Hemorragia retrobulbar: verdadera urgencia en oftalmología


Mª José Vicente Altabás, Lorena Arias Campo, Marta Ciprés Alastuey, Vanesa Alonso Ventura, Silvia Crespo Aznárez y Mª Amparo Vicente Altabás.

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La hemorragia retrobulbar consiste en acúmulo de sangre en el espacio retrobulbar orbitario (es decir, en el espacio orbitario posterior al globo ocular). Es una patología muy poco frecuente pero constituye una de las pocas verdaderas urgencias oftalmológicas por las devastadoras consecuencias y porque el tiempo hasta el tratamiento es crucial para el pronóstico.

La órbita es una estructura ósea (y por tanto no distensible) que engloba no solamente el globo ocular sino también diversos paquetes neurovasculares, los músculos extraoculares, la glándula lagrimal y la grasa que los protege.

Fisiopatología

La fisiopatología de esta patología viene condicionada por el aumento de presión que genera el acúmulo de sangre en la órbita. Dicho aumento de presión condiciona un síndrome compartimental orbitario de manera que la presión en el interior de la órbita supera a la presión de perfusión local por lo que se produce isquemia. Esta isquemia implica la aparición de neuropatía óptica e incluso de oclusión de la arteria central de la retina produciendo una pérdida de visión que puede ser irreversible.

Causas

Las causas son variadas pero entre ellas destacan los traumatismos faciales y orbitarios (son la principal causa), la cirugía orbitaria o palpebral, la anestesia retrobulbar, las alteraciones en la coagulación, o las malformaciones arteriovenosas que sangran espontáneamente o tras manipulación.

Clínica

En cuanto a la clínica, hay que destacar que son pacientes que acuden quejándose de dolor ocular muy intenso y disminución de agudeza visual. En la exploración se aprecia un ojo en proptosis, con bastante quemosis conjuntival, hemorragia subconjuntival, edema de partes blandas que dificulta la apertura palpebral (a veces con hematoma periocular), y característicamente un gran aumento de presión intraocular, limitación en los movimientos extraoculares (ojo congelado) y defecto pupilar aferente relativo. Pueden asociar también náuseas y vómitos como consecuencia del gran aumento de presión intraocular.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico es clínico, y se confirma con un TAC orbitario. Si el TAC no estuviese disponible en ese momento, no es necesario para poder realizar el tratamiento porque ante la sospecha de hemorragia retrobulbar se procede a tratar para descomprimir la órbita.

El tratamiento consiste en la descompresión orbitaria inmediata mediante cantotomía y cantolisis para frenar el síndrome compartimental y la consiguiente isquemia.

El pronóstico visual pasados los 90 minutos de instauración del cuadro es pobre debido a la isquemia de los tejidos. Por ello es fundamental un diagnóstico y descompresión orbitaria urgente.

AUTORES

Mª José Vicente Altabás. FEA Oftalmología. Hospital Miguel Servet. Zaragoza

Lorena Arias Campo. FEA Oftalmología. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza

Marta Ciprés Alastuey. FEA Oftalmología. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza

Vanesa Alonso Ventura. FEA Cardiología.  Hospital Miguel Servet. Zaragoza

Silvia Crespo Aznárez. FEA Medicina Interna. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza

Mª Amparo Vicente Altabás. FEA Medicina Interna. Hospital Alcañiz. Teruel