El tendón rotuliano se sitúa entre el polo inferior de la rótula y la tuberosidad tibial anterior, uniendo así la rótula con la tibia y permitiendo la extensión activa de la rodilla durante la contracción del músculo cuádriceps.
La tendinitis rotuliana es una inflamación por sobrecarga del tendón rotuliano, frecuente en pacientes que practican deportes de salto o en los que se realiza de forma repetida cargas en flexión sobre la rodilla, es decir es habitual en jugadores de baloncesto, voleibol, fútbol, ciclistas, corredores y atletas.
Diagnóstico
La clínica se presenta como un dolor punzante en la cara anterior de la rodilla, por debajo de la rótula. Este dolor suele comenzar de forma insidiosa, mejorando con el reposo y empeorando con la práctica deportiva. En la exploración física aparece típicamente dolor al presionar directamente sobre el tendón rotuliano y al realizar extensión contrarresistencia de la rodilla, además de poder encontrar inflamación local sobre el tendón afecto.
El diagnóstico se alcanza fácilmente con la exploración física, aunque en ocasiones es preciso realizar una ecografía o una resonancia magnética para confirmarlo. Estas pruebas diagnósticas también pueden ser de utilidad para observar las zonas de tendón lesionadas, valorar la gravedad de la tendinopatía o realizar un seguimiento evolutivo de la lesión.
Tratamiento
El tratamiento conservador es de elección, basándose inicialmente en reposo deportivo, frío local y antiinflamatorios. Tras superar la fase aguda es aconsejable llevar a cabo un tratamiento rehabilitador. La inyección de corticoides en el tendón puede disminuir el dolor y la inflamación, pero favorece la rotura del mismo por lo que no es aconsejable excepto en casos seleccionados. La inyección de plasma rico en plaquetas en la zona lesionada del tendón es una técnica novedosa que se encuentra todavía en estudio y que podría reducir la inflamación y favorecer la regeneración tendinosa. Por último, en los casos excepcionales en los que no se ha conseguido mejoría tras realizar un adecuado tratamiento conservador, se puede plantear el tratamiento quirúrgico para llevar a cabo un desbridamiento selectivo de la zona del tendón lesionada.
Prevención
Para prevenir la reaparición de una tendinopatía rotuliana es aconsejable fortalecer la musculatura alrededor de la rodilla, realizar estiramientos antes y después de la práctica deportiva y utilizar cinchas infrapatelares durante la actividad física.