La esquizofrenia es un síndrome que se caracteriza por perturbaciones de la percepción, pensamiento, afecto, lenguaje, voluntad y relaciones sociales. Esto conlleva un problema no solo para el enfermo sino para la familia.
¿Quiénes sufren la enfermedad?
Afecta a hombres y mujeres en la misma proporción; si bien los síntomas en las mujeres aparecen más tarde.
La edad de inicio suele situarse entre los 18 y los 30 años de edad. Afecta a hombres y mujeres en la misma proporción; si bien los síntomas en las mujeres aparecen más tarde.
¿Cuáles son sus síntomas?
Es una enfermedad difícil de delimitar por su heterogeneidad aunque hay algunos síntomas comunes agrupados en “positivos” y “negativos”. Las personas que sufren la enfermedad normalmente tienen una mezcla de los dos.
Síntomas llamados positivos:
- Trastorno del pensamiento: Los pensamientos “saltan” de un tópico a otro. Esto es una dificultad para pensar con claridad.
- Delirios: Creencias o pensamientos falsos, sin base en la realidad.
- Alucinaciones: Ver, oír o sentir sensaciones que no son reales.
Síntomas llamados negativos:
- Afecto embotado (o sin interés): Incapacidad de reaccionar afectivamente hacia otras personas. La persona con esquizofrenia no muestra sentimientos o emociones.
- Abulia: Falta de espontaneidad o iniciativa.
- Anhedonia: Falta de placer o interés en las actividades que una vez fueron placenteras.
- Déficit de la atención: Problemas con la concentración mental.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico depende de la eliminación de otras causas que aparecer síntomas parecidos a los de la esquizofrenia (tales como el consumo de drogas, tumores cerebrales ó disfunciones tiroideas). Por ello se hace tanto un exhaustivo historial médico como examen físico, así como pruebas de laboratorio.
¿Qué causa la esquizofrenia?
La mayor parte de los estudios indican un vínculo genético y un patrón familiar. Se apunta a causas multifactoriales que además de factores genéticos incluirían también otros del tipo ambientales, socioculturales y psicoanalícos.
Tratamiento
La esquizofrenia es tratada comúnmente con fármacos antipsicóticos, siendo a veces necesaria la hospitalización durante la fase aguda ó cuando el paciente representa un peligro para sí mismo ó para los demás.
El objetivo del tratamiento es reducir los síntomas durante la fase aguda y prevenir las recaídas. Hoy en día, no hay cura definitiva para la esquizofrenia.
- Los medicamentos antipsicóticos son muy efectivos para controlar los síntomas de la esquizofrenia. Estas medicaciones, que aparecieron en los años cincuenta, han hecho posible una impresionante diferencia en el tratamiento de la esquizofrenia. Debido a que el uso de algunos de este grupo de medicamentos causó problemas significativos en el pasado, es posible que el paciente o sus familiares se opongan a ellos, sin embargo, los beneficios de la medicación superan los efectos negativos. Comprender la importancia de la medicación para el control de la esquizofrenia es básico para los pacientes, las familias y la comunidad.
- La psicoterapia individual puede ayudar a la persona con esquizofrenia a diferenciar lo real de lo irreal, a afrontar el estrés, a entrenar técnicas de autocontrol.
- La terapia de grupo puede ayudar a que las personas con esquizofrenia aprendan formas de comportamiento y de relación con otras personas.
- Los grupos de autoayuda distribuyen información, orientan y ayudan a los pacientes y a sus familiares a entender que otras personas comparten los mismos problemas.
- Los grupos psicoeducativos familiares pueden ser de gran ayuda, ya que los miembros de la familia tienen un papel activo en el cuidado de la persona con esquizofrenia. Es importante que la familia entienda lo que es la enfermedad y su tratamiento.