El síndrome de stendhal, un curioso trastorno del viajero


Mª Estela Viñuales Luis. Médico psiquiatra CRP Santo Cristo de los Milagros. Huesca. Catalina Bestué Felipe. Médico psiquiatra Hospital de Día de Psiquiatría. Tudela. Raquel Sanjuán Domingo. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria CS Cantavieja. Teruel

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El síndrome de Stendhal es un síndrome psicosomático que se ha relacionado con la contemplación de múltiples obras de arte en un corto período de tiempo por parte de personas con cierta hipersensibilidad al goce artístico. Se le ha llamado también “estrés del viajero” o “síndrome de Florencia” al relacionarse principalmente con esta bella ciudad italiana.

Un poco de historia

Este cuadro fue descrito por primera vez por el escritor francés D. Henri Marie Beyle, que firmaba sus obras bajo el pseudónimo de Stendhal. Sucedió el 22 de enero de 1817, cuando visitando la basílica de la Santa Cruz en Florencia, sufrió un cuadro de mareo, taquicardias y sudoración, sintiéndose abrumado por la exposición a tanta belleza artística. Así lo recogió en su libro “Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio” con el siguiente párrafo: “Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados.
Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”. No es hasta 1979 cuando se describe este cuadro como un síndrome por la psiquiatra italiana Graziella Magherini que observó más de cien casos similares entre turistas y visitantes en la ciudad de Florencia.

¿En qué consiste?

Más que un trastorno mental, se considera que es una forma de reacción psicosomática. Las emociones que sentimos al admirar obras de arte de gran belleza, originarían los mismo síntomas físicos que sufrió Stendhal en su visita a Florencia o incluso otros como crisis de pánico, sensación de despersonalización y/o desrealización, deseos de destruir las obras o miedo a perder el control y dañarlas, paranoia y alucinaciones.

¿Por qué se produce?

Este tipo de reacción parece más probable en determinadas personas con rasgos de personalidad como la sugestionabilidad, la sensibilidad o la impresionabilidad, que han realizado ese viaje a propósito de poder visitar esas obras por ellos previamente admiradas. Existen factores acompañantes que pueden favorecer su aparición como el cansancio, el sueño y la escasa ingesta alimentaria, que a veces pueden darse en experiencias más intensas de viaje.

¿Cuál es el tratamiento?

La mayoría de los casos son reacciones leves, y sin existir un tratamiento específico, cada caso se orientará en función de la clínica, bastando algo de reposo en los casos más benignos o precisando una intervención más intensa en los casos que presentan clínica psicótica.

En debate su existencia

Se ha cuestionado si se trata de un verdadero síndrome o simplemente es una reacción psicosomática en personas conocedoras del mismo, que al hallarse ante una exposición importante de arte o en escenarios históricos, se predisponen a que les ocurra lo mismo que al escritor francés produciéndose una reacción autoinducida por el mismo sujeto.
Otros han postulado si no se tratará de una forma de marketing para publicitar la ciudad de Florencia, ya que aunque no es algo que suceda específicamente allí, si que es la ciudad más ligada tradicionalmente a este síndrome.
Sea lo que fuere, lo que es innegable es que el arte en sus diferentes modalidades, ya sea una canción especial, una película o una obra de teatro, puede llegar a hacernos sentir sensaciones físicas relacionadas con esa conmoción y disfrute. Un ejemplo que ilustra como la belleza puede conmover y trasformar se recoge en el “mito de Pigmalion”, donde el rey Pigmalion se enamora de una de las estatuas creadas por él, Galatea. Trata a Galatea cómo si de una verdadera mujer se tratara. La diosa Afrodita, conmovida por los deseo del rey, interviene y Galatea cobra vida transformándose en humana.