Abordaje de las tendinopatías desde la fisioterapia


Eduardo Ramón Zamborain, Mónica Ayerra Busto, Olatz Monreal Oyarbide, Amets Albertos Iturralde, Oihane Muñoz Luna y Olaia De Luis Provedo

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Los tendones son bandas fibrosas que unen los músculos a los huesos permitiéndonos realizar movimientos gracias a las contracciones musculares.

Poseen tres zonas específicas a lo largo de su longitud:
• Unión músculo-tendón
• Unión tendón hueso
• Zona media o cuerpo del tendón

Están compuestos de un 68% de agua, 30% de colágeno y 2% de elastina.
La vascularización del tendón es escasa, de tal forma encontramos zonas poco irrigadas, a las que llamamos zona crítica lesional (normalmente en la zona media del tendón).
Aunque son estructuras fuertes y resistentes, se suelen lesionar con relativa facilidad.
Existen varios términos para describir la lesión de un tendón:
• El término tendinitis muestra una situación “aguda” en la cual el tendón se encuentra inflamado. En su clínica podemos observar signos inflamatorios, dolor, pérdida de fuerza, posible hematoma y dolor a la contracción y al estiramiento.
• El término tendinosis describe una lesión más crónica con degeneración del tejido y sin inflamación. En su clínica podemos encontrar: dolor, pérdida de fuerza, posibilidad de palpar un nódulo tendinoso. Importante señalar que no se aprecia edema de la vaina sinovial.
Actualmente, tendinopatía se considera el término más apropiado ya que engloba todas las afecciones tendinosas.
A excepción de los casos de traumatismos bien identificados, la tendinitis es rara y la mayoría de las veces la encontramos sobre una tendinosis, incluso algunos autores afirman que en el único momento que se produce una tendinitis es a partir que dicho tendón se rompe.
Una vez aclarados estos términos, podemos clasificar las tendinopatías según su evolución:
• Aguda: menos de 2 semanas
• Subaguda: cuatro a seis semanas
• Crónica: más de seis semanas

Aspectos más relevantes de la tendinopatía

1. El reposo NO mejora la lesión.
Con reposo puede haber una mejora a corto plazo a nivel de dolor, pero volverá cuando reanudes a la actividad, porque el reposo no incrementa la tolerancia del tendón a la carga o trabajo.
2. El ejercicio es el tratamiento más eficaz.
El ejercicio es el tratamiento con más evidencia científica ya que representa el estímulo vital para la reparación del tendón.
3. Modificar la carga es muy importante.
La modificación de la carga permite reducir el dolor. Los tendones deben estimularse progresivamente para que puedan desarrollar una mayor tolerancia a las cargas que el individuo debe soportar en su vida cotidiana.
4. La tendinopatía responde lentamente a su curación.
Los tendones, debido a su anatomía y escasa vascularización, regeneran lentamente. Hay que ser paciente, asegurarse de que el ejercicio es correcto, progresar de manera adecuada y respetar la regla de no-dolor.
5. Los tratamientos pasivos ayudan a mejorar la situación.
El masaje, ultrasonidos, electroterapia, ondas de choque, las inyecciones con corticoides…son tratamientos que suman, pero el ejercicio es el pilar terapéutico fundamental.
6. ¿Uso de antiinflamatorios?
Pueden ayudar si se tiene unos niveles de dolor altos, pero no van a reparar el daño causado en el tendón.
7. La causa de la tendinopatía es multifactorial.
Entre las principales causas destacamos: mala adaptación al estrés mecánico (sobreesfuerzos puntuales o prolongados), traumatismos directos y enfermedades de carácter sistémico (artritis reumatoide, diabetes, psoriasis, gota,…).

Como conclusión, desde la fisioterapia se busca realizar un tratamiento adaptado a las características de cada paciente intentando que sea lo más activo posible. Por eso, para obtener una mejoría significativa es importante la implicación del paciente.

AUTORES:

Eduardo Ramón Zamborain, Mónica Ayerra Busto, Olatz Monreal Oyarbide, Amets Albertos Iturralde, Oihane Muñoz Luna, Olaia De Luis Provedo. Fisioterapeutas del Hospital Universitario de Navarra