Las caídas son una causa de discapacidad en las personas mayores y, a su vez, uno de los desenlaces adversos de la fragilidad. Al menos una vez al año, se caen aproximadamente un 30% de las personas mayores de 65 años y un 50% de los mayores de 80 años. La mayoría de fracturas que se producen en el anciano son resultado de caídas. Sobre la más invalidante de ellas, la fractura de fémur proximal, se calculó una incidencia estimada en España en el año 2012 de 153,24 casos por cada 100.000 habitantes y año.
Con la finalidad de actuar sobre esta preocupación de salud pública, en el año 2014, se elaboró el “Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor” dentro de las Estrategias de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud. El objetivo principal de este documento es detectar e intervenir sobre la fragilidad y el riesgo de caídas en la persona mayor, como medio para evitar y/o retrasar el deterioro funcional, así como promover la salud en la población de mayor de 70 años. Y siendo el ámbito de actuación considerado la Atención Primaria, en coordinación con los recursos especializados geriátricos y hospitalarios oportunos.
En aquella población valorada y detectada como de “alto riesgo de caídas”, se recomienda realizar una intervención multifactorial para la prevención de caídas, consistente en plan de actividad física, revisión de medicación y reducción de riesgos ambientales en el domicilio.
Ejercicio físico: Es probable que el ejercicio físico sea la intervención más eficaz en la prevención de caídas. Está demostrado que reduce el riesgo tanto en pacientes institucionalizados como en pacientes que viven en la comunidad. El programa de ejercicio que globalmente parece disminuir más el riesgo de caídas es el ejercicio multi-componente (resistencia cardiovascular, flexibilidad, fuerza y equilibrio). El ejercicio debe ser planificado por el equipo médico del paciente y adecuarlo a su capacidad física.
Revisión de medicación: El uso de fármacos es uno de los factores de riesgo de caídas más fácilmente modificables. La polifarmacia (uso de cinco o más fármacos) es un importante factor de riesgo de caídas, encontrándose presente en un 35-50% de la población mayor de nuestro medio. Los fármacos más habitualmente implicados en la denominada prescripción inadecuada son las benzodiacepinas. Su uso crónico en personas mayores, se ha relacionado con peores puntuaciones en escalas de valoración cognitiva, alteración de diversas funciones sensitivo-motoras y secundariamente inestabilidad postural relacionada con caídas y fracturas.
La mayor evidencia de la intervención sobre la revisión de medicación, corresponde a la reducción y retirada de fármacos psicoactivos. Una herramienta útil para la detección de prescripción inadecuada son los criterios STOPP/START.
Dentro de los criterios STOPP, encontramos grupos de fármacos relacionados con el riesgo de caídas, son las benzodiacepinas, neurolépticos, antihistamínicos de primera generación y los vasodilatadores.
Riesgos en el hogar: Varios estudios han demostrado la eficacia de la intervención sobre la modificación de los riesgos del hogar, sobretodo en pacientes con alto riesgo de caídas que ya han sufrido otras caídas y en aquellos con deterioro visual.
Recomendaciones para reducir los riesgos en el hogar
1. Suelos.
• Compruebe el estado del suelo en cada uno de los cuartos. Si cuando camina por un cuarto, tiene que caminar alrededor de muebles que dificultan el paso, pida a alguien que cambie los muebles de sitio de manera que no tenga obstáculos en su camino.
• Evite alfombras y felpudos en el suelo.
• Recoja las cosas que se encuentran en el suelo. Siempre mantenga el suelo libre de objetos.
• Evite caminar sobre cables o suelos en mal estado con baldosas sueltas o rotas, grietas…
• Evitar uso se abrillantadores, que hagan el suelo resbaladizo.
2. Iluminación.
• Compruebe la iluminación dentro de la casa. Es importante aprovechar la luz natural. Si no es posible es fundamental tener una buena iluminación eléctrica. Hay que evitar luces demasiado directas o deslumbrantes.
• Es aconsejable que se pongan interruptores a la entrada de las habitaciones y en sitios al alcance de las manos.
3. Escaleras y peldaños.
• Mantenga siempre las escaleras libres de objetos. Arregle los peldaños o escalones que estén sueltos o desnivelados. Revise también las barandillas.
• Es recomendable que haya pasamanos en los dos lados de las escaleras y a lo largo de toda la escalera.
4. Cocina.
• Compruebe la cocina y el área donde coma.
• Mueva los artículos de los estantes altos a los de más abajo. Mantenga las cosas que utiliza a menudo en los estantes o anaqueles bajos (como a la altura de la cintura).
• Si suele mojarse la superficie del suelo alrededor del fregadero al lavar los platos, recuerde secar bien el suelo al terminar de fregarlos.
5. Dormitorios.
• Ponga una lámpara cerca de la cama adonde pueda llegar fácilmente para no tener que levantarse en la oscuridad.
• La altura de la cama debe ser adecuada para levantarse con facilidad. Como término medio la altura de la cama debe ser de unos 45 centímetros para permitir que las rodillas y las caderas se flexionen 90º. Ponga la cama a la altura más recomendada (calzando la cama si es baja, o cortando las patas si es demasiado alta.
• Ponga lo que necesite durante la noche al alcance de la mano desde la cama.
6. Pasillos.
• Ponga una luz para la noche de manera que pueda ver siempre por dónde camina si tiene que ir al cuarto de baño.
• Encienda la luz de manera que pueda ver por dónde camina cuando utilice los pasillos. Ponga una luz si el pasillo no la tiene.
7. Cuarto de baño.
• Coloque una esterilla de caucho antideslizante o tiras autoadhesivas en el suelo de la bañera o la ducha.
• Utilice agarraderas en la bañera o la ducha y al lado del inodoro y bidet. No se deben utilizar como asideros los toalleros ni los grifos.
• Pida en una ortopedia que le enseñen los distintos dispositivos de ayudas técnicas para el cuarto de baño. Intente adquirir los elementos que considere necesarios para facilitar el uso del cuarto de baño con seguridad.
8. Calzado y vestido.
• Evite utilizar zapatillas de chancla y andar descalzo. Es recomendable utilizar zapatillas cerradas que sujeten el tobillo y tengan suela de goma antideslizante.
– Tenga cuidado con las prendas de vestir demasiado largas, que puedan arrastrar, porque puede pisárselas. Es recomendable utilizar prendas de vestir que no arrastren por el suelo.
9. Animales domésticos.
• Asegúrese de que no estén sueltos alrededor de usted cuando camine por la casa.