Los recursos sanitarios no siempre están lo suficientemente cerca y el tiempo hasta su llegada es fundamental para el paciente, convirtiéndose el alertante en el primer interviniente. Por eso, es útil saber las cosas más básicas para poder ayudar al paciente mientras esperamos a la ambulancia.
Síncope
Se define como un episodio transitorio de pérdida de conciencia que sucede de forma brusca debido a un descenso del flujo sanguíneo al cerebro.
Lo primero, comprobar que el paciente respira. Si es así, colóquelo de medio lado (posición lateral de seguridad). Aflojar la ropa que le pueda oprimir. Habitualmente, el paciente se encontrará parcialmente o totalmente recuperado al llegar el recurso sanitario.
Cuerpo extraño en las vías aéreas
Se denomina atragantamiento a la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, provocando un cuadro repentino de asfixia, que si no se resuelve, da lugar a una pérdida de conciencia, seguida de una parada cardiorrespiratoria.
Animar a la persona atragantada a toser y observar si expulsa el cuerpo extraño. No debe darle agua, pues puede aumentar la tos y producir una broncoaspiración.
Si esto no es efectivo, dar 5 palmadas fuertes en la espalada entre las dos escápulas. Si las palmadas no son eficaces, colocar el puño cerrado 4 dedos por encima de su ombligo, justo en la línea media del abdomen. Colocar la otra mano sobre el puño. Reclinarlo hacia adelante y efectuar una presión abdominal centrada hacia adentro y hacia arriba, a fin de presionar (de 6 a 8 veces) el diafragma (maniobra de Heimlich). Esta maniobra se realizará tantas veces como sea necesario, o hasta que el paciente quede inconsciente. En ese caso inicie maniobras de compresión centrotorácica.
Convulsiones
Es la contracción y distensión repetida y temblorosa de uno o varios músculos de forma brusca y violenta.
Retirar los objetos cercanos para evitar que la víctima se autolesione. Aflojar la ropa que le pueda oprimir. Nunca meter los dedos en la boca; los músculos masticadores son muy fuertes. Cuando las convulsiones se detengan, colocar a la víctima en posición lateral de seguridad para evitar una aspiración del vómito.
Intoxicación
Se produce cuando un tóxico penetra en el organismo por exposición, ingestión o inhalación en cantidad suficiente como para causar un daño.
Si la intoxicación se produce por ingesta, no se debe inducir nunca el vómito. La sustancia ingerida puede causar aún más daño al subir por el esófago. En caso de inhalación de una sustancia irritante, debe alejarse del lugar inmediatamente. Por último, si se produce un contacto directo de un tóxico con la piel o mucosas, lavar abundantemente con agua sin usar jabones, metiendo la zona expuesta debajo de un grifo. Llevar el tóxico al hospital si es posible para que los médicos puedan aplicar el mejor tratamiento.
Quemaduras
Es una lesión de los tejidos producida por la acción del calor, productos químicos corrosivos, electricidad o radiación.
La primera medida a realizar es eliminar la causa de la quemadura: apagar las llamas, retirar el producto químico del contacto con la piel…, todo ello para disminuir la agresión térmica. Enfriar la superficie quemada. Inmediatamente, colocar el área quemada bajo un chorro de agua fría en abundancia. La presión del agua debe ser débil para no dañar la herida. No sumergir al paciente en un baño de agua fría; esto puede provocar hipotermia. Para proteger la superficie de infecciones se puede cubrir la lesión con gasas estériles humedecidas en agua, si se dispone de ellas.
Herida profunda
Es una pérdida de la integridad de la piel u otros tejidos. Puede ser superficial o profunda. Cuando más profunda, más grande o sucia sea la herida, mayor será el cuidado que requerirá.
La principal medida ante una herida profunda es controlar el sangrado. Aplicar presión directamente sobre la herida. Si no es efectivo, colocar un vendaje elástico encima de la herida, y eleve la extremidad. En caso de objeto enclavado no intentar nunca extraerlo.