La enfermedad de Crohn (EC) pertenece al grupo de las llamadas enfermedades inflamatorias intestinales. Dichas enfermedades han sufrido un aumento de la incidencia en las tres últimas décadas en los países desarrollados. En España, se diagnostican unos 6-9 casos nuevos por cada 100.000 habitantes/año.
Es una enfermedad crónica de causa desconocida, sus manifestaciones surgen como consecuencia de la generación de una respuesta inadecuada de nuestro sistema inmune hacia el propio organismo. Estas afectaciones pueden aparecer en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano.
Es una enfermedad transmural, es decir, que afecta a todas las capas que forman parte de la pared intestinal, pudiendo producir un estrechamiento del diámetro interno del intestino, e incluso en algunas ocasiones su completa oclusión.
Algo que a veces no se explica a los pacientes durante el diagnóstico, es que la EC tiene además carácter sistémico, pudiendo afectar a otras partes del cuerpo y no sólo a las puramente digestivas (articulaciones, piel, boca, ojos, etc.), lo que en conjunto se conoce como manifestaciones extraintestinales (MEI) de la enfermedad de Crohn, produciendo gran invalidez si las afectaciones gastrointestinales se unen a las extraintestinales con manifestación articular.
Cursa en brotes (periodo activo de la enfermedad), con periodos de remisión donde no hay síntomas, para algunas personas los periodos de remisión pueden ser muy largos, incluso de años y para otras la actividad de la enfermedad es más acentuada, causando brotes recurrentes. Los síntomas son muy variables dependiendo de cada individuo, los más comunes son diarrea, dolor abdominal, hemorragia rectal, fiebre, anemia, pérdida de peso, fatiga…
Factores de riesgo
La aparición de la enfermedad depende de varios factores, muchos todavía por determinar, pero se sabe que está relacionado con factores individuales de las personas, como los genes, interacción con bacterias y propiedades de la pared intestinal y con factores ambientales tóxicos (el tabaco el más importante). Se asocia a zonas geográficas industrializadas y con alto desarrollo económico.
El tabaco es el principal factor de riesgo modificable, tanto para el desarrollo de la enfermedad, como para la prevención de brotes. Diversos estudios han demostrado la asociación de ser fumador o ex fumador con el desarrollo de enfermedad de Crohn y con la modificación de la historia natural de la enfermedad, produciendo mayor riesgo de recaídas, aparición de fístulas, necesidad aumentada de corticoides e inmunosupresores y más riesgo de intervención quirúrgica. Los beneficios en la evolución de la enfermedad que tiene el abandono del hábito tabáquico son incuestionables, por lo que una de las actuaciones principales para disminuir el riesgo de aparición de la enfermedad y mejorar su evolución es dejar de fumar.
Pruebas para el diagnóstico de la enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn por su fisiopatología, es diagnosticada y tratada por lo general por médicos especialistas en el aparato digestivo, aunque en ocasiones, precisa tratamiento conjunto con otras especialidades debido a su carácter sistémico y a la aparición de síntomas extraintestinales.
Por su gran diversidad de síntomas, los métodos de diagnóstico no serán los mismos para todos los pacientes. En la primera visita con el especialista se realizará una anamnesis recogiendo los datos personales más relevantes, para la confirmación diagnóstica se solicitará analítica de sangre y heces, complementándose con pruebas endoscópicas y radiológicas.
Tratamiento en la enfermedad de Crohn
Cada paciente es diferente y su tratamiento es individualizado, en función de las características de presentación de la enfermedad y del brote se elegirá un tratamiento u otro. Durante un brote agudo, las principales medidas van dirigidas a controlarlo y reducir la inflamación, aliviar los síntomas de diarrea, dolor abdominal y el resto de posibles complicaciones que hayan podido surgir. Una vez controlado el brote, las medidas irán encaminadas mantener el máximo tiempo posible la remisión.
Alimentación en la enfermedad de Crohn
La gran parte de los médicos recomienda una dieta variada y balanceada para evitar deficiencias nutricionales en periodos de remisión de la enfermedad. No hay una única dieta para todos los pacientes que padecen la enfermedad, sino que las recomendaciones dietéticas deben ser individualizadas para cada persona, dependiendo de sus síntomas y la tolerancia a diversos alimentos. Habrá momentos en los que será necesario modificar la dieta, particularmente durante un brote, tanto para evitar efectos secundarios de medicamentos (por ejemplo; la retención de líquidos que se produce con la toma de corticoesteroides y por tanto se le recomendaría una dieta baja en sal), como para disminuir la irritación que pueden producir ciertos alimentos en el aparato gastrointestinal inflamado (por ejemplo; disminuir los alimentos con mucha grasa, ya que pueden producir diarrea y gases).
Algunos pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal pueden tener déficits de diversas vitaminas y minerales, si el paciente lo precisara el médico podría recomendarle algún suplemento vitamínico durante un periodo de tiempo.
Lo más importante es mantener una nutrición equilibrada, aumentando el consumo de frutas y verduras y disminuyendo en la mayoría de lo posible los alimentos ultra procesados (que suelen tener un alto contenido en sal y en elementos que pueden irritar el tracto gastrointestinal como son algunas especias, aditivos o potenciadores del sabor).
Día a día con la enfermedad de Crohn
Su médico le irá resolviendo todas sus dudas sobre la enfermedad, se han creado equipos multidisciplinares especializados para atender a pacientes con dicha enfermedad con prioridad, de tal manera que al mínimo síntoma puedan ser tratados y evitar complicaciones.
Así mismo, es de gran importancia la enfermera de atención primaria, que inicialmente puede estar más en contacto con el paciente por la administración de tratamientos, control nutricional, administración de vacunas, educación sanitaria… Puede actuar como soporte emocional para los estadios iniciales de la enfermedad y como un profesional accesible para resolver dudas respecto a la enfermedad, a su tratamiento y sobre todo a sus cuidados higiénico-dietéticos.
En esta enfermedad como en cualquier otra enfermedad crónica, es muy importante el apoyo y contacto de personas que la padecen, por ello se aconseja acudir a las asociaciones correspondientes, en el Caso de la Enfermedad de Crhon es ACCU Asociación de enfermos de Crhon y Colitis Ulcerosa.
En ACCU, asesoran tanto al enfermo como a las familias de las dudas que puedan surgir ante esta enfermedad, trabajan para ayudar a dar una mejor calidad de vida a los pacientes a través de conferencias, charlas, jornadas y talleres.