La fractura de húmero es una enfermedad traumática encontrada con relativa frecuencia en los servicios de urgencias. Se asocia principalmente a ancianos asociada a osteoporosis y a jóvenes debido a traumatismos de alta energía causados por ejercicio de fuerte impacto o accidentes de tráfico. Esta fractura se puede reconocer porque produce mucho dolor que empeora al tratar de mover el brazo, inflamación en el hombro, crepitación, en ocasiones hematoma óseo y también puede haber deformidad del brazo o de la muñeca.
Es fundamental acudir a un especialista médico tan pronto como sea posible, ya que el diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales para evitar posteriores complicaciones como lesiones en nervios o vasos sanguíneos.
Hasta llegar al servicio de urgencias más cercano es conveniente inmovilizar el brazo afectado. El método más corriente en caso de fractura de húmero es la inmovilización con cabestrillo. Consiste en doblar cuidadosamente el brazo lesionado y sostenerlo frente al cuerpo, quedando el dedo pulgar (dedo gordo) apuntando hacia arriba. El codo deberá quedar en un ángulo de 90 grados más o menos. Y ayudará a mantenerlo en esa posición cualquier material tipo pañuelo o correa acolchada anudada sobre el hombro no afectado. La postura corporal también es importante si se lleva cabestrillo por fractura de humero, no solo para que el brazo y el hombro no sufran sino también para que el resto del cuerpo no se vea afectado. De pie, mantener la espalda recta y los hombros hacia atrás intentando mantener la columna vertebral alineada. Sentado, apoyarse correctamente en el respaldo con los pies en el suelo evitando encorvarse.