Dr. Felipe Luis Rivas
Director Médico
Nº Coleg. 31000227
No es ningún secreto que actualmente la expectativa de vida ha aumentado y cada vez vivimos más años, aunque lo realmente importante es que podamos tener una buena calidad de vida; calidad que tiene un importante componente en nuestra boca y en las funciones relacionadas con este importante órgano, como son hablar, comer, sonreír, comunicarnos, relacionarnos, etc.
Con el paso de los años es común que aparezcan problemas en la boca como son las caries, la inflamación de las encías, la enfermedad periodontal (piorrea), la pérdida parcial o total de las piezas dentales, el desgaste a veces excesivo de los dientes, etc. que pueden condicionar en diferente grado el desarrollo normal de nuestra vida, convirtiéndonos en inválidos orales parciales o totales.
Un inválido oral es aquella persona que debido al deterioro o pérdida de piezas dentales ve disminuida o alterada las funciones básicas de masticación, deglución, comunicación, incluso se ve afectada la autoestima. En un momento de la vida en el que muchos pacientes están en uso pleno de facultades, con una salud general bastante buena, pero que como comentamos su salud oral puede no acompañar el resto de su salud general.
Afortunadamente el saneamiento, el reemplazo de piezas dentales perdidas y en general la rehabilitación oral, es posible, gracias a técnicas sencillas y procedimientos predecibles que ayudan a devolver el nivel de salud oral adecuado.
Procedimientos como los implantes dentales, las prótesis fijas con coronas y puentes, además de devolver a las bocas sus funciones
normales, mejoran también la estética, la fonación, la masticación y deglución de los alimentos. Aspecto bastante importante este último para la adecuada nutrición y metabolismo, en una etapa de la vida en la que nuestro cuerpo debe cuidarse, no solo con la calidad y selección de los alimentos, sino con la importancia de que estos lleguen adecuadamente al tracto digestivo.
La incorporación de los tac dentales, los escáneres intraorales y extraorales, el diseño y fabricación por cad-cam de las piezas dentales, o la incorporación de la sedación en la realización de los procedimientos dentales, son algunas de las aportaciones que las nuevas tecnologías aportan a los tratamientos y hacen que los resultados sean bastante predecibles, mínimamente invasivos y en definitiva ayudan a vivir unas experiencias positivas en el dentista.
En conclusión, la edad no es una disculpa para no poder disfrutar de una buena salud oral, con una adecuada función masticatoria, estéticamente agradable y que aporte un importante componente a la calidad de vida de los pacientes.