Síndrome de Down y visión


Dori Callejo

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La evaluación en pacientes con síndrome de Down es similar a la evaluación de cualquier persona que no pertenezca a este grupo, teniendo en cuenta que:
• Es importante establecer una buena comunicación para conseguir las respuestas que queremos de las pruebas.
• Elegir los test dependiendo del grado de colaboración.
• Existen una serie de alteraciones o patologías más comunes.
Las alteraciones más frecuentes en los pacientes con síndrome de Down son:
Conjuntivitis: inflamación de la conjuntiva que se manifiesta con sensación de picor o escozor.
Blefaritis: es una afección frecuente, se caracteriza por la inflamación y descamación del borde de los párpados. Es muy importante la limpieza a menudo del borde palpebral.
Queratocono: deformación de la córnea.
Cataratas: opacificación del cristalino que disminuye la agudeza visual. En los niños, la pupila aparece blanquecina.
Nistagmo: movimiento oscilatorio e involuntario de los ojos que normalmente afecta a ambos.
Miopía, hipermetropía, astigmatismo.
Es importante evaluar la visión próxima a los niños con Síndrome de Down, pues existe un problema acomodativo o de enfoque en estos pacientes similar a la vista cansada (necesitan otra graduación para cerca).
Muchos pacientes mejoran la visión con filtros, pues son muy sensibles al exceso de luz.
La inclinación del párpado puede ocasionar una presión mecánica que provoque el astigmatismo.
• Estrabismo: es una condición donde uno o los dos ojos están torcidos, para dentro, fuera, arriba, o abajo.
En el caso de adaptar gafas, es muy importante que queden centradas y cerca de los ojos. Es necesario acudir a la óptica con regularidad para ajustarlas.
La detección y tratamiento de los problemas visuales va a permitir que la persona aprenda más y mejor, que las tareas las realice con menos esfuerzo. En definitiva, que tenga una mejor calidad de vida.