La importancia de la exploración en la patología mamaria


Victoria Pallarés Arnal, Marta Benito Vielba, Ligia Gil Melgosa, Cristina Luna Álvarez, Verónica Gómez García, Marta Castellá Segarra

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La patología mamaria es un motivo de consulta común entre la población femenina. En la mayoría de ocasiones, el motivo de consulta es la aparición de un bulto en la mama que, en un 80% de casos, resulta patología benigna.

Los pacientes con síntomas mamarios precisan una correcta anamnesis para recopilar información sobre el motivo de consulta, antecedentes personales y familiares.

Gracias a que las mamas son muy accesibles a la exploración sus manifestaciones clínicas suelen ser fáciles de detectar por profesionales cualificados. En la exploración se precisa un estudio de la mama pero también de axilas y fosas supraclaviculares. Para realizar un estudio adecuado y completo y para facilitar la interpretación de nuestros hallazgos por parte de otros profesionales dividimos la mama en 4 cuadrantes y en la conjunción de los mismos. Para describir la posible lesión, informamos sobre numero, características y localización.

La exploración consta de la inspección y la palpación:
• Inspección: Se busca asimetría, retracción, edema y eritema. La paciente adopta distinas posturas para que la exploración sea lo más completa posible: sentada y de frente con los brazos en aducción, posteriormente en abducción y finalmente con los brazos “en jarras” haciendo fuerza de aducción.

• Palpación: se realiza una descripción detallada de los hallazgos que incluye: localización de la lesión, tamaño, consistencia, forma, movilidad y sensibilidad al tacto. Al igual que durante la inspección también se pide a la paciente que adopte distintas posiciones. Con la paciente sentada se explora con el pulpejo de los dedos comprimiendo la mama hacia la pared torácica primero de forma suave y a continuación de forma más firme.
Posteriormente, la cola de Spencer y las fosas axilares, asi como las fosas supraclaviculares. Con la paciente en decúbito supino y los brazos en abducción, palpación superficial y profunda de todos los cuadrantes. Finalizar con la expresión de los pezones para detectar secreciones.

Los hallazgos que más frecuentemente se encuentran son nódulos, procesos inflamatorios/infecciosos y secreciones a través del pezón. En la mayoría de casos las exploración aunque nos proporciona importante información es inespecífica y debe complementarse con una prueba de imagen: mamografía, ecografía y, en algunas ocasiones, resonancia magnética nuclear.

Dentro de la patología mamaria, podemos dividir 2 grandes grupos: la patología mamaria maligna en la se incluirán tanto los tumores primarios como los tumores con metástasis en la mama y la patología benigna, grupo muy heterogéneo en la que destacan: tumores benignos, procesos inflamatorios, trastornos funcionales… De todas ellas, los cuadros por los que más se acude al servicio de urgencias son la mastitis puerperal y el nódulo mamario.

En el caso de la mastitis, a la exploración nos encontramos con un área de mayor o menor tamaño de la mama (puede incluso incluir la mama por completo) tumefacta, edematosa, caliente y muy dolorosa a la palpación. En estos casos, el tratamiento antibiótico debe iniciarse inmediatamente e ir acompañado de tratamiento analgésico, antiinflamatorio y antipirético.

En caso de un nódulo, la exploración nos aporta información valiosa aunque inespecífica del tipo de nódulo que estamos estudiando. Lesiones bien delimitadas, de consistencia elástica, superficie lisa, móviles y dolorosas, por lo general, resultan patología benigna. Por el contrario, lesiones mal delimitadas, de consistencia pétrea, adheridos a planos profundos o a piel y no dolorosas nos orientaran hacia patología maligna.

En cuanto al tipo de prueba de imagen que utilizar para complementar el estudio tendremos en cuenta lo siguiente:
• Mamografía: cuando se desea descartar en primer lugar patología maligna.
• Ecografía: cuando la sospecha de patología benigna es alta, en mujeres por debajo de los 35 años y en aquellas que presenten una mamografía normal hace menos de 1 año.
• Resonancia magnética nuclear: se reserva para casos más específicos como mujeres portadoras de prótesis mamaria o pacientes con riesgo hereditario de cáncer de mama.

La patología mamaria tanto benigna como maligna es cada vez mas prevalente en nuestra población por lo que es necesario un manejo sistematizado y una colaboración estrecha entre personal de atención primaria, urgencias, especialistas y enfermería.

AUTORES

Victoria Pallarés Arnal, Marta Benito Vielba, Ligia Gil Melgosa, Cristina Luna Álvarez, Verónica Gómez García, Marta Castellá Segarra.

FEA Ginecología y Obstetricia Hospital de Barbastro. Huesca