La OMS define los coronavirus como una familia de virus muy amplia, los cuales, pueden ocasionar afecciones desde leves hasta muy graves, como neumonía, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
La OMS también refleja el nuevo SARS-Cov-2, como un virus que no se había detectado anteriormente en humanos, ya que el contagio se puede realizar de ciertos animales a personas.
Actualmente, para el diagnóstico de la infección por SARS-Cov-2, se están utilizando tres tipos de test que se desarrollan a continuación.
Test de PCR
El Instituto de Salud Carlos III define la prueba de PCR o “Reacción en cadena de la polimerasa” como: “Una prueba diagnóstica que permite detectar un fragmento del material genético (ARN) de un patógeno”.
Para SARS-Cov-2 se está realizando concretamente RT-PCR o en tiempo real , que permite cuantificar la carga viral de este sorprendente virus.
Actualmente este test es considerado el método de referencia para el diagnóstico de su infección, lo cual, es muy útil para detectar personas asintomáticas pero infectadas por el mismo, ya que se trata del método más sensible entre las técnicas disponibles hoy en día.
La OMS recomienda, para poder incrementar la carga viral, tomar una muestra orofaríngea y nasofaríngea simultánea.
Pruebas de detección de antígenos
Según la AEPap estas pruebas detectan proteínas específicas del SARS-COV-2 como la proteína N, cuya presencia indicaría la infección por este virus. Son rápidos, con resultados en 15-20 minutos.
Existe poca literatura sobre ellos, pero actualmente tienen poca sensibilidad y por el momento, aunque esto podría variar en poco tiempo, no estarían aprobados.
Pruebas de detección de anticuerpos
Existen técnicas de detección de anticuerpos para conocer si se ha pasado o se está pasando una infección.
Los Linfocitos B son los creadores de estas inmunoglobulinas o anticuerpos, que se pueden definir como glucoproteínas cuya función en el sistema inmune es reaccionar contra un antígeno para bloquearlo. Se dice que tienen “memoria” ya que si el organismo vuelve a entrar en contacto con el mismo antígeno, lo reconocen y lo pueden inactivar rápidamente provocando inmunidad.
Existen cinco tipos de inmunoglobulinas:
● IgG. Brindan protección contra infecciones ya pasadas.
● IgM. Son los primeros anticuerpos que se crean ante la exposición de un antígeno.
● IgA. Se pueden encontrar en secreciones como la leche o la saliva.
● IgE. Se relacionan con reacciones alérgicas por la liberación de histaminas.
● IgD. Sirven como receptores de antígenos específicos de la superficie de los linfocitos B.
Las pruebas serológicas se basan en la lectura, por parte de un profesional sanitario, de las inmunoglobulinas IgG y el tipo IgM. Se consideran rápidos, ya que se pueden leer en los 15-20 minutos posteriores de la toma de la muestra de sangre capilar o venosa. Existen Kits que detectan anticuerpos totales, otros test los detectan de forma aislada y otros, a ambas inmunoglobulinas.
Según la bibliografía revisada las IgM se detectan mejor a los 8-14 días de la infección y las IgG a partir de los 15-21 días.
La AEPap interpreta el significado clínico de las pruebas de PCR y de anticuerpos de la siguiente forma:
● PCR(-), IgM(-), lgG(-): Resultado negativo, no existe infección.
● PCR(+), lgM(-), lgG(-): fase precoz de la infección o fase presintomática.
● PCR(+), lgM(+), lgG(-): fase aguda de la infección.
● PCR(+), lgM(+), lgG(+): fase aguda, pero más evolucionada.
● PCR(+), lgM(-), lgG(+): fase final de la infección.
● PCR(-), IgM(+), IgG(-): fase temprana con posible falso negativo. Realizar PCR de confirmación.
● PCR(-), IgM(-), IgG(+): infección ya pasada, inmunidad relativa.
● PCR(-), IgM(+), IgG(+): enfermedad en evolución. Realizar PCR de confirmación por posible falso negativo.