Entre urólogos es de uso común el término “doble J” pero realmente, ¿saben los pacientes lo que es un doble J? El doble J es un tipo de catéter muy utilizado en urología, todas las semanas en nuestro hospital se ponen catéteres de este tipo y muchos de los pacientes que ingresan en nuestra planta de hospitalización llevan uno.
Para entender lo que es un catéter doble J debemos conocer la anatomía del aparato urinario: los riñones, fabricantes de orina, están divididos en tres cálices que desembocan en un espacio común: la pelvis renal. Esta pelvis renal recoge toda la orina fabricada por ese riñón y la conduce a través de un fino conducto (el uréter) hasta la vejiga, donde se almacenará hasta que tengamos la suficiente cantidad como para originar una contracción (que se traduce en ganas de orinar) y eliminarla por la uretra al exterior.
Un doble J es un catéter que pone en comunicación la pelvis renal con la vejiga, asegurando el paso de la orina en caso de que exista alguna obstrucción al flujo a cualquier nivel del uréter. Se denomina “doble J” porque sus dos extremos se rizan formando una especie de letra J que le permite fijarse a la pelvis renal y que no caiga a la vejiga.
Indicaciones de poner un catéter doble J
• Cólico renal acompañado de fiebre u otros signos de infección.
• Cólico que no responde al tratamiento analgésico.
• Obstrucción por una litiasis de gran tamaño no expulsable.
• Obstrucción en pacientes con un solo riñón.
• Obstrucción del uréter por inflamación o tumor del mismo, o por estructuras anatómicas adyacentes
• Tras intervenciones quirúrgicas del uréter, o previo a litotricia (ondas de choque para fragmentar las litiasis) en litiasis de gran tamaño.
¿Cómo se pone?
Para colocar este tipo de catéter es necesario entrar a quirófano y hacerlo bajo sedación. Una vez dormido, los urólogos entrarán hasta su vejiga a través de la uretra con un instrumento (cistoscopio) dotado de una cámara y un canal de trabajo. Una vez dentro de su vejiga, localizarán los orificios de desembocadura de los uréteres e introducirán a través de ellos el/los catéteres según si su indicación requiere cateterización uni o bilateral. Esta operación es controlada a través de rayos X, que permiten al cirujano ver en todo momento en qué lugar de su anatomía se encuentra.
¿Qué tengo que hacer si me han puesto un doble J?
Puede hacer una vida completamente normal
con el catéter puesto, no debería notarlo. Sin embargo, en algunos pacientes puede producir molestias del tipo:
• Escozor o disconfort al orinar: el extremo inferior del catéter se encuentra localizado en la vejiga, pudiendo rozar sus paredes y causar síntomas irritativos.
• Sangre en la orina: debería ser escasa, sin embargo una gota de sangre puede teñir una gran cantidad de orina.
• Sensación de urgencia por orinar: debida a la irritación de la vejiga, puede que ésta se contraiga y le resulte difícil aguantar las ganas de orinar.
• Molestias lumbares por la presencia del catéter: más común al hacer ejercicio.
• Cólico renal: en ocasiones, con la vejiga muy llena, la orina -en lugar de seguir su camino natural desde el riñón hacia la vejiga- ocurre al contrario: se produce un reflujo de orina hacia el riñón que puede causarle dolor cólico, que cede al realizar la micción.
• Infección: este reflujo de orina hacia arriba puede favorecer que se produzca una infección en el riñón (pielonefritis).
Pasado un tiempo y tratada su patología, el catéter se puede retirar con anestesia local sin necesidad de volver a entrar a quirófano en un procedimiento sencillo. Si usted tiene que llevar el catéter durante más tiempo, se lo cambiarán por un catéter nuevo cada 5-6 meses en quirófano igual que la primera vez.