Las picaduras de garrapata constituyen un motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria, sobre todo en primavera y verano.
Las garrapatas son artrópodos que se alimentan de la sangre de animales y de humanos a los que pica. Es parásito habitual de animales salvajes (liebres, venados, ardillas, ratones…), ganado vacuno y ovino y de animales de compañía (perros y gatos).
¿Dónde suelen estar?
Normalmente se encuentran en el suelo, ocultas entre la hierba y los arbustos. Cada especie tiene diferentes preferencias: algunas son más comunes en zonas boscosas, otras en parajes más abiertos; dehesas y matorrales.
Suelen estar más activas en los meses cálidos (desde primavera hasta otoño) aunque algunas especies también están activas durante el invierno.
¿Cuáles son los síntomas de la picadura de garrapata?
Los signos más frecuentes son picor, enrojecimiento e hinchazón de la piel que rodea la zona donde está agarrada la garrapata. Pueden quedarse adheridas a la piel durante varios días y se van hinchando a medida que chupan sangre.
Además de estos, en los siguientes días debemos mantenernos en alerta a signos y síntomas como: dolor intenso en la zona que se prolonga varias semanas, fiebre, dolores articulares o musculares, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, debilidad (que puede llegar a ser extrema), inflamación de los ganglios linfáticos, nauseas, vómitos o diarrea.
La picadura de garrapata está relacionada con la transmisión de múltiples enfermedades, aunque hay que aclarar que la mayor parte de las picaduras no conllevan la transmisión de gérmenes.
En España, las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes son:
• Fiebre botonosa que comienza una o dos semanas después de la picadura, con fiebre alta y pequeños granitos de color marrón rojizo en la piel.
• Enfermedad de Lyme: presenta varias fases pudiendo comenzar con una mancha en la piel, un área de enrojecimiento en expansión, conocida como eritema migratorio, que aparece en el sitio de la picadura de la garrapata aproximadamente una semana después de que ocurrió. La erupción generalmente no produce picazón ni dolor.
Otros síntomas tempranos pueden incluir fiebre, dolor de cabeza y cansancio. Si no se trata, los síntomas pueden incluir la pérdida de la capacidad de mover uno o ambos lados de la cara, dolores en las articulaciones, dolores de cabeza severos con rigidez en el cuello o palpitaciones del corazón, entre otros.
A pesar de esto, la complicación más frecuente de la picadura es la infección de la herida por el rascado o el desarrollo de una herida cicatricial.
¿Qué puedo hacer?
Lo más importante es evitar la picadura. Para ello es fundamental protegerse si vas a realizar actividades al aire libre en zonas donde pueda haber garrapatas y revisarse la piel al finalizar la jornada.
Cómo protegerse
• Utiliza manga larga y pantalón largo.
• Evita sandalias o calzado abierto y procura usar siempre botas cerradas con calcetines procurando que cubran la parte inferior de los pantalones.
• Usa ropa de color claro para visualizar más fácil si hay alguna garrapata sobre ella.
• Camina si es posible por la zona central de los caminos evitando el contacto con la vegetación circundante.
• Evita sentarte en el suelo en zonas con vegetación.
• Utiliza repelentes autorizados y siguiendo las indicaciones de uso de la etiqueta o folleto explicativo.
• Si sales con tu animal de compañía recuerda que es conveniente que le apliques algún antiparasitario externo autorizado (consulta con tu veterinario).
Cómo revisar tu piel
• Al finalizar la jornada examina cuidadosamente todo tu cuerpo para detectar si te ha picado alguna garrapata y lava siempre la ropa con agua caliente. No olvides revisar a los niños.
• Revisa sobre todo las axilas, ingles, cabellos, detrás de las rodillas, por dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo y alrededor de la cintura. Las garrapatas prefieren los lugares calientes y húmedos del cuerpo. Puedes aprovechar a hacerlo cuando te duches y utiliza espejos si necesitas para ver bien todas las partes del cuerpo.
• Recuerda revisar también a tus mascotas.
¿Cómo extraigo una garrapata?
La mayoría de las enfermedades transmitidas por garrapata requiere que el parásito esté adherido durante algunas horas. Por eso es importante retirarla lo antes posible, pero sin precipitación, utilizando un método adecuado y preferiblemente por un profesional sanitario, ya que si no se hace correctamente pueden quedarse las mandíbulas de la garrapata en el interior de la piel aumentando así la probabilidad de infección.
• Se desaconseja la retirada de las garrapatas fijadas con los remedios tradicionales (algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, cortarlas con tijeras, aplicar calor…).
• Usa unas pinzas de borde romo y punta fina. Si no dispones de pinzas adecuadas puedes desprenderla con los dedos utilizando unos guantes finos. Procura evitar su aplastamiento.
Sujétala firmemente lo más cerca posible de la piel y tira de ella suavemente hacia arriba. Si alguna parte de la boca de la garrapata queda en el interior de la piel es recomendable consultar a un profesional sanitario.
• Limpia bien la herida con agua y jabón o aplica un antiséptico.
• Mantén la zona limpia y seca y procura no rascarte.
• En los días siguientes a la picadura es importante observarse si aparece fiebre y /o erupción en la piel y, si esto ocurre, busca atención sanitaria indicando que te picó una garrapata.