Los últimos estudios publicados sobre la prevalencia de tabaquismo durante el embarazo en España no son nada alentadores, ya que indican que el tabaquismo activo no ha disminuido en los últimos años y tan sólo el 19,2% de mujeres gestantes abandonaron el hábito tabáquico en los primeros meses de embarazo a pesar de las campañas de prevención.
La inhalación del humo del tabaco produce vasoconstricción de los vasos del útero y la placenta reduciendo el oxígeno y la llegada de nutrientes al feto.
Por otro lado la carboxihemoglobina, que se incrementa en sangre de las madres fumadoras, tiene alta afinidad por la hemoglobina fetal. Esta carboxihemoglobina disminuye la oxigenación tisular del feto produciéndole hipoxia crónica durante toda la gestación.
Por último, pero no menos importante es crucial destacar el efecto tóxico directo sobre el feto de las sustancias que se inhalan en el humo del tabaco. Algunas de estas sustancias tienen efecto cancerígeno.
Las complicaciones derivadas del tabaquismo sobre el feto que se han demostrado son:
• Abortos espontáneos.
• Complicaciones placentarias (desprendimiento prematuro de placenta, rotura prematura de membranas, placenta previa).
• Embarazos ectópicos.
• Prematuridad.
• Retraso del crecimiento intrauterino fetal.
Pero además existen patologías secundarias al tabaquismo materno que afectan directamente al recién nacido:
• Malformaciones congénitas (labio leporino, hendidura palatina, craneosinostosis).
• Bajo peso al nacer (que incrementa el riesgo de morbi-mortalidad).
• Síndrome de muerte súbita del lactante (se ha asociado al tabaquismo con el triple de riesgo de muerte súbita).
• Incremento del riesgo de infecciones respiratorias y otitis en el recién nacido.
Intervenciones terapéuticas
El tabaquismo en la embarazada debe abordarse desde el punto de vista de una enfermedad crónica que requiere una estrategia terapéutica específica, con técnicas dirigidas al aumento de la motivación de la gestante para desarrollar habilidades de modificación de conductas e instauración de tratamiento farmacológico en el caso de que este sea necesario.
La educación sanitaria de la embarazada mediante el consejo médico para el abandono del hábito tabáquico es la principal medida preventiva que los profesionales deben llevar a cabo.
Toda mujer embarazada tiene que ser informada amplia y taxativamente de los riesgos que el tabaquismo supone para su embarazo y para su futuro hijo. Las consultas de atención primaria, matrona y obstetra son oportunidades que no deben desaprovecharse para adoptar programa de intervención para dejar de fumar.
Las estrategias específicas para la prevención en el tratamiento del tabaquismo en la gestante que proponemos son:
1. Consejo médico dirigido a promover el abandono del consumo inmediatamente.
2. Información a la pareja sobre los riesgos fetales del tabaco tanto de la fumadora activa como pasiva, de cara a favorecer la implicación y motivación de ambos.
3. Tratamiento conductual, apoyo social y familiar adecuados para el abandono definitivo.
4. Promover políticas sanitarias que ofrezcan servicios de tratamiento para el abandono del hábito tabáquico.
5. Inclusión de tratamientos para la deshabituación dentro de la sanidad pública.
6. Proporcionar conocimientos y recursos para conseguir una mayor implicación de los profesionales sanitarios en la detección y prevención del tabaquismo en las gestantes, así como promocionar las relaciones de estos con las unidades especializadas en tabaquismo.
7. Considerar tratamiento farmacológico en casos de dependencia moderada-alta o consumo mayor o igual a 20 cigarrillos/día.