Que no te engañen ¿Crees que la alimentación es importante para la salud?


Raúl Martínez Lacruz. Dietista-Nutricionista. Nº Colegiado ARAOO225

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Probablemente si esta pregunta formara parte de una encuesta que se realizara a toda la población española, la inmensa mayoría respondería con un rotundo sí.

La alimentación está presente en cada uno de nuestros días y, además, está de moda y es un tema recurrente entre las conversaciones de la gente. Por no hablar de la dieta. Pero no la dieta entendida como el conjunto de sustancias que regularmente se ingieren como alimento, sino entendiendo la dieta como un proceso transitorio en el tiempo, generalmente corto y, sobre todo, con el cual vas a conseguir tus objetivos rápidamente, y una vez finalizada podrás volver a tu anterior dieta y nada cambiará. Craso error.

“Dietas milagro”

Son múltiples este tipo de dietas, conocidas como “dietas milagro”. A continuación, se enumeran las principales características para que puedas reconocerlas y no llevarlas a cabo. Por favor. Tu salud está en juego.
• Algunas de ellas requieren la compra de ciertos productos o suplementos nutricionales.
• Hacen una clasificación de alimentos buenos y malos.
• Prometen resultados rápidos.
• Sirven para toda la población.
• A veces, desgraciadamente, hasta hay detrás de ellas profesionales de la salud.
• Usan imágenes del antes y el después y testimonios de personas que la han llevado a cabo.

Mitos sobre alimentación

Al igual que las dietas milagro, también existen múltiples mitos sobre la alimentación que se propagan como la pólvora entre la población y algunos de ellos incluso se instauran como auténticas leyes. Veamos brevemente algunos de ellos:
1. “Hay que comer de todo, pero con moderación”. No es necesario comer de todos los alimentos existentes, igual que hay alimentos que convendría no comer precisamente con mucha moderación, como son las frutas y las verduras que tienen que ser el pilar de la dieta. Cada uno de los alimentos o grupos de alimentos tiene una frecuencia de consumo. Incluso en ese “todo” se podrían incluir “alimentos” como ultra procesados o bollería, perfectamente prescindibles dentro de una dieta sana.
2. “La dieta vegetariana es incompleta”. La dieta vegetariana puede ser igual de sana que una dieta omnívora, igual que una dieta vegetariana puede ser igual de insana que una dieta omnívora. Y en ambas afirmaciones se puede sustituir también vegetariana por vegana.
3. “Los huevos suben el colesterol y hay que tomar 2-3 por semana”. Actualmente una persona carente de patologías podría tomar hasta un huevo diario.
4. “Las personas con diabetes no pueden tomar plátano, uva o melón porque tienen más azúcar”. Mito este muy extendido entre la población y también por parte del personal sanitario. No existe ninguna evidencia científica actualmente de que esto sea así, y tal y como es hoy en día la alimentación de la población española, no parece lo más recomendable restringir precisamente el consumo de frutas.
5. “Si no se toman suplementos vitamínicos no se llegan a cubrir las necesidades nutricionales”. En ningún caso se puede llevar a cabo este consejo al conjunto de la población. Generalmente, si la dieta es adecuada se cubren perfectamente todos los requerimientos de micronutrientes. Además, se corre el riesgo de toxicidad en el caso de algunos de ellos si se toman en exceso.
La nutrición es una ciencia, y como tal, evoluciona con el tiempo, por lo que quizás dentro de unos meses o años el raciocinio de estos mitos puede ser muy diferente al actual. De ahí la importancia de que la población tenga al alcance fuentes de información veraces y fiables.
Desde mi punto de vista, la educación alimentaria sería una de las asignaturas pendientes en este país y muy necesaria para que la población tenga los recursos adecuados para poder gestionar todos los posibles bulos ofrecidos por los diferentes “embaucadores nutricionales” que existen actualmente en nuestro país.
Y la conclusión tras analizar lo importante que sería la alimentación para la salud, y la gran cantidad de información nutricional falsa que actualmente hay al alcance de la población, sería ¿por qué los dietistas-nutricionistas todavía no están integrados en el sistema sanitario público?