Me van a realizar una PAAF de tiroides, ¿qué es?


Rosana Urdániz Borque. Médico Interno Residente de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. Sara Urdániz Borque. Médico Interno Residente de Geriatría. Hospital del Mar de Barcelona.

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Se llama PAAF de tiroides, por sus siglas de Punción-Aspiración con Aguja Fina, al procedimiento que consiste en extraer material celular de un nódulo de tiroides mediante su punción, para estudiar si es maligno.

Pero antes de eso, aclaremos qué es la tiroides y qué es un nódulo tiroideo.

La tiroides es una pequeña glándula, en forma de mariposa, situada en la parte delantera del cuello. Es la encargada de producir las hormonas tiroideas que se secretarán a la sangre, y llegarán así a todo el organismo para que funcione correctamente.

Un nódulo tiroideo es un crecimiento anormal de células tiroideas, configurando una lesión concreta distinguible en pruebas de imagen situado dentro de la glándula tiroidea. La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, pero es importante realizar una adecuada evaluación del mismo para descartar que se trate de una neoplasia maligna. No todos los nódulos tiroideos requieren la realización de una PAAF.

¿Qué precauciones hay que tener en cuenta antes de la PAAF?

La mayoría de la medicación tomada en domicilio no precisa modificaciones previas a la realización de la PAAF, salvo los anticoagulantes. Es importante comunicar al médico si está tomando anticoagulantes (o si padece alguna enfermedad de la sangre o la coagulación), ya que éstos pueden aumentar el riesgo de sangrado y favorecer que se obtenga material hemático en vez de celular, y por tanto, material no diagnóstico.

Los pacientes con antagonistas de la vitamina K (Sintrom®) suelen requerir valoración previa por hematología, ya que en muchos casos deberá ser modificado por heparina de bajo peso molecular 5-7 días antes de la prueba.  En pacientes con heparina de bajo peso molecular, se debe administrar la última dosis 24 h antes de la prueba. Los anticoagulantes orales directos inhibidores del factor Xa como rivaroxabán (Xarelto®), apixabán (Eliquis®), o de la trombina como dabigatrán (Pradaxa®) pueden mantenerse, pero es recomendable suspenderlos 24-48 h antes de la prueba si es posible. El tratamiento con ácido acetilsalicílico u otros antiagregantes no es preciso suspenderlo ante de la prueba.

Por otro lado, cabe destacar que no es necesario acudir a la prueba en ayunas.

¿Cómo se realiza la PAAF?

El procedimiento se suele realizar en la propia consulta y dura aproximadamente 15-20 minutos, incluyendo el tiempo de preparación.

Se realiza con el paciente acostado boca arriba, con la cabeza lo más inclinada hacia atrás posible, para que el cuello quede extendido. En ocasiones, para conseguir dicha postura, se coloca una almohada debajo de los hombros. Habitualmente la prueba se realiza con ayuda de un ecógrafo, para asegurar que la aguja se encuentra adecuadamente ubicada dentro del nódulo a puncionar.

Una vez localizado el nódulo en la ecografía, se introduce en él a través de la piel una aguja muy fina, y se realiza movimientos suaves para aspirar material; obtenido el material se sacará la aguja. Generalmente se realizan entre 2 y 4 pases (punciones) de cada nódulo para obtener material suficiente para el diagnóstico.

Durante este proceso, es importante no moverse ni hablar ni tragar saliva, para evitar el desplazamiento de la tiroides y evitar complicaciones.

El material obtenido se prepara en diversas muestras que serán estudiadas al microscopio por un anatomopatólogo.

¿Cuáles son los resultados posibles?

Los resultados citológicos, es decir, de las células obtenidas mediante la punción nos orientarán acerca de su riesgo de malignidad. Sin embargo, cabe destacar que al ser citología (muestra de células), se trata siempre de una estimación, no de un diagnóstico definitivo. El diagnóstico definitivo se obtendría al analizar la pieza quirúrgica de tiroides.

Los resultados se suelen según el sistema de Bethesda, que distingue seis categorías diferentes:

  • Categoría I: no diagnóstica o insatisfactoria, es decir, aquellas que no cuentan con material suficiente o de suficiente calidad. El riesgo estimado de malignidad es de un 5 – 10%.
  • Categoría II: benigna. El riesgo de malignidad es menor al 3%.
  • Categoría III: atipia de significado indeterminado o lesión folicular de significado indeterminado. Se trata de aquellas muestras en los que no queda claro si se trata de un nódulo benigno o maligno, ya que presentan características de ambos grupos. En estos casos, se estimaba un riesgo de malignidad del 6-18%, aunque en estudios recientes se ha objetivado que puede llegar hasta al 30%.
  • Categoría IV: neoplasia folicular o sospecha de neoplasia folicular, con un riesgo de malignidad estimado en un 10-40%.
  • Categoría V: lesión sospechosa de malignidad. Implica un riesgo de malignidad del 45-60%
  • Categoría VI: maligna. El riesgo de malignidad es cercano al 100%.

 

En función del resultado citológico, que suele tardar unas semanas, su médico le explicará cuál será el manejo terapéutico a seguir.