En los últimos años se ha visto un incremento de las intervenciones de rescate en montaña en Aragón, siendo esta la comunidad autónoma con más números de rescates en montaña, en especial en la provincia de Huesca.
Existen diferentes causas que pueden justificar este aumento, uno de ellos es que cada vez hay más personas que disfrutan de la montaña en todas sus modalidades, desde senderistas y actividades con niños hasta montañeros experimentados. Otra causa es la existencia de un incremento de la práctica de deportes de aventura como alternativa de ocio. Y por último se observa en muchos casos un déficit de planificación de la actividad, una equipación insuficiente o inadecuada, una falta de formación de los participantes, o incluso la infravaloración de las exigencias de la actividad, que llevan a desencadenar accidentes.
Es por ello que nos podemos encontrar con la posibilidad de vernos involucrados en un accidente de montaña, tanto si somos nosotros o miembros de nuestro grupo las víctimas, como presenciando el accidente en otras personas.
En montaña nos encontramos en un medio hostil en el que en ocasiones es muy difícil gestionar nuestras acciones (falta de cobertura móvil, condiciones meteorológicas adversas, etc. lejanía e inaccesibilidad a recursos sanitarios, gestión de las horas de luz…) dificultan enormemente cualquier actividad y provocan un estado de nerviosismo y ansiedad a los accidentados y a los intervinientes que dificultan aún más la situación. Por tanto es de gran importancia intentar mantener la calma y recordar un sencillo protocolo de actuación que mediante las siglas P.A.S. nos indicarán qué debemos hacer en cada momento.
Las siglas P.A.S. corresponden a la secuencia Proteger, Avisar y Socorrer
En primer lugar debemos Proteger al accidentado, al socorrista y a los posibles intervinientes que puedan verse involucrando, creando por tanto una zona segura ( o lo más segura posible). Si nos encontráramos en un accidente de tráfico, el ejemplo podría ser la propia carretera y el tráfico de vehículos, por lo que deberíamos señalizar la zona y tomar las medidas necesarias. En montaña pueden darse muchas situaciones que pongan en peligro la escena, como pueden ser una zona de alto riesgo de caída de piedras, el cauce activo de un río, una zona de riesgo de avalancha, etc. En caso de peligro, prima la seguridad sobre todo lo demás.
En segundo lugar Avisar del accidente. Si somos más de un interviniente una persona puede avisar mientras el resto procede a socorrer a la víctima. No siempre es así, por lo que si nos encontramos solos, lo conveniente sería activar el altavoz del teléfono para así tener las manos libres para poder iniciar la asistencia a la vez que informamos y recibimos instrucciones de los equipos de socorro. Si no hay cobertura móvil, lo ideal es dividir al grupo para que una parte intente conseguir ayuda mientras la otra socorre y acompaña al herido. Lo ideal es que en montaña no se quede nunca nadie solo, aunque por desgracia esto no siempre es así.
En tercer lugar, y una vez hayamos cumplido los pasos anteriores, Socorrer al herido. Para ello es muy importante que la población general se forme en unas nociones básicas de primeros auxilios y Reanimación Cardiopulmonar, que serán determinantes en la evolución y el pronóstico del accidentado, y que ayudarán a mantener al herido en las mejores condiciones hasta que lleguen los equipos profesionales de rescate.
¿Cómo debemos señalizar al helicóptero y actuar cuando esté cerca?
Una vez que divisemos el helicóptero de rescate, debemos indicar el lugar del accidente. La posición para señalizar es de pie con los brazos estirados y abiertos (formando la letra « Y» de «YES»). Podemos ayudarnos de una manta térmica o cualquier otra prenda de color para llamar la atención, pero muy importante, en el momento en el que el helicóptero nos haya visualizado y comience a acercarse, es de vital importancia guardar cualquier objeto que pueda salir volando y llegar al rotor principal, porque podría causar un grave accidente. Otro peligro que entraña el rescate en helicóptero son sus palas (aspas). Hay que mantenerse siempre lejos de ellas: lo que debemos hacer es, una vez que el helicóptero nos ha visto, (además de guardar todo lo que pueda salir volando) nos agacharemos y nos quedaremos quietos, siendo los pilotos los que se acercarán a nosotros con la aeronave de la forma que ellos consideren. No nos moveremos hasta que los especialistas en rescate lleguen a nosotros y nos indiquen instrucciones.
El helicóptero moviliza una gran cantidad de aire, incluso tierra o ramas, que pueden dificultar la maniobra e incomodan a los que se encuentran en tierra, por lo que se aconseja protegerse, (sobretodo ojos y cara), y proteger al herido.
Por último, si por el contrario vemos que se aproxima un helicóptero y no somos nosotros quienes solicitamos auxilio, la posición para indicarlo es de pié con un solo brazo extendido hacia arriba ( formando la «N» de «NO»).
Los accidentes en montaña implican situaciones de riesgo complejas, rodeadas habitualmente de cierto estrés y caos que obligan a que las intervenciones realizadas se hagan de forma ordenada y segura, reforzando así la importancia de que todos los implicados conozcan unas pautas básicas de actuación que facilitarán el rescate y minimizarán los riesgos de todos los intervinientes.
+AUTORES:
Isabel Garrido Ramírez de Arellano. FEA Medicina Intensiva. Hospital de Barbastro
Sonia Caballero Núñez. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge (Huesca)
Paula Omedas Bonafonte. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge (Huesca)
Enric Franquesa González. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge (Huesca)
Diego Martínez Castillón. Medicina Familia y Comunitaria. Graus. Sector Barbastro
Carmen Jimeno Griñó. Residente Medicina Interna. Hospital San Jorge (Huesca)
Cristina Abad Rubio. FEA Ginecología. Hospital San Jorge (Huesca)
Lara Aparicio Juez. Residente Urología. Hospital San Jorge (Huesca)
Melody García Domínguez. Residente Cirugía General. Hospital San Jorge (Huesca)
Vanesa Zambrana Campos. FEA Cirugía General. Hospital Reina Sofía (Tudela)