inflamación de la mucosa que reviste la faringe, sin embargo cuando se ven afectadas las amígdalas palatinas, hablamos de faringoamigdalitis (anginas).
Existen dos tipos de faringitis.
Faringitis aguda: su causa principal son los virus, aunque en ocasiones también pueden producirla bacterias (Streptococo pyogenes es la más frecuente). Las personas que padecen alergia a distintas sustancias pueden presentar una constante sensación inflamatoria en la garganta. La faringitis aguda se caracteriza típicamente por dolor a la deglución (tragar), ronquera, cuadro catarral y pueden asociar o no fiebre.
Faringitis crónica: Sus principales factores predisponentes son: tabaquismo, factores ambientales (aire acondicionado), amigdalectomía (ausencia de amígdalas palatinas) y factores hormonales. Se caracteriza por sensación de cuerpo extraño a nivel de la faringe, así como dolor a dicho nivel que puede incluso afectar a los oídos. Es típico de este proceso que mejoren los síntomas al humedecer la zona (humidificadores, beber agua…)
Diferencias entre Faringoamigdalitis vírica y bacteriana
Ambas entidades suelen cursar con dolor de garganta y pueden asociar o no fiebre, que en ambos casos puede llegar a ser alta.
Sin embargo existen ciertos datos que nos orientan más hacia una causa bacteriana como son: presencia de pus en las amígdalas, pequeños puntos hemorrágicos en el paladar blando o la presencia de adenopatías (ganglios inflamados) dolorosas a la palpación a ambos lados del cuello.
La relevancia de identificar el posible origen del proceso está en el tratamiento. Mientras que en el caso de los virus se optará por tratar solamente los síntomas, en el caso de las bacterias es necesario el tratamiento con antibiótico para frenar el proceso y prevenir posibles complicaciones.
Mononucleosis infecciosa: “Enfermedad del beso”
Esta entidad es un caso especial de faringoamigdalitis vírica producida por el virus de epstein barr (VEB). A diferencia del resto de faringoamigdalitis víricas cursa con ganglios aumentados de tamaño por todo el cuerpo (adenopatías), presencia de pus en las amígdalas (amigdalitis pultácea), marcada afectación del estado general, posible aumento del tamaño del hígado y el bazo (órgano que destruye células sanguíneas viejas y protege frente a infecciones) y fiebre muy alta.
Se trata de un proceso especialmente prevalente en la adolescencia y su tratamiento inicial es sintomático pudiendo llegar a requerir el uso de corticoides si la afectación general y la inflamación son muy llamativas.
Cuándo consultar con su médico de Atención Primaria
La faringitis o faringoamigdalitis es un proceso banal, que en principio puede ser manejado por el propio paciente en el domicilio, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones: Probablemente el paciente sienta cansancio y cierta debilidad asociados a su proceso.
La mayoría de las irritaciones de garganta desaparecen pronto (< 1 semana) sin necesidad de tratamiento antibiótico.
Debe consultar con su médico si aparece alguno de los siguientes síntomas: Fiebre alta (> 38º) persistente (> 48 horas). Paciente mayor, débil o pluripatológico con marcado malestar general. Dificultad para respirar. Aparición de manchas por el cuerpo.
Dolor en el pecho o costado. Intenso dolor de cabeza o confusión. Aparición de rigidez de cuello. Esputos con sangre. Ronquera persistente o recurrente.
Consejos útiles para la prevención y el tratamiento de Faringoamigdalitis
1.-Prevención.
- Abandono del hábito tabáquico y evitar el alcohol: ambas son sustancias potencialmente irritantes que ejercen una acción erosiva a dicho nivel. El humo pasivo también ejerce una acción irritante por lo que debe ser evitado, especialmente durante los episodios agudos de faringitis. El alcohol además, deshidrata la faringe lo cual agrava los síntomas.
- Limitar el uso del aire acondicionado: el individuo aclimatado a una región, presentará problemas faríngeos al cambiar radicalmente las condiciones ambientales, bien sea al viajar a otras zonas con climas muy diferentes o por cambios de temperatura artificiales como lo es el aire acondicionado.
- Evitar ambientes contaminados y con mucho polvo.
- Asegurar una buena hidratación de la zona con agua o zumos naturales.
- Respirar siempre por la nariz para calentar el aire en las fosas nasales antes de que llegue a las vías aéreas.
- Protegerse del frío y evitar los cambios bruscos de temperatura.
2.-Tratamiento.
Medidas higiénicas: Lavado de manos frecuente. Utilizar pañuelos desechables y taparse la nariz para toser y/o estornudar. Evitar compartir vasos, cucharas, tenedores…
Fármacos: Si el dolor de garganta es intenso o aparecen algunas décimas se pueden tomar fármacos analgésicos (paracetamol) o antinflamatorios (ibuprofeno). Los antibióticos no están indicados a no ser que se sospeche infección bacteriana.