Inyección de vitamina k en el recién nacido. Profilaxis de la enfermedad hemorrágica


Estefanía Castillo Castro. Matrona.Sandra Abaurrea Asiain. Matrona CHN-B. Julieta Mansilla Cordero. Matrona Hospital Reina Sofía

Print Friendly, PDF & Email

El recién nacido está expuesto al riesgo de sufrir un cuadro hemorrágico, derivado del déficit de vitamina k durante los primeros seis meses de vida, si no son suplementados al nacer con vitamina k.

Tras el parto el recién nacido tiene una reserva muy baja de esta vitamina, que no atraviesa con facilidad la placenta. Además, la leche materna es una fuente muy pobre y el intestino del recién nacido es estéril y no posee bacterias capaces de sintetizarla. Aumentándose con ello el riesgo a sufrir algún proceso hemorrágico en el recién nacido ya que la vitamina k es un importante eslabón en el proceso de la coagulación de la sangre.
Hay dos tipos de vitamina K. La vitamina K1 o filoquinona, se encuentra en alimentos: hortalizas de hoja verde, verduras como coles, brócoli, coliflor y repollo, también en el pescado, el hígado, la carne de res, los huevos, cereales y productos lácteos.
La vitamina K2 o menaquinona es sintetizada por la flora intestinal, este tipo de vitamina en el recién nacido no se produce ya que la flora intestinal del recién nacido no está lo suficientemente desarrollada.

Prevención de la enfermedad hemorrágica

Recomendaciones según la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio emitida por el Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad en el año 2014:
Se recomienda que tras el nacimiento se administre a los bebés una dosis intramuscular de vitamina K de 1 mg para prevenir un episodio hemorrágico provocado por el déficit de esta vitamina.
Se sugiere que, cuando los padres no acepten la administración intramuscular de vitamina K, se administre una pauta oral de 2 mg al nacimiento, seguido, en los lactados al pecho total o parcialmente, de 1 mg semanal hasta la 12 semana de vida.
Se sugiere no separar al recién nacido únicamente con el propósito de administrarle la vitamina K o el colirio antibiótico, respetando el tiempo de contacto piel con piel con su madre para realizar este procedimiento.

Administracion oral, una alternativa

Se trata de una pauta de 2mg vía oral (presentación en modo líquido) al nacimiento que se continua con la pauta de 1mg vía oral durante las 12 primeras semanas de vida.
La administración oral tiene la desventaja de ser un tratamiento largo, y en el que no se garantiza la toma de la vitamina k de forma correcta por el neonato, con riesgo de que el cumplimiento terapéutico no sea el correcto.
Si los padres se niegan a la profilaxis, se les ha de informar de las consecuencias y riesgos a los que se expone su bebé y deberán firmar la revocación de tratamiento, donde se recoge la información dada y donde los padres tras su firma se responsabilizan y asumen los riesgos de la ausencia de profilaxis.

Conclusiones

La administración de vitamina K en las primeras 6 horas de vida tras el parto, está relacionada con un descenso significativo de la incidencia de hemorragias neonatales.
Hay que informar a los padres y concienciar de la importancia que tiene la administración de vitamina k en sus hijos.

Se recomienda la administración IM de 1 mg de vitamina K como primera opción por sus mejores garantías de cumplimiento y de acción preventiva. Aún así, los padres están en el derecho de elegir la vía oral como otra forma de administración.