El vínculo, la comunicación intrauterina y el masaje


Montserrat Port Gimeno. Matrona CASYR Ermitagaña/Zizur. @matronando

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En la sociedad en que vivimos,nos hemos acostumbrado las prisas, los excesos de actividades, stress, competitividad, etc, lo que en muchos casos nos lleva a “ estar conectados “ al ordenador, móvil, televisión tablet, etc, y nos hemos olvidado de conectarnos a nosotras y nosotros mismos, a la naturaleza, a la vida, a nuestra presencia, por eso es importante que volvamos a encontrar espacios y momentos para estar en conexión con nuestro cuerpo y con nuestro interior.

Es importante que aprendamos a estar y a percibir las sensaciones, emociones, sentimientos para integrarlos en nuestro día a día, reservándonos un espacio para sentirlas, PARA SENTIRNOS, PARA ESCUCHARNOS.
La gestación es un buen momento para modificar estos hábitos, y para que tanto la mujer como su pareja introduzcan estos cambios en su vida diaria lo que indudablemente repercutirá positivamente en el desarrollo del bebe intrauterino, así como en momento de su nacimiento e infancia.
TENEMOS QUE CONECTARNOS CON NOSOTRAS MISMAS
PARA CONECTARNOS CON LOS DEMÁS.

Una de las herramientas de las que disponemos es el Mindfulness, técnica que nos permite centrarnos en el presente.
Según Jon Kabat- Zinn podemos entender esta técnica como una: «Consciencia que surge de prestar atención , de forma intencional a la experiencia, tal como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella».

Tamabién Ymanol Osácar nos dice que : “Mindfulness es prestar atención al Presente con apertura, curiosidad y Aceptación”.

Los BENEFICIOS del Mindfulness son muchos, pero podemos destacar:
• Aumenta la concentración y atención.
• Mejora en la regulación de las emociones, generando una mayor estabilidad psicológica.
• Disminuye el estrés y la ansiedad (permite un mejor manejo de situaciones desafiantes y de cambio).
• Mejora la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas ).
• Mejora la salud y el bienestar (well-being) y disminuye el dolor físico.
• Mejora el conocimiento de uno mismo y favorece la toma de decisiones.

También es recomendable practicar técnicas de relajación, meditación así como ejercicios de respiración consciente y comunicación intrauterina, momentos en que la madre y la criatura estén en un contacto más intimo y profundo durante la gestación.
Todas sabemos que hay distintos métodos para aprender a controlar la activación psicofisiologica que forma parte el estres y la ansiedad. Estudios médicos recientes demuestran que el método más eficaz y que además se aprende con mayor facilidad es: “LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE.”
Aunque pueda parecer increíble, una respiración consciente, pausada y profunda actúa sobre nuestro organismo de forma similar a los tranquilizantes o ansiolíticos, activando sustancias y sistemas opuestos a los de la respuesta del estrés, y producen una sensación agradable de relajación y tranquilidad.
La ciencia occidental ha comenzado a ser consciente de la importancia y potencialidad de este método para controlar las respuestas de sobreactivación y ha aprendido esta técnica otras culturas que lo llevan practicando hace siglos, fundamentalmente el Yoga, Meditación Zen, etc.
Al respirar conscientemente, dejando fluir…. inspiración, espiración, esta es natural, simple, simplemente ES, y al seguir respirando, sintiendo, escuchando, nos centramos en nuestro CENTRO.
Y es en este estado de tranquilidad y conexión con nosotras mismas que es más fácil dedicar un tiempo a la comunicación intrauterina.

Comunicación intrauterina

Y aprovechando los beneficios de la respiración como nutrición e intercambio podemos sentir, percibir, comunicar con este SER que está en tu interior desde la conexión y el silencio.
En la actualidad, numerosos descubrimientos científicos están dando la vuelta a lo que creíamos saber sobre los bebés, y poniendo de manifiesto no sólo su enorme plasticidad e increíble potencial, sino su extrema vulnerabilidad ante los cuidados, el clima afectivo y todo lo que afecte a su vida física y emocional, así como la trascendencia de lo que ocurre en esta etapa primal sobre toda la vida.
Muchos de estos descubrimientos vienen a corroborar lo que a menudo por intuición ya sabíamos, y sobre todo ofrecen una base y criterio para realmente poder ofrecer a nuestros pequeños el cuidado más amoroso y adecuado a lo largo de la gestación, el nacimiento y los primeros años de vida, tanto en la familia como en el ámbito médico o pedagógico.

El masaje

“El masaje de los niños es un arte tan antiguo como profundo. Simple pero difícil. Difícil de tan simple. Como todo lo que es profundo” (Leboyer, 1998).
Podemos definir el masaje infantil como un arte antiguo en el que hay una conexión profunda con el niño, un arte que ayuda a comprender su lenguaje no verbal y a responderle con una escucha respetuosa.
La sensibilidad de la piel es una de las funciones más importantes del cuerpo y una de las que se desarrolla en un estadio más temprano. La estimulación cutánea es, de hecho, esencial para un correcto desarrollo orgánico y psicológico, tanto en animales como en el hombre. Las primeras comunicaciones que recibe un recién nacido, el primer lenguaje de su desarrollo, se realizan a través de la piel.

Las primeras horas, los primeros días

Si nos preguntamos dónde y desde cuándo se practica el masaje infantil, sabemos que el bebeé es masajeado desde la concepción, dentro del útero y la mayoría de las madres, al nacer su criatura, la abrazan e instintivamente la acarician y masajean.
Por esto es tan importante y recomendado por las sociedades científicas el Contacto piel con piel inmediato y sin interrupción nada más nacer, la llamada “la hora sagrada”, que comprende desde el minuto 0 a los 120 minutos de vida.

“¿Alimentar al niño? Sí, pero no solamente con leche. Hay que tomarlo en brazos. Hay que acariciarlo, acunarlo. Y masajearlo.
Hay que hablar a la piel del pequeño, hay que hablarle a su espalda que tiene sed y hambre igual que su vientre. En algunos países, las mujeres saben todavía esto. Aprendieron de sus madres, enseñaron a sus hijas este arte profundo que ayuda al niño a aceptar el mundo y lo hace sonreír a la vida”.

Frédérick Leboyer