Mi madre se ha roto la cadera, ¿qué esperar durante el ingreso?


Carlos Sanz García. MIR Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario de Navarra. Jon Marti Ayerdi. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario de Navarra

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Durante nuestra guardia de Traumatología una de las consultas más frecuentes son las fracturas de cadera. Una gran parte de los ingresos diarios suponen pacientes con fracturas de cadera que precisan de tratamiento quirúrgico. En primer lugar, el paciente será valorado por el servicio de Urgencias que estudia el motivo de la caída, si ha sido una caída fortuita o si por el contrario la caída se ha debido a un mareo o síncope, pérdida de consciencia y tras este primer paso, nosotros, el servicio de Traumatología entramos en el proceso.

En general las fracturas de cadera tienen lugar en pacientes jóvenes por traumatismos de alta energía (accidentes de tráfico o caídas) o en pacientes mayores por traumatismos de baja energía (caídas andando o del sillón). Las fracturas de cadera son más frecuentes en mujeres pues que la mineralización ósea es menor en el sexo femenino a partir de la menopausia. En este artículo analizaremos el curso del paciente mayor desde que ingresa por Urgencias hasta que es dado de alta del hospital.

Valoración inicial

Tras preguntar cómo ha sucedido la caída y una exploración física, registraremos más datos acerca del paciente, en cuanto a la necesidad de bastón o andador para caminar, la medicación que toma habitualmente, enfermedades importantes, en dónde vive, y si se vale por sí mismo en el día a día.
A pesar de que los traumatólogos somos los que asumimos el ingreso y somos las caras visibles en el momento del ingreso, no trabajamos solos puesto que hay un equipo transdisciplinar detrás que atiende al paciente durante todos los días que el paciente permanece ingresado.
Por el tipo de fractura que presente el paciente se podrán clasificar a grandes rasgos en fracturas que tengan que ser fijadas con clavos endomedulares o que haya que sustituir por una prótesis de cadera. Existen más opciones de tratamiento para el manejo de estas fracturas, pero estos son los dos tratamientos más frecuentes.

Atención transdisciplinar

Una vez que el que el paciente ingrese en la planta estará vigilado por el equipo de Enfermería y Auxiliares de Enfermería que se encargarán de curas, medicación, aseo y avisarnos en el caso de que sea necesaria nuestra valoración. Además, el equipo de Medicina Interna/Geriatría (según la edad) controlará las posibles complicaciones que puedan surgir a raíz de la fractura en sí o de la cirugía. Cada vez es más frecuente que el paciente tome anticoagulantes (Sintrom, Xarelto, Eliquis…) o antiagregantes (Clopidogrel, Adiro, Trifusal) y que necesite de una espera (1 a 3 días) hasta que estos fármacos no estén circulantes en la sangre, para ello contaremos con la ayuda del Servicio de Hematología que se encargan de suspender y reintroducir este tipo de fármacos.
El servicio de Anestesia juega un papel importante tanto en quirófano como en la valoración previa del paciente teniendo en cuenta tanto los fármacos que toman como las enfermedades para seleccionar el tipo de anestesia más segura.
Una vez que el paciente ha sido operado y se encuentra con un buen control del dolor y no han surgido complicaciones, comenzamos a movilizar al paciente enseñando diversos ejercicios, sentándole en el sillón e incluso dar algunos pasos con ayuda de andador. En este momento del proceso es cuando el servicio de Rehabilitación y fisioterapeutas ayudan al paciente en el gimnasio y en la planta.
Las fracturas de cadera en pacientes añosos y frágiles suponen una agresión fuerte al equilibro con el que se maneja el paciente hasta la fecha. En términos populares son pacientes “cogidos con pinzas” y que cuando se produce la fractura, se descompensan el resto de sistemas del cuerpo humano. Hasta el momento se podían desenvolver para hacer su vida tranquila y rutinaria, pero a raíz de la fractura de cadera pueden aparecer diversas complicaciones tales como neumonía, íleo paralítico, anemia, insuficiencia renal e incluso pueden llegar a fallecer al no poder hacer frente a esta agresión a pesar de que hagamos lo posible para que esto no suceda.

Alta y recuperación

Si no surgen complicaciones y el paciente se encuentra estable y con el dolor controlado, se plantea el alta ya sea a su propio domicilio o a una residencia, en general el tiempo medio de estancia es de unos 5-7 días según el día de ingreso y si toma anticoagulantes. El equipo de Trabajo Social estudiará el caso y la necesidad de ayudas en casa o de residencias temporales.

La fractura de cadera no está resuelta del todo cuando el paciente se va de alta, puesto que la recuperación suele necesitar varias semanas e incluso meses, para ver esta mejoría progresiva revisaremos al paciente en consultas externas.
La atención al paciente con fractura de cadera supone el trabajo compenetrado de muchos profesionales durante el ingreso y cada parte involucrada es crucial en que el paciente sea tratado de la mejor forma posible y más eficiente.