El retraso simple del lenguaje es una disfunción que suele afectar a más de uno de los niveles del lenguaje, siendo la fonología y la sintaxis los más afectados. Puede aparecer desde el nacimiento o durante su etapa de crecimiento. Afecta a la expresión y en algunos casos a la comprensión sin que la causa se deba a una deficiencia auditiva o trastorno neurológico.
Esto se evidencia en el desarrollo del lenguaje que no corresponde a la edad cronológica del niño. A los 3 años de edad aproximadamente un niño tiene configurado su lenguaje de acuerdo con las normas gramaticales que caracterizan el lenguaje de los adultos.
El diagnóstico para esta disfunción se debe realizar entre los 2 y 6 años puesto que es la edad en la que el niño ya ha comenzado su aprendizaje. Aparece en niños en los que no se encuentran alteraciones de tipo intelectual, relacional, motriz o sensorial, no presenta ningún tipo de patología, pero por cualquier circunstancia tardan más tiempo en alcanzar la compresión del lenguaje. Lo más normal es que se presente como una insuficiencia del aspecto expresivo, compresivo y articulatorio.
Por tanto para hablar de retraso simple del lenguaje se deben descartar otras causas:
• Que la causa del defecto en la expresión del lenguaje no sea por causa de una deficiencia auditiva.
• Que el déficit no este asociado a un retraso psicomotor.
• Autismo.
• Otros trastornos neurológicos.
Síntomas del retraso simple del lenguaje
Afecta aunque no de igual manera tanto a la producción del lenguaje como a la comprensión.
1.Expresión. Diferencia cronológica en la aparición de las primeras palabras. Normalmente los niños comienzan a pronunciarlas entre los 12 y 18 meses, pero cuando presentan un retraso simple del lenguaje de las primeras palabras no aparecen hasta los 2 años de edad.
A los 3 años de edad los niños con RSL empiezan a expresarse con holofrases cuando deberían haberlas utilizado ya desde los 12 ó 15 meses. La holofrase hace referencia a cuando un niño utiliza para comunicarse una sola palabra que encierra en sí misma un mayor significado, por ej, si el niño dice papa señalando el coche del padre nos está diciendo que es el coche de su padre.
El pronombre YO no lo adquiere hasta la edad de 4 años, cuando la edad normal son los 3 años de edad. Utiliza un vocabulario reducido y con habla truncada, omite silabas y suele tener un habla infantilizada.
El lenguaje telegráfico más común entre los 15 y 18 meses, durara hasta más de los 4 años de edad. Entre los 4 y 5 años aún no hará frases complejas, ni usará plurales ni conjugará correctamente los verbos. Su expresión carece normalmente de artículos y pronombres posesivos. Se observa que el niño omite letras PATO ( ato)
1.1. Nivel Semántico. Posee pocas palabras para comunicarse, solamente las cosas cotidianas esto le impide avanzar en sus conocimientos.
1.2. Nivel Morfosintácticos. Las oraciones con las que se expresa con cortas, ej agua vaso (yo quiero agua en el vaso).
1.3. Nivel Pragmático. Al poseer poco vocabulario no le permite expresarse libremente, generalmente espera que le pregunten y contesta en forma corta, esto influye en la descripción de objetos y en el desarrollo del pensamiento.
2. Comprensión. Pueden aparecer lagunas en las nociones espacio-temporales y en la distinción de los colores. Dificultad en los aprendizajes escolares. Solamente comprende situaciones concretas en su mayoría y relacionadas con si entorno familiar.
Factores que inciden en el retraso simple del lenguaje
• Hereditarios. La recurrencia del retraso en varios hermanos y en los progenitores anulando la variable aprendizaje muestra la existencia de este factor genético
• Neurológicos. Algunos niños muestran ciertas conductas como un exceso de movimientos improductivos e inatención, se puede inferir que existe una alteración en el mecanismo de cognición de la atención
• Factores psicosocioafectivos. La sobreprotección de algunas madres es negativo para el desarrollo del lenguaje del niño. Adivinan lo que su hijo piensa y quiere y hablan por él, por tanto una de las actitudes parenterales que más influye en el establecimiento del RSL es la actitud sobreprotectora. También el caso contrario el abandono o la indiferencia ante las necesidades del niño.
Los celos del hermanito son fuente de permanente regresiones, entre ellas el habla.
¿Qué pasos seguir?
En relación a los padres, las actitudes a modificar se refieren fundamentalmente a:
• Sobreprotección: deben saber la relación que se da entre una actitud sobreprotectora y el RL de su hijo. Se deberá animar a los padres a solucionar los problemas planteados por su actitud (angustia de separación) aconsejándoles concretamente a trabajar por la independencia de su hijo. Esto les irá llevando a una descarga paulatina de su propia angustia y por tanto la preocupación y solicitud excesivas con su hijo disminuirán y el niño podrá desarrollar mejor sus aptitudes.
• Poca estimulación: se trata de niños con lenguaje más pobre, los padres adoptan una forma directiva lo que perjudica aún más todavía la adquisición del lenguaje por parte del niño. Pierde interés el qué se dice y lo gana el cómo se dice. Para conseguirse una estimulación más intensa y correcta debe negociarse con los padres un tiempo determinado en el que uno de ellos o mejor los dos, se dedique a dicha estimulación. Los objetivos que se propongan a los padres deben estar relacionados con el afianzamiento de lo conseguido y no con la adquisición de nuevas habilidades. La lectura conjunta de libros puede ser un buen sistema.
¿Acudo al logopeda?
La remisión a un logopeda deberá fundamentalmente realizarse dependiendo del grado de gravedad del retraso. Como principio general se aconseja iniciar la reeducación lo más pronto posible en estos casos. Existen datos que demuestran que la mitad de los niños con retraso temprano muestran RL más tarde junto con dificultades de socialización, por lo que es conveniente mantener ciertas reservas hacia consejos tan frecuentes como “no se preocupe que esto no es nada”, “llevarlo al logopeda es una pérdida de tiempo” “para cuando entre en la escuela hablará bien” etc.
Debe tenerse bien presente que el niño con RL es mucho más susceptible de tener dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura. Esta situación de riesgo es tanto mayor cuanto mayor sea el niño, por tanto se anulará este riesgo si el niño ha mejorado mucho su retraso a los 5 y medio años ó 6 años.
El logopeda es un profesional que trabaja todos los aspectos de la comunicación, realiza un conjunto de métodos para enseñar una emisión de la voz de una palabra normal a quien tiene dificultades de pronunciación. En muchas ocasiones el progreso obtenido con la escolarización no es suficiente y será necesaria la reeducación logopédica.