El prolapso de órganos pélvicos es una condición frecuente, especialmente en mujeres que han pasado por embarazos, partos o la menopausia. Aunque puede causar incomodidad y afectar la calidad de vida, hoy en día existen tratamientos eficaces y mínimamente invasivos, como la colposacropexia laparoscópica o robótica, que ofrecen resultados duraderos y una recuperación más rápida.
¿Qué es el prolapso de órganos pélvicos?
Es el descenso de uno o más órganos internos del suelo pélvico hacia la vagina debido al debilitamiento o daño de los músculos y ligamentos que los sostienen. Estos órganos pueden incluir:
- Útero o cúpula vaginal (en mujeres que ya no tienen útero)
- Vejiga (cistocele)
- Recto (rectocele)
- Intestino delgado (enterocele)
Este problema afecta a alrededor del 40% de las mujeres mayores de 50 años, aunque no todas presentan síntomas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden variar según el tipo y grado de prolapso, pero incluyen:
- Sensación de presión o bulto en la vagina
- Dolor o incomodidad al estar de pie o al final del día
- Dificultad para vaciar la vejiga o el intestino
- Incontinencia urinaria o fecal
- Dolor durante las relaciones sexuales
¿Cuáles son las causas?
- Partos vaginales, especialmente múltiples o difíciles
- Menopausia (disminución del estrógeno)
- Cirugías previas ginecológicas (como histerectomía)
- Estreñimiento crónico
- Obesidad
- Levantamiento de peso frecuente
- Factores genéticos (debilidad del tejido conectivo)
Tratamientos disponibles
El tratamiento dependerá del grado de prolapso, los síntomas y las preferencias de la paciente. Las opciones incluyen:
Tratamientos conservadores (para casos leves o moderados)
- Ejercicios de Kegel y fisioterapia del suelo pélvico
- Pesarios vaginales: dispositivos de silicona que se colocan dentro de la vagina para sostener los órganos. Son una buena opción para mujeres que no desean o no pueden operarse.
Tratamientos quirúrgicos
Para los casos más avanzados o cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, se recurre a la cirugía. Existen varias técnicas, pero una de las más efectivas es la colposacropexia laparoscópica o robótica.
La colposacropexia es una cirugía diseñada para restaurar la anatomía normal del suelo pélvico, reubicando los órganos prolapsados en su lugar natural y fijándolos a una estructura sólida del cuerpo, el sacro (una parte del hueso de la pelvis).
¿Cómo se realiza?
- Se coloca una malla quirúrgica, por vía abdominal, desde la vagina (o el cuello uterino, si la paciente aún conserva el útero) y el recto hasta el sacro.
- La malla actúa como soporte, evitando que los órganos vuelvan a descender.
- La cirugía puede hacerse por vía abierta, si bien las técnicas laparoscópica u robótica permiten una cirugía menos invasiva, con cicatrices más pequeñas, menor dolor postoperatorio, menor sangrado, menor riesgo de complicaciones y mejores resultados.
¿A quién se recomienda?
- Mujeres con prolapso grave o de varios órganos simultáneos
- Pacientes jóvenes o sexualmente activas que desean una solución duradera
- Mujeres que han tenido fallos en cirugías previas o no toleran el uso de pesarios
¿Cómo es el postoperatorio?
Es una técnica poco agresiva, por lo que generalmente requiere ingreso de sólo 1-2 días, con posibilidad de recuperar la actividad física leve en pocos días, debiendo evitar esfuerzos abdominales y relaciones sexuales las primeras 4–6 semanas.
Conclusión
El prolapso de órganos pélvicos es una condición común, con una sintomatología variable. Existen tratamientos efectivos que permiten recuperar la calidad de vida y la actividad sexual. La colposacropexia laparoscópica o robótica es una de las opciones quirúrgicas más modernas y eficaces, con resultados comprobados y mínimas molestias postoperatorias.
AUTORES
Mónica Sanz del Pozo, Ángel García de Jalón Martínez, Raquel Espílez Ortiz, José Manuel Sánchez Zalabardo. Adjuntos.
Pedro Gil Martínez. Jefe de Servicio.
Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet.


