¿Qué es el Síndrome del Dolor Regional Complejo (SDRC)?


Diego Calavia Sarnago. Fisioterapeuta de AP. CS Univérsitas (AP Sector Zaragoza III). Gema Galindo Morales. Fisioterapeuta de AP. CS Delicias Sur (AP Sector Zaragoza III). Ana Carmen Valer Pelarda. Fisioterapeuta. Hospital Miguel Servet (Sector Zaragoza II)

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El Síndrome Doloroso Regional Complejo (SDRC) es clásicamente conocido como distrofia simpático refleja (DSR) o Síndrome de Südeck.

Engloba un conjunto de entidades nosológicas que se manifiestan tras una lesión o daño y cuya clínica se caracteriza por la presencia de dolor regional, predominantemente distal, acompañado de alteraciones sensitivas, cambios cutáneos, cambios de temperatura, disfunción vasomotora, presencia de edema y retraso en la recuperación funcional. La duración y magnitud de la clínica es más duradera de la esperada y, en ocasiones, conlleva manifestaciones psicológicas, siendo la evolución en el tiempo variable. Es importante realizar diagnóstico diferencial con otras entidades que presenten síntomas y signos similares.

¿Cuáles son sus causas?

Se piensa que puede deberse a una respuesta exagerada o anormal del sistema nervioso simpático. Tienen mayor predisposición a padecerlo pacientes ansiosos y fácilmente deprimidos. El SDRC con frecuencia aparece tras un episodio desencadenante, principalmente cirugías o traumatismos menores y suelen ser cuadros desproporcionados al episodio previo.

Tipos de SDRC

Se pueden definir dos tipos de SDRC: el tipo I (Distrofia Simpática Refleja o Síndrome de Südeck), en el que no se identifica ninguna lesión nerviosa y representa el 90% de los casos clínicos y el tipo II (Causalgia), en la que sí objetivamos lesión nerviosa.

Etapas del SDRC

Por lo general la evolución tiene lugar en tres grandes periodos:
Fase I: Periodo de comienzo. Caracterizado por dolor, se acompaña de edema, hiperhidrosis, trastornos de la sensibilidad y crecimiento rápido de vello y uñas. La piel está eritematosa y con aumento de la temperatura. La duración aproximada de esta fase es de varios días a tres meses.
Fase II. Periodo de estado. Hay una tendencia a la disminución del dolor y de los signos pseudoinflamatorios, con tendencia a la impotencia funcional. Pueden aparecer retracciones tendinosas y cápsulo-ligamentosas que limitan el balance articular. Aparecen signos radiográficos de osteoporosis. Duración aproximada de tres a seis meses.
Fase III. Periodo de secuelas. Caracterizado por limitación de la movilidad y tendencia a la anquilosis. Atrofia de la piel, tejido celular subcutáneo y músculo. En la radiografía se observa importante desmineralización. La aparición de trastornos psiquiátricos de tipo depresivo es relativamente frecuente. Duración más de seis meses o un año.

¿Cuál es su tratamiento?

Para una completa recuperación y evitar la discapacidad asociada al dolor y la limitación de la movilidad, es aconsejable instaurar un tratamiento precoz, individualizado y multidisciplinar.
• Tratamiento farmacológico: para mejorar el dolor y los signos inflamatorios así como frenar la reabsorción ósea.
• Bloqueos nerviosos: para tratar de disminuir el dolor.
• Tratamiento rehabilitador: Se debe evitar un tratamiento demasiado intenso. Mediante terapia ocupacional y fisioterapia a través de cinesiterapia activa y pasiva, terapia manual, crioterapia, electroterapia, baños de contraste, drenaje linfático manual, hidrocinesiterapia, etc.
• Terapia psicológica: Es recomendable la aplicación de tratamiento psicológico, sobre todo en casos más severos, recibiendo tanto el paciente como sus familiares información adecuada sobre los síntomas de la enfermedad, fisiopatología y evolución.

¿Cuál es su pronóstico?

El pronóstico del SDRC a largo plazo generalmente es favorable, si bien, un diagnóstico erróneo prolongado y retrasar el inicio de un tratamiento correcto, pueden dar lugar a una importante discapacidad crónica. Además pueden observarse secuelas leves como dolor, rigidez y edema en algunos casos.