Picaduras de garrapata


Isabel Moreno Lucente.
Médico Especialista en Medicina Interna

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Las garrapatas son un parásito frecuente en nuestro medio. Éstas, que se comportan como “bichos chupasangre”, son capaces de transmitir numerosas enfermedades: tifus, enfermedad de Lyme, fiebre de las montañas rocosas, leishmaniasis…, aunque la mayoría de las picaduras no conllevarán ningún riesgo para el ser humano, es importante conocer que en ocasiones pueden desencadenar infecciones graves.

Las garrapatas (conocidas como familia Ixodoidea) son ácaros de gran tamaño. Se trata de los ácaros más grandes conocidos, aunque en el momento de su nacimiento midan menos de 3mm, emparentados con la familia de las arañas. Éstas se comportan como parásitos que hematófagos (que chupan la sangre) a sus huéspedes. Las garrapatas de la familia Ixodidae, también conocidas como garrapatas duras, atacan a numerosos mamíferos incluyendo el ser humano. Algunos de sus géneros son:

  • Amblyomma: se localiza generalmente en el ganado. Si ataca al ser humano puede provocar la ehrlichiosis humana.
  • Rhipicephalus: también la encontraremos en el ganado, pudiendo provocar en seres humanos enfermedades como la babesiosis o la anaplasmosis.
  • Dermacentor: se localiza sobre todo en el ganado vacuno, ovino y bobino; y es el género que generalmente ataca a los animales domésticos. En seres humanos provoca también anaplasmosis y la conocida Fiebre Q.
  • Ixodes: transmiten el virus de Powassan, la parálisis de la garrapata, Babesiosis, anaplasmosis y fiebre Q.

La picadura de garrapata

Las garrapatas, pasan de huésped a huésped, localizando lugares idóneos para fijarse. Una vez localizado un lugar adecuado, perforan la piel mediante sus colmillos y empiezan a succionar la sangre. Este tipo de parásitos pueden pasar largo tiempo adheridas a la piel del huésped, esto se debe a que segregan un cono de cemento alrededor de las mandíbulas que funciona como sistema de anclaje definitivo, de forma que pueda seguir alimentándose sin riesgo de caídas. Las garrapatas terminan soltándose del animal o humano, al que estén parasitando, una vez están llenas. Este proceso puede llegar a durar varios días.

Al mismo tiempo que se alimentan, las garrapatas inoculan bacterias o virus al torrente sanguíneo del hospedador, provocando desde pequeños abscesos locales hasta infecciones sistémicas. Es conocido que, además de toxinas y gérmenes, las garrapatas inoculan a través de la saliva sustancias con propiedades analgésicas; esto hace que en ocasiones puedan pasar días hasta que el hospedador detecta su presencia.

En el caso de picadura de garrapata lo más común es que no haya repercusión alguna para el ser humano; no obstante, deberemos sospechar infección cuando apreciemos:

  • Un área enrojecida (que puede llegar a los 5cm de diámetro) alrededor de la zona de la picadura.
  • Sarpullido o erupción cutánea generalizada tras la picadura.
  • Malestar general, sensación de estar enfermo (dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre…).

¿Cómo retirar una garrapata?

Una vez nos encontramos con una garrapata adherida a nuestra piel o a la de algún familiar, debemos retirarla lo antes posible. Lo ideal es retirarlas con unas pinzas, lo ideal es que tengan forma curvada, pero nos pueden funcionar las de cualquier tipo. Con las pinzas sujetaremos la garrapata por la zona de la mandíbula, lo más cerca de la piel que nos sea posible, y tiraremos con suavidad.

Debemos olvidarnos de las viejas tradiciones que recomendaban quemarlas, utilizar alcohol, vaselina, aceites o esmaltes de uñas… los productos que crean una película alrededor de la garrapata evitan que esta respire, de manera que se produce mayor regurgitación de sangre y con ello mayor flujo de agentes infecciosos al huésped. Algo que nunca debemos hacer es retirarlas con los dedos aplastando el cuerpo, ya que esto garantiza inocular grandes cantidades de gérmenes.

Tras retirar la garrapata:

  • Lavaremos la zona muy bien.
  • Aplicaremos un antiséptico tópico.
  • Tomaremos un antihistamínico, sobre todo si la zona de la picadura está hinchada o tiene un halo rojizo a su alrededor.
  • Consultaremos con un profesional médico si procede.

Enfermedades transmitidas por garrapatas y cómo evitarlas

Existen un gran número de enfermedades causadas por este tipo de parásitos: Tularemia, Enfemedad de Lyme, Tifus, Fiebre de las Montañas Rocosas, Tularemia… las picaduras de garrapata se producen fundamentalmente cuando realizamos excursiones al aire libre, especialmente en zonas de tránsito habitual de ganado.

Como consejos para prevenir las molestas picaduras y así sus posibles complicaciones, recomendamos:

  • Caminar siempre por el centro del camino: el roce continuado con arbustos o hierbas, o la incursión en zonas poco transitadas aumenta el riesgo de picadura.
  • Llevar ropa de color claro, de manera que sea más sencillo distinguir una posible garrapata sobre la ropa.
  • Utilizar manga larga y meter los bajos de los pantalones dentro de las zapatillas o botas.
  • Evitar sentarse en el suelo o en tocones de árboles, especialmente en zonas boscosas y alejadas del sendero principal.
  • Utilizar repelente de insectos con DEET.