La sociedad actual y los cambios culturales acontecidos en las últimas décadas han condicionado que las mujeres cada vez retrasen más la decisión de ser madres. Sin embargo, la edad es el factor fundamental que condiciona la posibilidad de lograr una gestación.
Se estima que más de un millón de personas en nuestro país tiene problemas de fertilidad y, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad un 15% de las parejas acuden a un centro de reproducción asistida para tratar de conseguir un embarazo.
La fertilidad de la mujer tiene una duración limitada y desciende de forma muy marcada a partir de los 35 años, tanto en número como en la calidad de los óvulos.
¿Qué indicaciones tiene la preservación de la fertilidad?
En primer lugar, la preservación de la fertilidad puede plantearse en mujeres que desean posponer el momento de ser madres. En estos casos se recomienda hacerlo antes de los 35 años de edad para obtener óvulos de la mejor calidad que puedan dar más garantías de una gestación en el futuro. Si una mujer decide preservar o congelar sus óvulos cuando estos son “jóvenes”, en el momento en el que decida que desea tener un bebé podrá utilizar estos óvulos y así tener las mismas probabilidades de embarazo que hubiera tenido en el momento de la preservación.
Por otra parte, la preservación de óvulos también es de gran utilidad en mujeres con cáncer que precisan tratamientos médicos como la quimioterapia que pueden afectar de forma importante su reserva ovárica. En estos casos se realiza la vitrificación de ovocitos antes de comenzar el tratamiento para el cáncer con el objetivo de que puedan conseguir un embarazo en el futuro una vez superada la enfermedad.
¿Cómo se realiza?
La preservación de la fertilidad es una técnica sencilla que comienza con una estimulación ovárica al inicio del ciclo menstrual. La duración de esta fase es de unos 10 a 12 días y consiste en la administración de hormonas para estimular el desarrollo de múltiples folículos en cada ovario que contendrán en su interior los óvulos.
Durante la estimulación se realiza un seguimiento mediante ecografía y analíticas y cuando el número y el tamaño de los óvulos son los adecuados, se administra una nueva hormona que induce la ovulación. Tras 36 horas se programa la punción para extracción de los óvulos que se realiza en quirófano bajo sedación, por lo que la paciente no siente ninguna molestia. El procedimiento dura unos 15-20 minutos y consiste en acceder a los ovarios a través de la vagina mediante ecografía y aspirar los óvulos e introducirlos en unos tubos donde se vitrificarán en nitrógeno líquido a -196ºC para su conservación hasta que la paciente quiera utilizarlos en el momento que decida ser madre.
¿Cuánto tiempo pueden conservarse congelados?
La conservación de ovocitos es tan estable que no existe un tiempo limitado tras el cual deban ser usados, lo que permite a cada mujer decidir el momento exacto en el que desea intentar quedarse embarazada.
¿Cuál es el mejor momento para realizarla?
El momento ideal sería antes de los 35 años ya que tras esa edad la calidad de los óvulos desciende de manera importante, lo que disminuye las tasas de éxito. A partir de los 38 años se podría realizar, pero no es lo ideal ya que las tasas de embarazo descienden de manera importante.
¿La preservación de la fertilidad garantiza un futuro embarazo?
La preservación de la fertilidad no permite garantizar un embarazo en el futuro pero sí brinda a las pacientes la oportunidad de intentar un tratamiento de fecundación in vitro con las mismas probabilidades que hubieran tenido en el momento en el que congelaron los óvulos. El pronóstico reproductivo dependerá de la calidad y del número de óvulos que se consigan tras la estimulación ovárica.
¿El hombre puede preservar su fertilidad?
SÍ. La preservación de la fertilidad en el hombre consiste en la congelación del semen a -196ºC para que conserve la misma calidad que en el momento que se congeló.
Para poder contar con una muestra de calidad en el momento de ser usada lo más importante es que en el momento de congelarla cumpla con los criterios deseados. Una vez crioconservada, la muestra se mantiene intacta, sin perder calidad, hasta que se precise usarla.
La muestra de semen se obtiene mediante masturbación en un bote estéril. Se realiza un análisis inicial de la muestra para conocer su calidad y las expectativas tras la congelación.
La congelación de semen además de para posponer la paternidad también puede estar indicada igual que en las mujeres por motivos médicos. Los pacientes oncológicos que van a someterse a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia pueden ver afectada su calidad seminal, por lo que se aconseja que, si en un futuro el paciente quiere ser padre, congele previamente una muestra de semen para poder contar con más opciones en el futuro.
AUTORES:
Marta Benito Vielba, Ligia Gil Melgosa, Verónica Gómez García, Cristina Luna Álvarez,
Victoria Pallarés Arnal y Marta Castellà Segarra.
Facultativos especialistas de Ginecología y Obstetricia. Hospital de Barbastro. Huesca