El pan dentro y fuera de las celebraciones


Laura Garde Etayo

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navarra1bNatural y tradicionalmente, toda celebración que se precie gira entorno a la mesa. Asociada a la cultura gastronómica de cada lugar, el momento del año y los gustos y preferencias alimentarios particulares, los menús a degustar contarán con manjares diversos y siempre estarán acompañados de pan. No será el pan el protagonista del banquete porque su presencia cotidiana parece que rebaja su valor dentro de un festejo. Sin embargo, nadie osaría vestir la mesa sin su sitio reservado al lado de cada comensal.

Todos los días, pan

Aunque no hay razón para evitar el pan en las ocasiones especiales ni mucho menos en los días corrientes, sí es cierto que muchas personas optan por obviarlo cuando el menú es especialmente copioso. Este hecho carece de importancia ya que, precisamente, si en algo trato de insistir al dar consejo alimentario, es en que lo ocasional no afecta negativamente al conjunto de una alimentación saludable.

Cada vez sabemos más de los alimentos, de su potencial nutritivo, de cuáles son los mejores momentos del día para comerlos y que nuestro cuerpo logre sacar el máximo rendimiento posible de ellos. Es la investigación la que nos provee de toda esta información y a través de la educación alimentaria, los dietistasnutricionistas hacemos llegar el mensaje a cada consumidor.

El pan es un alimento beneficioso para la salud. Además, forma parte de nuestra cultura gastronómica, es accesible y seguro. Yo considero el pan imprescindible en el desayuno, necesario en la mayor parte de los almuerzos y meriendas y accesorio en comidas y cenas. Pero de una u otra manera, cada día, comeremos con pan.

Siguiendo con el razonamiento anterior, los días en los que las comidas o cenas sean de carácter festivo, tendremos que prestar especial cuidado en el resto de las tomas. Quiero decir con ésto, que intentaremos con ellas complementar con distintos alimentos para completar el aporte nutritivo del día. Voy a poner dos ejemplos para aclarar esta idea:

cuadroEn la alimentación debe prevalecer el orden y el sentido común. Por eso, es necesario mantener el ritmo de las comidas y que éstas sean complementarias. A lo largo del día, debemos comer las raciones de fruta y verduras repartidas en las diferentes comidas. Si vamos a comer o cenar carne, pescado o huevos, la otra comida principal del día, cena o comida, deberá contar con alimentos diferentes a las proteínas animales. El papel del pan será acompañar comidas y cenas, sobre todo, en aquellas en las que no haya otro alimento rico en hidratos de carbono (pasta, arroz, legumbre). Y como he mencionado anteriormente, será un componente energético importante del desayuno y almuerzo. En días de festejos, conviene una merienda más ligera, siempre y cuando no transcurran más de cinco horas entre las comidas principales. En definitiva, la contribución de los hidratos de carbono del pan para compensar el aporte de las proteínas y grasas de la dieta es fundamental y, al mismo tiempo, lo es también, para lograr una buena saciedad entre desayuno-comida y comida-cena.

La Navidad a la vuelta de la esquina

Tenemos las celebraciones navideñas a la vuelta de la esquina. Son fechas propicias para los encuentros familiares y de amigos y se amontonan las ocasiones para desordenar las rutinas alimentarias. No hay nada como la normalidad para poder llevar una alimentación saludable, pero no se puede renunciar a la vida social y familiar porque forma parte de nosotros. Por ello, el mejor consejo es intentar mantener el orden y buscar la complementariedad de las comidas siempre que sea posible. La fruta, las verduras y hortalizas y el pan son aliemntos que nos ayudan a conseguir el equilibrio y, por tanto, no deben faltar.