El sueño reparador es necesario para mantener la salud y si se está enfermo e ingresado en un hospital, para recuperarse mejor. El sueño se caracteriza por bajos niveles de actividad fisiológica (frecuencia cardíaca, respiratoria y presión arterial) y por una menor respuesta a estímulos externos. En las plantas hospitalarias y en dependencias como urgencias o las Ucis existe un incremento del estrés y una mala calidad del sueño.
Fisiologia del sueño
El sueño consta de diferentes fases, en 1957 Dement y kleitman distinguieron 4 fases dentro del sueño no REM (non-rapid eye movement o movimiento lento de los ojos). Posteriormente, Jouvent demostró la existencia del sueño REM (Rapid Eye Movement) o de movimiento ocular rápido. A las fases profundas del sueño no REM (fase III y IV) se les atribuye el restablecimiento físico del organismo, mientras que al sueño REM la recuperación emocional y psicológica de las personas.
El inicio del sueño comienza con la fase I No REM hasta llegar a la fase IV, volviendo nuevamente a la fase III, de ésta se pasa a la fase II para entrar en el sueño REM. Este ciclo en una persona normal dura aproximadamente 90 minutos, repitiéndose dos veces consecutivas; en los ciclos siguientes van desapareciendo progresivamente las fases III y IV No REM y, de forma progresiva van aumentando los periodos REM. Durante una noche de sueño no interrumpido de 8 horas se pueden producir de 4 a 8 ciclos. El sueño en las Unidades de Cuidados Intensivos se caracteriza por el predominio de las fases I y II, disminución o ausencia de las fases III y IV y acortamiento de los períodos de sueño REM, así como interrupciones frecuentes y fragmentación del mismo. Si en algún momento se interrumpe el sueño y el enfermo se despierta, el ciclo deberá comenzar de nuevo.
Causas de privación del sueño en las ucis
Los motivos y las causas por las cuales el enfermo en la UCI no duerme adecuadamente son múltiples:
• La propia estructura, con entorno ruidoso, que dificulta la orientación entre el día y la noche, dando lugar a cambios del ritmo circadiano. Además los enfermos refieren tener dificultades para dormir por las interrupciones frecuentes del sueño, debidas a la atención continuada que reciben.
• Binomio universal incertidumbre/insomnio que evoluciona al trinomio UCI/estrés/insomnio. A esto contribuye tanto las causas ambientales como las personales (pérdida del rol, desvinculación familiar, miedos e incertidumbres). Excesiva contaminación acústica que deriva de las alarmas y de los ruidos relacionados con el comportamiento humano del personal que trabaja en estas dependencias.
En España, según el Real Decreto Ley 1318/1989, que regula el sonido ambiental en los hospitales, están permitidos niveles inferiores a los 45 decibelios por el día y por debajo de 30-35 decibelios por la noche. Sin embargo estudios realizados, determinan que la media de los niveles sonoros en las Ucis rondan los 65 decibelios, con picos de más de 95 decibelios.
Los sedantes tienen efectos negativos en el sueño puesto que alteran el curso normal del ritmo circadiano y las fases del sueño. Los opiáceos disminuyen las fases de actividad REM. Las benzodiacepinas suprimen las fases III y IV del sueño No REM y pueden interferir en el desarrollo del primer ciclo REM.
Efectos de la privación del sueño
La privación del sueño repercute tanto a nivel metabólico como endocrinológico con un incremento del catabolismo y aumento de los niveles de glucosa. La función inmunológica también está alterada, disminuyendo la resistencia a las infecciones. Pero quizá lo más destacable de la privación del sueño sean los cuadros de delirio, los cuadros confusionales y las alteraciones emocionales.
Es fundamental que nuestros enfermos duerman y con un sueño de calidad.
Medidas para preservar el sueño en UCI
Las medidas para preservar el sueño consisten en proporcionar un ambiente tranquilo, dar infusiones relajantes o inductores del sueño, ajustar las medicaciones y controles para no despertar al paciente, disminuir el ruido ambiental y el sonido de las alarmas.