En el día a día de nuestra asistencia sanitaria, vemos pacientes que han sufrido alguna caída o sospechamos que tengan riesgo de sufrirla, además de buscar el origen de estas y revisar posibles fármacos que estén actuando o factores ambientales, podemos dar consejos a los familiares y pacientes para prevenirlas en el domicilio.
Entendemos como caída al acontecimiento que provoca que una persona se encuentre en el suelo de forma brusca y no intencionada. Es un problema de salud pública, son la segunda causa de muerte por traumatismo no voluntario (las mayores tasas de mortalidad por dicha causa son en mayores de 60 años), además suponen un problema por sus consecuencias, se asocian a una elevada morbimortalidad y discapacidad, siendo una de las principales causas de institucionalización.
Existen factores de riesgo intrínsecos en el paciente y extrínsecos, esto últimos también llamados ambientales, son aquellos relacionados con el entorno que rodea al paciente y son responsables de un 30% – 50% de las caídas.
Aproximadamente la mitad de estas caídas se producen en el domicilio o en su entorno más cercano. Múltiples estudios han demostrado la eficacia de la intervención sobre la modificación de los riesgos en el hogar para prevenirlos.
Podemos identificar a estos pacientes de manera rápida, en la consulta, el médico, podrá realizar como rutina herramientas como la escala Timed Up and Go o el test de Tinetti, enfermería en muchas de sus valoraciones incluyen la escala Dowton. Además se realizará una historia clínica completa con una valoración geriátrica integral para buscar posibles causas médicas o farmacológicas que estén precipitando el problema.
Consejos para familiares y/o pacientes
- Zapato cómodo, cerrado, no utilizar zapatillas destalonadas y con tacón. Priorizar zapatos con suelas antideslizantes, delgadas y duras.
- Espacios bien iluminados, si existe la presencia de despertares nocturnos dejar encendida una luz nocturna tenue en la habitación o en el pasillo que permita la visualización del recorrido hacia el cuarto de baño, sin que interfiera con los ciclos del sueño.
- Lámparas con interruptor al alcance de la cama, interruptores en pared que brillen en la oscuridad que permitan ser fácilmente accesibles para iluminar la estancia.
- Retirar alfombras y objetos del suelo que puedan hacer tropezar o resbalar, o no permitan una marcha y un giro cómodos.
- Realizar ejercicio físico. Ejercicios multi-componente: entrenamiento de fuerza, resistencia, equilibrio y marcha (es el que más ha demostrado mejorías en la capacidad funcional).
- Solicitar dispositivo de asistencia, botón de tele-asistencia. Si se produce la caída y el paciente no puede levantarse del suelo activará de forma rápida el circuito de asistencia médica domiciliaria.
- Puntos de agarre en pasillos como barandillas y pasamanos. Esto cobra mayor importancia en escaleras o escalones.
- Acondicionamiento del baño: instalar plato de ducha, utilizar alfombrilla del baño antideslizantes. Colocar punto de agarre firme dentro de la ducha para ayudar al equilibrio en bipedestación. Colocar balda para tener a la altura de los hombros el gel o champú.
- Si su médico se lo indica utilizar ayudas técnicas como bastón, muleta o andador para una marcha más estable.
- Al incorporarse desde el sofá o la cama, no ponerse rápidamente de pie, esperar unos minutos sentado.
- En exteriores, realizar paradas programas en bancos para no presentar sobre esfuerzo.
- Correcta hidratación. Asegurar ingestas de líquidos, sobre todo en los meses más calurosos.