Monitorización clínica en paciente crítico


María Marín Ibáñez. Enfermera del Centro de Salud de Mosqueruela. Teruel. Mª Carmen Sánchez Sánchez. Enfermera del Centro de Salud de Mosqueruela. Teruel. Natalia Menéndez Rillo. Administrativa del Centro de Salud de Mosqueruela. Teruel.

Print Friendly, PDF & Email
La monitorización clínica de un paciente es crucial. Tratamos con personas y, por tanto, toda información que obtengamos de una prueba complementaria o de cualquier sistema de registro o de monitorización debemos ponerla en el contexto de una persona. Si los datos obtenidos no nos cuadran con la situación de la persona, debemos preguntarnos si los datos están obtenidos de forma correcta o hemos realizado algún error a la hora de obtenerlos. Con los pacientes críticos, dada su gravedad y que suelen llevar múltiples tratamientos de soporte, es especialmente fácil cometer errores a la hora de realizar ciertas determinaciones, pues es fácil que alguno de estos tratamientos altere artificialmente algún resultado.

Herramientas para realizar una evaluación clínica de un paciente con alteraciones hemodinámicas

  • Aspecto general del paciente: un paciente pálido, sudoroso e intranquilo, sugiere que el paciente presenta alguna alteración.
  • Tiempo de llenado capilar: podemos valorar la perfusión periférica mediante el tiempo de llenado capilar, llevamos un dedo del paciente a nivel de la aurícula derecha y apretamos durante 5 segundo el lecho ungueal. Si recupera el color normal en menos de 2 segundos, la prueba es normal y, por tanto, la perfusión periférica es normal. Sin embargo, si tarda más de 2 segundos en recuperar el color previo, indica que la perfusión periférica del paciente es mala.
  • Temperatura en sus extremidades: palpar al paciente y sentir la temperatura en sus extremidades, si están frías, indica que el paciente tiene hipoperfusión periférica y, por tanto, puede tener un problema en su circulación.
  • Presión arterial: es un signo muy típico y cuando un paciente presenta hipotensión arterial lo detectamos fácilmente y damos la voz de alarma en seguida. Sin embargo, la presencia de una taquicardia sinusal súbita, es un indicador que algo le está pasando al paciente y debemos prestarle atención. Por tanto, un paciente que de forma súbita presenta una taquicardia sinusal hay que valorarlo inmediatamente.
  • Taquipnea: los pacientes con compromiso hemodinámico grave pueden presentar taquipnea (para compensar la acidosis metabólica provocada por el compromiso hemodinámico) e incluso presentar niveles de SpO2 bajos en la pulsioximetría o incluso indetectables, debido al escaso flujo sanguíneo periférico que tiene el paciente que provoca que el pulsioxímetro no sea capaz de detectar la SpO2 o el flujo sanguíneo correctamente.
  • Pulsos, si palpamos los pulsos:
    • Radiales: indica que tiene una presión arterial sistólica por encima de 80 mmHg.
    • Femorales: indica que tiene una presión arterial sistólica por encima de 60 mmHg.
    • Carotídeos: indica que tiene una presión arterial sistólica por encima de 50 mmHg.
  • Síntomas o signos, determinados síntomas o signos valorarán la perfusión de ciertos órganos:
    • Dolor torácico que pueda ser un síntoma de un síndrome coronario agudo.
    • Estado mental alterado como síntoma de hipoperfusión cerebral. Los pacientes cuando tienen la presión arterial muy baja presentan alteraciones del estado mental por falta de riego sanguíneo cerebral.
    • Débito urinario escaso o nulo. La oliguria o la anuria son signos de hipoperfusión renal.
    • Sangrados externos: valorar también posibles sangrados externos (esto incluye valorar los drenajes en aquellos pacientes que los lleven) y la pérdida de líquidos.