El cáncer testicular es un tumor poco frecuente, que se presenta aproximadamente en 3 de cada 100.000 varones. Representa el 1-1.5% de los tumores presentes en el sexo masculino, siendo su máxima frecuencia a los 30 -40 años.
Sus factores de riesgo son la criptorquidia (el no descenso del testículo desde la cavidad abdominal a la bolsa escrotal), incluso si se ha realizado una cirugía para corregir este defecto, antecedentes de padres o hermanos con tumor de testículo e infertilidad, entre otros
Es una enfermedad que habitualmente aparece como una masa indolora. También se puede presentar como un aumento o disminución del tamaño del testículo. Más difícilmente puede debutar con sensación de pesadez o dolor de testículo, dolor de espalda, de ingle, baja de peso y aumento del tamaño mamario.
Autoexploración
Para realizar una adecuada autoexploración se debe comprimir el testículo y enrollarlo suavemente entre los dedos índice y pulgar, intentando palpar en busca de cualquier bulto en la superficie. Asimismo, se debe observar si el testículo ha experimentado algún cambio de tamaño o dureza, comparándolo con el autoexamen anterior. Si se nota algún bulto, hinchazón o llaga, no quiere decir que tenga un cáncer de testículo; pero sí que debe consultar a su especialista para conocer la razón de esta circunstancia.
Para completar el estudio debe realizarse una ecografía escrotal como opción de primera línea, una RNM escrotal en caso de duda diagnóstica y una analítica de sangre que incluya marcadores tumorales, que son proteínas sintetizadas por las células tumorales, como la alfa feto proteína, la hCG, LDH y PLAP que nos servirán tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la enfermedad y monitorización de su tratamiento. La ausencia de niveles elevados de estas, no excluye la presencia de tumor.
Para estudiar si existe tumor fuera del testículo, deberá realizarse una radiografía de tórax y un TAC abdomino-pélvico y en algunos casos, deberá completarse el estudio con TAC cerebral.
Clasificación
El 90% de los tumores de testículo corresponden a tumores de células germinales (células que producen los espermatozoides), los cuales a su vez se pueden dividir en:
•Seminomas, corresponden al 40%,afectan a hombres entre 40 y 49 años,están formados por células de crecimiento lento, por lo que al diagnóstico la mayoría se encuentra confinada en el testículo. Expresan en un 5% el marcador hCG y nunca expresan alfa feto proteína , a diferencia de los tumores no seminomatosos
•No seminomas, afectan a varones entre 30 y 39 años, están formados por células de crecimiento más rápido y a su vez se subdividen en:
• Carcinomaembrionario: es el tipo más común
• Coriocarcinoma: es el tipo mas agresivo
• Teratoma
• Tumor del saco vitelino
• Tecoma/Fibroma
Tratamiento
El tratamiento va a depender de la extensión tumoral (tumor confinado sólo al testículo, ganglios, o a órganos distantes, como al pulmón,hígado y huesos,entre otros).
En todos los casos se realiza la extracción del testículo afectado por el tumor a través de una incisión en la ingle,procedimiento llamado orquiectomía inguinal radical, con posterior colocación de una prótesis (para fines estéticos) si el paciente así lo solicita.
La muestra se envía a anatomía patológica,con lo cual se confirmará el diagnóstico y se clasificará el tumor (seminoma, no seminoma, otros tipos).
• En caso de seminoma confinado al testículo, posterior a la orquiectomía, hay varias opciones de tratamiento:
Vigilancia: Recomendada sólo para aquellos pacientes de bajo riesgo (es decir aquellos en los cuales el tumor no invada vasos sanguíneos ni linfáticos) y en aquellos que puedan realizarse un seguimiento estricto. La vigilancia consiste en examen físico, analíticas de sangre que incluya marcadores tumorales y rx tórax.
En estos pacientes, aproximadamente el 15-20% presentará recidiva del tumor, que puede ser tratada con quimio o radioterapia de rescate.
Quimioterapia: Indicada si no es un paciente de bajo riesgo o no puede seguir una vigilancia estricta. Se reducen las recidivas tumorales al 1-3% con 2 ciclos de carboplatino.
Radioterapia: Debido a que las células seminomatosas son muy susceptibles a la radiación, se pueden utilizar dosis bajas de esta, en general por aproximadamente 10 a 15 tratamientos (suministrados durante 2 a 3 semanas) a nivel de los ganglios linfáticos paraaórticos (en la parte trasera del abdomen)
• En el caso de los tumores no seminomatosos confinados al testículo, posterior a la orquiectomía, también existen varias opciones.
Vigilancia: Indicada asimismo en pacientes de bajo riesgo y candidatos a seguimiento estricto. Posterior a la orquiectomía, sin otro tratamiento complementario se presenta recidiva tumoral en aproximadamente 30% de los pacientes, la que puede ser tratada con 2 ciclos de quimioterapia de rescate. Si a pesar de ello se produce recidiva tumoral, se pueden realizar 3 a 4 ciclos más, y si a pesar de ello, se produce una nueva recidiva, se opta por linfadenectomía retroperitoneal.
Quimioterapia: Indicada si no cumple criterios de bajo riesgo,si no se puede realizar un seguimiento estricto o si el paciente no quiere arriesgarse a la vigilancia. Se indican 2 ciclos de bleomicina,etopósido y cisplatino y si hay recidiva con este tratamiento, se realiza 3 a 4 ciclos de quimioterapia, y linfadenectomía retroperitoneal si existe recidiva a pesar de la quimioterapia.
Linfadenectomía retroperitoneal: Es una alternativa a la quimioterapia. El riesgo de recidiva con esta cirugía es del 7% aproximadamente, mayor que con la quimioterapia.
Tiene las desventajas de una cirugía mayor con sus posibles complicaciones, incluyendo la posibilidad de la pérdida de la capacidad para eyacular normalmente. Después de la disección del ganglio linfático retroperitoneal, si se encuentra cáncer en los ganglios, se deben realizar 2 ciclos de quimioterapia.
• En el caso de que el tumor testicular esté extendido más allá del testículo (ganglios, metástasis a distancia) hay que valorar, después de la orquidectomía, la necesidad de quimioterapia sistémica con o sin cirugía de rescate posterior, radioterapia o linfadenectomía retroperitoneal, dependiendo de la extensión e histología del tumor.
Seguimiento
Seminoma: Exámen físico y marcadores tumorales cada 4 meses los dos primeros años, cada 6 meses el 3º y 4º año, y anualmente a partir de entonces
Rx tórax y TAC abdomen y pelvis cada 6 meses los 2 primeros años, y anualmente a partir de entonces.
No Seminoma: Exámen físico y marcadores tumorales cada 3 meses los 2 primeros años, cada 6 meses el 3º y 4º año y anualmente a partir de entonces
Rx tórax y TAC abdomen y pelvis cada 6 meses los 2 primeros años, y anualmente a partir de entonces.