Se refiere al conjunto de signos y síntomas que se producen como consecuencia de la compresión del paquete neurovascular formado por el plexo braquial y la arteria y vena subclavias a su paso por la primera costilla, clavícula y los músculos escalenos. También se le conoce como síndrome del estrecho toracobraquial, del escaleno anterior o de la primera costilla.
¿Cuáles son las causas?
*Factores predisponentes: son factores estructurales. Estas alteraciones anatómicas pueden ser:
• Óseas: a nivel de la primera costilla, tales como agenesia del arco anterior, presencia de costilla cervical, hipertrofia de tubérculo de Lisfranc.
• Musculares: tales como fusión de fibras del escaleno anterior con el tejido perinervioso (que rodea el plexo), contracturas musculares (principalmente en escaleno anterior, pectoral menor y subclavio), o desequilibrio de fuerzas entre grupos musculares
*Factores desencadenantes: son factores dinámicos que alteran la actitud postural correcta de esta región corporal.
• Elevación de brazo por encima de la cabeza.
• Transporte de carga con brazos a lo largo del cuerpo.
• Posturas mantenidas durante largos periodos de tiempo (conductores) o nadadores.
• Hombros caídos.
• Patrón respiratorio costal superior, sobrecargando los escalenos y disminuyendo el trabajo diafragmático.
¿Cómo se manifiesta?
La clínica con la que suele debutar este síndrome es sensación de pesadez en miembro superior y cuello y parestesias. Los signos y síntomas que aparezcan van a depender de la alteración anatómica existente. Podemos dividirlos en dos grandes grupos:
*Neurológicos: son los más frecuentes predominando los sensitivos. Suele aparecer dolor intermitente en la zona supraclavicular irradiándose hacia el antebrazo y la mano, provocando en ocasiones hormigueo en la misma. Ocasionalmente aparece déficit motor en los músculos intrínsecos de la mano.
*Vasculares: sensación de pesadez, edema episódico en mano y coloración cianótica debido a dilataciones venosas superficiales. Otras manifestaciones menores son enfriamiento y sensación de peso muerto.
Estos síntomas tienen predominancia matutina e incluso pueden llegar a despertar al paciente.
Existen una serie de pruebas exploratorias por medio de las cuales podemos reproducir los síntomas que el paciente describe. Para ello se ponen en compromiso, mediante posiciones concretas, los distintos espacios por los que transcurre el paquete vasculo-nervioso.
¿Cuál es el enfoque terapéutico?
El tratamiento fisioterápico ante esta patología suele centrarse, principalmente en tres campos de actuación que son:
• La reeducación del patrón respiratorio: potenciando una correcta respiración diafragmática, evitando así la elevación de las costillas superiores y la sobre-activación de los escalenos.
• Corrección de anomalías posturales: consiguiendo una buena actitud postural de la región cervical. Para ello, por medio del ejercicio terapéutico se fomentará la flexibilidad cervical y la fuerza de la musculatura de la zona. La educación sanitaria juega un papel importante en este punto, informando de las actividades nocivas y fomentando una buena higiene postural en el traslado de cargas.
• Óptima dinámica de la cintura escapulo-humeral: haciendo hincapié en la estabilidad escapulotorácica.
Aparte de ello será necesario valorar aquellos músculos que se presenten contracturados, debido a su sobre utilización, y relajarlos y estirarlos correctamente.