Durante las últimas décadas, la sociedad ha experimentado cambios drásticos que han afectado al comportamiento y estilo de vida del ser humano. La mecanización en los puestos de trabajo, la globalización de la tecnología, la falta de tiempo y las mejoras en el transporte, son algunos de los aspectos que han llevado a un aumento en el consumo de comida rápida con un elevado aporte calórico y al sedentarismo. Todo esto ha contribuido enormemente a que la obesidad sea considerada una pandemia. Este hecho no sólo es un problema de los países industrializados, sino que también la obesidad va aumentando notablemente en los países en vías de desarrollo, ya que estos países están adquiriendo estilos de vida cada vez más parecidos a los occidentales, disminuyendo la actividad física y teniendo un consumo elevado de alimentos con alta densidad energética.
En este sentido, el notable incremento de la obesidad, va en paralelo con el incremento del síndrome metabólico. Estas patologías son consideradas dos de los factores de riesgo más importantes en el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 (DM2), convirtiéndose en uno de los problemas de salud pública más importantes de este siglo.
La preocupación ante las elevadas tasas de obesidad y el aumento en la incidencia de la diabetes tipo 2, ha llevado a que diversas sociedades científicas y sistemas de salud en todo el mundo, analicen de manera exhaustiva toda esta información. De esta manera, numerosos estudios ponen de manifiesto que los cambios de alimentación y estilos de vida, tienen resultados favorables y con costes menores que la propia enfermedad. Así pues, la prevención puede considerarse una herramienta útil para disminuir la prevalencia de muchas enfermedades crónicas como la obesidad, el síndrome metabólico o la diabetes tipo 2.
La DM2 es una enfermedad metabólica compleja, de origen multifactorial y que frecuentemente se asocia con obesidad y otros componentes del Síndrome Metabólico. Se caracteriza por una hiperglucemia (niveles elevados de glucosa en sangre) y por una alteración en el metabolismo de la glucosa, debido a una reducción y/o resistencia a la insulina. El factor hereditario de esta enfermedad es evidente, pero además, puede verse afectada por factores ambientales, tales como la alimentación, el sedentarismo, el alcohol, el estrés o el tabaco entre otros.
Esta patología se ha convertido en un problema de salud mundial y una de las principales causas de morbimortalidad. Además de las complicaciones a corto plazo, la DM2 tiene graves complicaciones a largo plazo, como pueden ser las nefropatías, retinopatías, angiopatías, neuropatías, enfermedad coronaria, enfermedad vascular periférica o accidente cerebrovascular. Aproximadamente un 50% de los pacientes diabéticos mueren de enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatía y accidente cerebrovascular. La neuropatía de los pies incrementa el riesgo de úlceras en los mismos, desembocando con el tiempo en amputación. La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera, y alrededor de un 2% de los pacientes se quedan ciegos, y un 10% sufren un deterioro grave de la visión. La diabetes también es una de las principales causas de insuficiencia renal y en torno al 20% de los pacientes mueren por esta causa. En definitiva, los pacientes que padecen diabetes presentan un riesgo de muerte al menos dos veces mayor que las personas sin diabetes.
Por lo tanto, la pérdida de peso es el pilar fundamental para la prevención de la diabetes tipo 2. Aunque no se alcance el normopeso, las pérdidas entre 5-10 kg han demostrado ser efectivas para mejorar el control metabólico, el riesgo cardiovascular y aumentar la esperanza de vida. Otras fuentes también apuntan que reducir el peso corporal en al menos un 5%, permite obtener una mejoría a corto plazo de la resistencia a la insulina, el Síndrome Metabólico y los factores de riesgo asociados.
ESTUDIO PREVIEW: un gran reto en la prevención de la DM2
Este esttudio, financiado por la Unión Europea, se ha lanzado simultáneamente en 6 países europeos (Dinamarca, Finlandia, Reino Unido, Holanda, Bulgaria y España), además de en Australia y Nueva Zelanda. El proyecto consiste en una investigación de intervención nutricional donde se compararán dietas con mayor o menor contenido en proteína, mayor o menor índice glucémico y combinación con dos niveles distintos de actividad física (moderado y alto), además de realizar un seguimiento durante un periodo de 3 años en personas prediabéticas con sobrepeso y obesidad.
