La capsulitis adhesiva, también llamada hombro congelado o periartritis escapulo humeral, es una inflamación crónica del tejido conectivo que rodea la articulación del hombro. La cápsula articular se engrosa y fibrosa y por ello disminuye su flexibilidad provocando rigidez y dolor. Afecta al 2% de la población siendo más frecuente entre los 40 y 65 años y más propenso el sexo femenino.
La presencia de capsulitis en un hombro aumenta el riesgo de desarrollarla en el hombro contralateral hasta un 34%.
Causas
La causa es inespecífica, aunque hay factores que podrían generar más riesgo de presentar esta patología como:
• Diabetes: la capsulitis es más frecuente en diabéticos y afecta al 10-20% de pacientes con esta patología.
• Tiroides: algunos médicos asocian el hombro congelado con el híper o hipotiroidismo.
Inmovilización: un periodo de inmovilización, ya sea por una fractura o por otras causas, puede hacer que se desarrolle el hombro congelado.
• Inflamación: la creación de adherencias y fibrosis parece causada por la inflamación.
Signos y síntomas
Lo más frecuente es el dolor sordo que empeora por las noches, y la falta de movilidad tanto activa como pasiva. La rigidez puede impedir movimientos como peinarse o abrocharse el sujetador.
Etapas
Estos síntomas suelen variar dependiendo de la fase en la que se encuentre.
• Fase de congelamiento o etapa dolorosa: el dolor es intenso tanto en reposo como en movimiento. Es más importante en los últimos grados de movimiento y por la noche, pudiendo impedir el sueño. Debido a este dolor, el brazo empieza a no utilizarse y disminuye la movilidad. Esta etapa dura entre 3 a 9 meses.
• Fase de congelado o etapa adhesiva: el dolor disminuye pero la rigidez continúa y hace difícil las actividades de la vida diaria. Hay más limitación en las rotaciones. Dura aproximadamente de 4 a 6 meses.
• Fase de descongelado o etapa de recuperación: en esta etapa la rigidez va disminuyendo lentamente y se va recuperando movilidad y fuerza progresivamente. La recuperación es espontanea pero incompleta. Puede durar de 6 meses a 2 años.
Tratamiento
EL tratamiento puede incluir fisioterapia, antiinflamatorios no esteroideos, infiltraciones de corticoides, manipulación bajo anestesia, cirugía etc. El objetivo de tratamiento dependerá de la etapa en la que se encuentre la enfermedad.
• Tratamiento conservador. En el primer periodo hay que luchar contra el dolor. Para ello será bueno unos masajes descontracturantes de la musculatura peri articular del hombro, movilizaciones pasivas de hombro… También el fisioterapeuta puede enseñar una serie de ejercicios suaves para que el paciente pueda ir recuperando la movilidad participando activamente en su tratamiento. Además nos pueden servir como apoyo ciertas técnicas electroterápicas que ayudan a disminuir el dolor. Si éste es muy intenso, la terapia con hielo puede ser de ayuda. El médico además puede pautar antiinflamatorios.
En el periodo de rigidez hay que insistir en la movilización pasiva y activo asistida. Si se va ganando movilidad se podrá empezar a fortalecer algunos músculos para mantener la movilidad ganada.
En el último periodo se hará más hincapié en ganar fuerza y propiocepción para que los movimientos sean más coordinados y se gane la total funcionalidad del hombro.
• Manipulación bajo anestesia. En algunos casos si no se ha recuperado la movilidad y ha pasado bastante tiempo, el médico puede pautar, consensuando con el paciente, una manipulación bajo anestesia. Es una manipulación rápida que hace que la articulación se mueva más de lo que hasta ahora se conseguía sin anestesia. Con ello se pretende estirar y romper las adherencias de la cápsula de la articulación.
Aunque es una patología larga y bastante incapacitante el pronóstico suele ser favorable. Dentro de los tratamientos nombrados anteriormente, la fisioterapia y los ejercicios son dos herramientas seguras para el tratamiento de esta patología.