Ante un primer episodio de sospecha de crisis epiléptica hay que tener en cuenta una serie de criterios para poder llegar a un diagnóstico y aplicar un tratamiento si es necesario.
El punto fundamental es una buena historia clínica con la descripción de los síntomas por testigos (ya que el paciente no suele recordar lo que le ha ocurrido).
1. ¿ Se ha tratado de una verdadera crisis? No todos los episodios de pérdida de conciencia son crisis, y hay que hacer un diagnóstico diferencial con otras entidades que además tienen manejo diferente: síncopes, fenómenos paroxísticos no epilépticos.
2. Si existe algún antecedente personal que pueda orientar hacia origen epiléptico o no: existencia de crisis febriles en la infancia, traumas craneales, epilepsia diagnosticada en la familia.
3. Cualquier factor predisponerte para tener crisis: presencia de fiebre, consumo de tóxicos (principalmente el alcohol), interacciones con fármacos, abandonos de tratamiento (que es la principal causa de crisis en pacientes epilépticos conocidos).
4. En paciente que se conoce que es epiléptico: edad de inicio, tipo de crisis habitual, frecuencia de las crisis, tratamientos previos y respuesta al tratamiento.
Estabilizar al paciente
El manejo principal es estabilizar al paciente manteniendo la vía aérea, controlando las cifras tensionales, glucemia y temperatura.
Se debe hacer analítica básica para descartar causas que pueden favorecer como alteraciones iónicas, anemia.
También existe la opción de extraer niveles terapéuticos en el caso de que sea epiléptico y esté tomando fármaco detectable en sangre para valorar adherencia e incluso toxicidad.
En cuanto al manejo terapéutico se suele optar por primero tratar la causa desencadenante: si hay fiebre, antipiréticos. Si existe alteraciones en las cifras de glucemia: tanto hipoglucemia (que es la que más predispone a tener crisis) o hiperglucemia con los protocolos que aplique cada hospital.
Si no existe causa secundaria y se sospecha una debut epiléptico: para plantear iniciar tratamiento es aconsejable o bien consultar con Neurología de Guardia, en el caso de que se trate de un hospital con esa posibilidad, o bien derivar a consulta de Neurología de manera preferente.
Además si se diera el caso que el paciente presenta varios episodios de crisis epilépticas sin recuperación del nivel de conciencia entre ellas así como una crisis pero de más de cinco minutos de duración, se trata de un Status Epiléptico, que es una emergencia médica de pronóstico vital grave que hay que actuar de mabera rápida y utilizando la vía intravenosa con fármacos antiepilépticos.
Una vez que lo has identificado se deben englobar en dos grupos distintos cuyo manejo varía:
• Paciente epiléptico conocido: se recomendaría una observación de unas doce horas si ha acudido al hospital o un acompañamiento familiar de al menos 24 horas en domicilio para valorar recurrencia de crisis.
• Paciente con un primer episodio sugestivo de crisis: habitualmente se realiza neuroimagen para descartar una causa secundaria y se deriva a consulta de Neurología para ampliar estudio si requiere y decidir si cumple criterios de tratamiento. La observación la misma indicada en contexto de epiléptico conocido.
En algunos casos se decidirá ingreso en función de los hallazgos en las pruebas realizadas o si hay criterio de riesgo de recurrencia para tratamiento.