Este proyecto supone un reto importante, además de tener una utilidad extremadamente valiosa de cara a la toma de decisiones en el área de la Salud Pública. Los resultados obtenidos podrán acercar el objetivo de prevención del sobrepeso y la obesidad en las poblaciones más vulnerables, como son los niños y la población de la tercera edad con el objetivo de reducir la incidencia de DM2.
Un total de 2.500 participantes (200 niños y adolescentes entre 10 y 18 años, 800 adultos jóvenes entre 25 y 44 años, y 1.500 adultos mayores, entre 55 y 70 años) serán reclutados para el estudio.
Todos los voluntarios adultos seguirán durante 8 semanas una dieta baja en energía. El objetivo para poder acceder a la intervención nutricional es conseguir una pérdida de peso igual o superior al 8% de su peso inicial. Los niños y adolescentes no serán sometidos a este periodo de pérdida de peso, simplemente seguirán una dieta de mantenimiento durante estas 8 semanas antes de comenzar el periodo de intervención.
Ya antes de la fase de pérdida de peso, todos los participantes serán aleatorizados en uno de los cuatro grupos de tratamiento (dos dietéticos y dos de actividad física) que se desarrollarán a lo largo de las 148 semanas de intervención nutricional o mantenimiento de peso. Las intervenciones comenzarán inmediatamente después de terminar la fase de pérdida de peso, siempre y cuando se haya conseguido el objetivo marcado. El periodo de intervención pretende aumentar la sensibilidad a la insulina y prevenir la aparición de DM2, manteniendo el peso perdido a largo plazo y a través de otros efectos saludables derivados de la dieta y la actividad física.
Las dos intervenciones dietéticas serán:
MP = Moderada en proteína: Consumo de proteína normal (comparado con la media nacional) y menor que el grupo HP, consumo de hidratos de carbono aumentada en comparación con el grupo HP, enfocándose en hidratos de absorción rápida o moderada (índice glicémico – IG – moderado o elevado).
H P = Alta en proteína: Consumo de proteína mayor, hidratos de carbono normal o levemente disminuidos, con énfasis en hidratos de carbono de absorción lenta (IG bajo).
Ambas dietas están diseñadas para ser sanas y reducir el riesgo de una futura DM2 y/o ganancia de peso. Sin embargo, estas dietas nunca se han comparado en el mismo estudio, y por lo tanto no conocemos si una u otra se puede considerar superior.
Cambio de mentalidad y conducta
Los participantes recibirán instrucciones sobre cómo elaborar la dieta. El material también incluye un libro de cocina diseñado exclusivamente para PREVIEW, con recetas específicas para cada tipo de dieta. Los participantes deben estar dispuestos a cambiar su mentalidad y tener disposición al cambio, hecho fundamental para el éxito del tratamiento, y el personal de PREVIEW les guiará en el camino con las técnicas más novedosas y efectivas de modificación de conducta.
Las dos intervenciones de ejercicio serán:
IM = Intensidad Moderada: 150 minutos semanales, como andar rápido (ejercicio sin sudar o resoplar de forma evidente)
AI = Alta Intensidad: 75 minutos semanales, como correr (ejercicio que le hace sudar y resoplar al menos un poco).
Se motivará a los voluntarios a realizar su propio programa, eligiendo las actividades más adecuadas y entretenidas, siempre que el criterio de intensidad moderada o intensa se cumpla. Ambos programas de ejercicio se han diseñado en consonancia a las recomendaciones actuales para la actividad física. Sin embargo, no está claro si una intensidad es superior a la otra.
Dado que todos los participantes están distribuidos al azar en una dieta y uno de los grupos de actividad física, el número total de combinaciones (grupos de intervención) es de cuatro (MP-IM, MP-IA, HP-IM y HP-IA).
Todos los participantes en PREVIEW tienen un mayor riesgo de padecer DM2. En este estudio, todas las intervenciones son conocidas por reducir ese riesgo, lo que no se conoce es si una dieta es mejor que otra o si un tipo de entrenamiento es mejor que el otro. En personas con un riesgo muy elevado de desarrollar DM2, casi la mitad desarrollarán diabetes en 3 años. En aquellos que comienzan una intervención en su estilo de vida, se espera que sólo 1 de cada 5 (20%) desarrolle DT2 en esos 3 años.
Información Estudio PREVIEW:
948425744 // 616244655
voluntariosnut@unav.es
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