Estoy operado de una fractura, ¿me tengo que quitar la placa y tornillos?


Carlos Sanz García. MIR Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario de Navarra. Jon Marti Ayerdi. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario de Navarra.

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Estás haciendo esquí en una mañana despejada de invierno y con la mala suerte, te caes y te rompes la muñeca. Te atienden en el centro de la estación y te derivan a tu hospital para que te valoremos en Traumatología. Tu fractura es quirúrgica y necesitas una anestesia y una cirugía con una placa y unos tornillos para poder reducir correctamente la fractura y que permanezca estable. El resultado es satisfactorio y la primera pregunta que suelen hacer nuestros pacientes, antes de preguntar por la recuperación o algún otro tema relacionado, ¿y es aplaca se queda ahí para siempre?

La necesidad de la retirada de material de osteosíntesis (RMO), así es como se llama técnicamente, no es mandatoria siempre. Para la fijación de fracturas usamos un arsenal de dispositivos y materiales de diferentes aleaciones, tales como clavos, placas, tornillos, agujas, cercases, etc…

Hay ciertos tipos de materiales que es necesario retirar en un momento dado del proceso de recuperación porque así lo necesita la fractura (en general tornillos colocados en alguna posición concreta o agujas percutáneas que se dejan de forma temporal hasta que consolida la fractura).

Otro caso especial son los niños, ya que como os imagináis tienen potencial de crecimiento por delante y los materiales que nosotros colocamos no se expanden para adaptarse a ese potencial crecimiento, por ello en los niños retiramos la gran mayoría de clavos, agujas, placas una vez que la fractura ha consolidado.

Otro caso en el que habría que plantear la retirada del material es cuando uno sufre una fractura alrededor del material de fijación colocado previamente. En ocasiones es necesario retirar todo el material y realizar una nueva fijación o por el contrario retirar parte del material para poder usar un nuevo dispositivo en la nueva fractura.

A la pregunta entonces de si es necesario retirar el material que nosotros insertamos para fijar la fractura, la respuesta es: no siempre.

Retirada de los materiales

Más allá de la necesidad que hemos expuesto anteriormente queda el resto de situaciones. Otro motivo, que suele ser la causa más frecuente de consulta de RMO, es la molestia que este material produce a nivel local.

Aunque con el paso de los años los materiales se adaptan mejor a la anatomía de las personas, no dejan de serun material extraño que antes no estaba en ese lugar. Pueden provocar roce o molestias con el calzado porque sea muy prominente a nivel del tobillo, se pueden notar “enganches” porque los tendones pasen cerca y supongan una limitación a su normal movimiento. Puede impedir el apoyo de las zonas operadas porque el material protruya, como suele suceder en el codo cuando colocamos un cerclaje, las agujas a nivel de la punta de codo pueden ser molestas al apoyar los codos en la mesa.

Este tipo de procedimiento, la RMO, se suele llevar a cabo en condiciones de CMA (cirugía mayor ambulatoria) sin la necesidad de ingresar en el hospital, sin embargo, es preciso una nueva anestesia y una nueva cirugía realizando la misma incisión que la primera cirugía o incluso mayor. Además, según el tiempo que haya transcurrido desde la primera intervención, podemos encontrar las placas “sumergidas” en tejido óseo que se ha formado alrededor de la placa, lo que dificulta la extracción. Mención aparte tienen los clavos endomedulares dado que se introducen en el interior del hueso, pueden llegar a “agarrarse” sin que podamos extraerlos o necesitando realizar una agresión desmedida para poder extraerlo, por lo que se acabe considerando dejarlo dentro en la cirugía.

En ocasiones las cirugías de retirada se complican con la rotura de alguno de los tornillos, tener que recurrir a heridas más grandes que la primera vez o incluso producirse fracturas intraoperatorias del hueso sobre el que se está trabajando, necesitando replantear la cirugía y reconvertirla en una nueva cirugía de fijación.

Por estas razones, aunque no ocurren frecuentemente, no solemos recomendar de forma rutinaria la retirada de los materiales que implantamos salvo que lo consideremos indicado o en los casos expuestos anteriormente.

Una vez que retiramos el implante sin que hayan ocurrido complicaciones, el lugar en el hueso que ocupaba elimplante se queda hueco hasta que se rellena de hueso con el paso de las semanas. Es necesario seguir las indicaciones tras la cirugía para no sufrir una refractura a través de esta zona debilitada del hueso.