Síndrome premenstrual


Ilka Stefanova, DUE. Servicio Urgencias Extrahospitalarias. UVI-Móvil Parque de Bomberos Trinitarios. Laura Sánchez Iñigo. Médico de Familia. Urgencias. Hospital García Orcoyen

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Una gran mayoría de mujeres experimentan en su edad fértil síntomas (cambios físicos y psíquicos) los días previos a la menstruación. La intensidad de estos síntomas es variable. En ocasiones son apenas perceptibles y en otras son tan intensos que causan malestar o en casos extremos pueden llegar a ser incapacitantes e interferir con el estilo de vida. Esta serie de cambios característicos se pueden englobar en un síndrome y nos referimos a él como síndrome premenstrual.

Se da con mayor frecuencia en mujeres entre los 30 y los 40 años, que hayan tenido un hijo, con antecedentes personales o familiares de depresión o de depresión posparto. Se calcula que un 80% de las mujeres en España tienen este síndrome, y es una causa de incapacidad laboral, generando un elevado coste social y económico.

Causas

Se desconoce la causa exacta del síndrome premenstrual, pero varios factores podrían contribuir:
• Los cambios cíclicos en las hormonas. Los signos y síntomas del síndrome premenstrual cambian con las fluctuaciones hormonales y desaparecen durante el embarazo y la menopausia.
• Cambios en las sustancias químicas en el cerebro. Las fluctuaciones de serotonina, una sustancia química en el cerebro que se cree que tiene una función fundamental en los estados anímicos, podría desencadenar los síntomas del síndrome premenstrual. Las cantidades insuficientes de serotonina podrían contribuir a la depresión premenstrual, tanto como a la fatiga, los antojos de alimentos y problemas de sueño. Algunas mujeres con síndrome premenstrual grave tienen depresión no diagnosticada, aunque la depresión sola no provoca todos los síntomas.

Síntomas

Los síntomas suelen repetirse en un patrón predecible. Empiezan entre una y dos semanas antes del periodo menstrual y desaparecen de forma gradual con su comienzo. Se agrupan en dos tipos: síntomas somáticos (o físicos) y síntomas psicológicos (o conductuales) Los más frecuentes son :
• Síntomas somáticos: Dolor de cabeza, dolor articular o muscular, fatiga, aumento de peso relacionado con la retención de líquidos, hinchazón abdominal e hipersensibilidad en las mamas.
• Síntomas psicológicos: Tensión o ansiedad, estado anímico depresivo, episodios de llanto, cambios de humor e irritabilidad o ira, cambios en el apetito y antojos de alimentos, dificultad para dormir y concentración deficiente.

Diagnóstico

El diagnostico es clínico con los síntomas referidos por la paciente. Además, el patrón de síntomas debe estar presente durante más de doce meses y debe ser lo suficientemente intenso para interferir con las actividades de la vida diaria y la función.

Consejos para lidiar con el síndrome premenstrual:

Se incluyen medidas generales y tratamiento farmacológico que pueden ayudar a mejorar los síntomas.
1. Comer de forma saludable. Limitar la sal para reducir la hinchazón y retención de líquidos. Tomar mucha fruta, verdura y cereales integrales. Evitar la cafeína y el alcohol. Tomar suficiente calcio (lácteos, legumbres, frutos secos, brócoli, espinacas…).
2. Realizar ejercicio de forma regular. Realizar al menos 30 minutos de ejercicio al día, como caminar, montar en bicicleta, nadar, patinar, bailar…. durante 4 o 5 días de la semana. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la salud en general y los síntomas del síndrome premenstrual como la fatiga y el estado de ánimo deprimido.
3. Reducir tu estrés. Dormir lo suficiente, Aprender a relajarte. Puedes probar ejercicios de respiración, relajación progresiva… Esto puede ayudarte a controlar los dolores de cabeza, ansiedad, problemas de insomnio.
El yoga también puede ser un buen ejercicio para controlar el estrés y ansiedad.
4. Farmacológico. Cuando con las medidas anteriores no es suficiente para paliar los síntomas, se puede requerir tratamiento farmacológico, pautado de manera individual en su centro de salud o centro de atención a la mujer, e incluye un tratamiento sintomático (antiinflamatorios, analgésicos), hormonal (anticonceptivos), y antidepresivos.