¿Es necesario realizar una valoración nutricional de los pacientes al ingreso hospitalario?


Mónica Zamora Elson. Especialista en Medicina Intensiva. Facultativo de la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Barbastro de Huesca. Isabel Garrido Ramirez de Arellano. Especialista en Medicina Intensiva. Facultativo de la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Barbastro de Huesca. Aurora Carrasquer Puyal. Especialista en Cirugía general. Facultativo de la unidad de Cirugía del Hospital Barbastro de Huesca. José Luis Pallares Segura. Especialista en Cirugia general. Facultativo de la unidad de Cirugía del Hospital Barbastro de Huesca

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Cuando un paciente ingresa en el Hospital no se suele hacer una valoración nutricional (sin tener en cuenta, la enfermedad por la cual precisa ingreso hospitalario).

¿Por qué es tan importante realizar esta valoración?

Porque el estado nutricional de los pacientes al ingreso, pueden condicionar e influir en la evolución de estos.
Es necesario realizar una evaluación completa de los pacientes cuando ingresan en un hospital, sobre todo en aquellos que presentan patologías crónicas. Y también durante su ingreso, si este es prologando.
La malnutrición de los pacientes se considera un factor independiente de mal pronóstico, que condiciona mayor mortalidad, estancia hospitalaria más prolongada, mayor tasa de infecciones y por lo tanto aumento de costes.
Las enfermedades sobre todo las agudas se asocian a pérdida muscular y debilidad progresiva debido a un estado de inflamación ligado a la enfermedad (mayor cuanto más grave es), y esto condiciona mayor consumo de calorías y proteínas y por esto mayor riesgo de malnutrición. La malnutrición condiciona mayor morbilidad y mayor estado de inflamación, produciendo un círculo vicioso.

¿En que pacientes debo realizar una valoración nutricional?

Se debe realizar en todos. Con una adecuada valoración nutricional al ingreso en primer lugar identificaremos los pacientes malnutridos o en peligro de desarrollar malnutrición durante su ingreso hospitalario.
Los pacientes con mayor riesgo son los siguientes: ayuno previo de 7-10 días severo, alcoholismo crónico, postoperados de cirugía abdominal, conocer si existe pérdida de peso mayor del 10% en los dos últimos meses, si han precisado fluidoterapia intravenosa prolongada, anorexia nerviosa o pacientes oncológicos o con enfermedades crónicas graves.

¿Cómo podemos realizar esta valoración nutricional?

Disponemos de diferentes herramientas como son:
1. La medición de variables antropométricas: peso y la altura y el cálculo del índice de masa corporal.
2. Determinados biomarcadores bioquímicos como son la albúmina y la prealbumina.
3. Escalas como Mini Nutritional Assesment (MNA), diseñado para la población anciana, el NRS-2002 (Nutritional Risk Scrrening), que es una escala subjetiva como lo es la Valoración Subjetiva Global (VSG), diseñado para pacientes que iban a ser sometidos a cirugía digestiva, o el Control Nutricional (Connut) que mide parámetros bioquímicos (como son la albúmina, los linfocitos totales y el colesterol). Para pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos, se ha desarrollado un Score llamado Nutrition Risk in Critically ill (Nutric Score).
4. Métodos cuantitativos: Hay métodos que nos permiten cuantificar de forma objetiva la pérdida de masa muscular como son: la Resonancia magnética (RM), la Tomografía Computerizada (CT) o los Ultrasonidos (ecografía), que nos permite medir la cantidad de grasa y músculo que tiene el paciente.

¿Cúal es el futuro de la valoración nutricional?

Sin duda pasa por la realización de métodos cuantitabos. La RM tiene excelente resolución de imágenes, es el método más seguro para determinar la composición corporal de manera específica, medir el tejido adiposo total, regional y el del músculo-esquelético y órganos viscerales, tanto en cantidad como en calidad (“gold standard” o prueba oro). Su uso clínico esta limitado por su alto coste y necesidad de expertos para su interpretacíon. En pacientes obesos su uso es muy dificl. El TC es seguro en cuanto a medidas cuantitativas y cualitativas, especialmente en tejido adiposo regional y total y en tejido músculo-esquelético, ya que identifica a los pacientes de baja muscularidad realizando el cálculo del área de sección transversal muscular. Nos permite hacer diferentes cortes transversales pero, sobre todo se puede comparar con las imágenes realizadas retrospectivamente por otros motivos (por otras patologías estudiadas mediante TC). Su mayor desventaja son las dosis altas de radiación. También tiene alto coste y no puede realizarse en pacientes obesos. La ecografia es un método fiable, rápido y puede realizarse en la cabecera del paciente, tiene bajo coste, y es reproducible, constituyendo un método fiable en las medidas del tejido adiposo subcutaneo y visceral, asi como en la medidas del músculo esquelético, permitiendo identificar a los pacientes con baja cantidad de músculo. Su principal inconveniente es que no existen protocolos para su determinación que permita identificar y predecir la falta de pérdida muscular, ver que pacientes están en riesgo de malnutrición asi como monitorizar la respuesta al soporte nutritivo, la fisioterapia y/o rehabilitación.

Conclusiones

El estado nutricional de los pacientes al ingreso hospitaralio es importante, y sobre todo el detectar pacientes con mayor riesgo de desnutrición para iniciar de forma adecuada el soporte nutricional adecuado. Existen varios métodos para valorar del estado nutricional de los pacientes, lo más fiables son lo métodos de imagen con la RMN o el TAC, su principal inconveniente es su coste y su falta de disponibilidad.