La mayoría de las donaciones de órganos y tejidos se realizan después de que el donante ha fallecido. Sin embargo, algunos órganos y tejidos se pueden donar en vida.
El trasplante de donante vivo es un procedimiento quirúrgico para retirar un órgano o una parte de él de una persona viva y colocarlo en otra persona cuyo órgano ya no funciona correctamente. Este tipo de trasplantes se realiza con la garantía de que la extracción no va a representar ningún problema de salud para el donante.
Puede ser donante vivo toda persona mayor de edad, con plenas facultades mentales y que goce de buen estado de salud. Estas situaciones serán verificadas y certificadas por médicos ajenos a los que realizarán el trasplante y deberán ser aprobadas por los Comités de Ética y por el Juzgado del Registro Civil.
La popularidad de la donación de órganos de donantes vivos ha aumentado drásticamente en los últimos años como alternativa a la donación de órganos de pacientes fallecidos debido a la creciente necesidad de órganos para trasplante y de la escasez de órganos disponibles de donantes fallecidos.
Una persona puede donar uno de sus dos riñones, y el riñón restante podrá realizar todas las funciones necesarias. En vida también se puede donar una parte del hígado, y el hígado restante se regenerará, volverá a crecer prácticamente hasta alcanzar su tamaño original y realizará las funciones normales.
El riñón y el hígado son los órganos más frecuentes en los procedimientos con donantes vivos, pero las personas vivas también pueden donar otros órganos o tejidos para trasplante, como un pulmón o un lóbulo del pulmón, una parte del páncreas, progenitores hematopoyéticos (sangre periférica, médula ósea y sangre de cordón umbilical), tejido óseo, membrana amniótica y piel.
Tipos de donación de órganos en vida
Donación directa
Este es el tipo más frecuente de donación de órganos de donante vivo y en el que el donante dirige el órgano a un receptor específico del trasplante. El receptor puede ser:
• Un familiar de primer grado, tal como un padre, hermano, hermana o hijo adulto.
• Una persona biológicamente no relacionada que tenga una conexión con el candidato para el trasplante, como un cónyuge o pareja, un amigo o un compañero de trabajo.
• Una persona que haya sido escuchado por el donante acerca de su necesidad de trasplante.
Donación indirecta o de donante vivo no dirigido
Un donante vivo no dirigido es una persona viva que dona un órgano, generalmente un riñón, y no designa ni tiene un receptor previsto. El órgano se dona como un regalo sin expectativas de retribución y sin conexiones entre el donante y el receptor del trasplante.
En la donación indirecta, también conocida como donación del buen samaritano o altruista, el donante no nombra al receptor del órgano donado. La correspondencia se basa en la necesidad médica y la compatibilidad.
Hace unos años en España no se permitía este tipo de donación, pero en la actualidad es perfectamente legal.
Para ser donante de órganos no dirigido, tu centro de trasplante evaluará tu salud general y te realizará varios exámenes para determinar tu elegibilidad como donante vivo de órganos.
Una vez que te aprueben como donante, se programará el procedimiento y se dispondrá la distribución del órgano a través del sistema de asignación de órganos establecido.
Donación cruzada y cadenas de donación.
La donación de órganos cruzada (también denominada intercambio cruzado) puede ser una opción cuando un donante y un receptor previsto tienen grupos sanguíneos incompatibles, o cuando el receptor tiene anticuerpos inaceptables contra los antígenos del tejido del donante.
En la donación cruzada, dos o más parejas de receptores de órganos intercambian donantes para que cada receptor reciba un órgano que sea compatible con su grupo sanguíneo. Un donante vivo indirecto también puede participar en la donación de órganos cruzada para ayudar a unir parejas incompatibles.
¿Por qué se realiza?
El trasplante con donante vivo ofrece una alternativa a tener que esperar un órgano proveniente de un donante fallecido para personas que necesitan el trasplante de un órgano.
Asimismo, los trasplantes de órganos con donante vivo están asociados a menos complicaciones que los trasplantes con donante fallecido y, en general, a una mayor supervivencia del órgano donante.
Así, el trasplante de donante vivo de riñón en comparación con el trasplante renal de donante fallecido, ofrece estos beneficios:
• Menos tiempo en la lista de espera, lo cual puede prevenir posibles complicaciones y deterioro de la salud.
• Existe la probabilidad de evitar la diálisis si aún no se ha iniciado.
• Mejores tasas de supervivencia a corto y largo plazo.
• Un trasplante programado una vez que el donante ha sido aprobado, frente a un procedimiento de trasplante de urgencia no programado de un donante fallecido.
• Los riñones de donantes vivos casi siempre comienzan a funcionar inmediatamente después del trasplante en comparación con los riñones de donantes fallecidos que pueden tardar en comenzar a funcionar.
Riesgos
Los riesgos asociados con la donación de órgano en vida comprenden riesgos de salud a corto y largo plazo relacionados con el procedimiento quirúrgico, la función del órgano y los problemas psicológicos que se presentan después de la donación del órgano.
El trasplante de riñón de donante vivo es el tipo de donación de órgano en vida más estudiado con más de 50 años de información de seguimiento. En general, los estudios demuestran que la expectativa de vida para las personas que donaron un riñón es la misma que para las personas igualmente compatibles que no lo hicieron.
Los riesgos de la donación de hígado con donante vivo también son bajos, pero la experiencia con este procedimiento es más limitada, ya que éste se introdujo en la práctica médica más recientemente que la donación de riñón. El primer trasplante de hígado con donante vivo se realizó en 1989.
Para el receptor del órgano, el riesgo de la cirugía de trasplante generalmente es bajo porque es un procedimiento que potencialmente salva la vida.
Voluntad de donación
En el caso de la donación directa, una vez que el nefrólogo o hepatólogo haya planteado a tu familiar o conocido enfermo esta posibilidad, puedes ponerte en contacto con dicho médico para manifestar tu deseo de donación dirigida.
En el caso de la donación indirecta o altruista la forma más sencilla es contactar con la Organización Nacional de Trasplantes.
En la donación de vivo, el sistema español de trasplantes establece controles a tres niveles: primero por parte de un equipo médico independiente a la donación, segundo por parte del Comité de Ética del hospital y tercero por parte de un juez que se entrevista con el donante. La donación no se llevará a cabo si en cualquiera de dichos niveles se detectan dudas acerca de la decisión libre, consciente y desinteresada del donante.