El pan ha sido un alimento, tradicionalmente, de gran consumo en nuestro país. Sin embargo, a partir de los años 70-80 se inicia un acentuado descenso en su consumo, motivado según los expertos, por varias causas.
Entre ellas cabe destacar el aumento del poder adquisitivo de las familias con el consiguiente abandono de un alimento asociado a niveles económicos más bajos.
La saturación de su consumo durante épocas de escasez alimentaria en las que la dieta era sumamente monótona.
La idea generalizada, errónea por otra parte, de que el pan nos hace engordar. Esta idea está motivada, en gran medida, por el diseño de dietas, poco o nada profesionales, en las que se prohíbe su consumo.
¿Por qué es falso que el pan nos hace engordar mucho?
Los ingredientes básicos del pan son: harina, agua, sal y levadura. Además de estos, puede llevar otros componentes complementarios como cereales, lácteos, etc. Estos ingredientes principalmente contienen hidratos de carbono, que aportan kilocalorías, una medida de la energía que contienen. En las denominadas tablas de composición, aparecen listados del contenido nutricional de 100 g de alimento crudo. Y en estas listas se puede comprobar que el contenido calórico del pan es unas 250 Kcal/100 g. Si pensamos que una rebanada de pan de 2 dedos de anchura pesa unos 20 g, este fragmento de pan tendrá unas 50 Kcal., una cantidad relativamente baja dentro de una dieta de 1900 a 2300 Kcal. diarias. Además, es preferible el consumo de cereales integrales (aquellos que conservan su cáscara exterior, donde se encuentran principalmente los minerales, vitaminas y fibra que contiene el cereal) y estos cereales, entre ellos la harina, poseen un poder saciante mayor debido al contenido en fibra alimentaria.
¿Por qué se retira el pan de numerosas dietas hipocalóricas?
El motivo fundamental no se debe, como hemos visto anteriormente, al contenido de calorías que aporta, sino a los acompañamientos con los que se suele asociar. Bien para untar salsas, casi siempre grasas, bien en forma de bocadillo con relleno de embutido, queso o paté, estos productos sí son mucho más calóricos.
¿Es necesario el pan en la dieta diaria?
La pirámide equilibrada de la alimentación es una representación gráfica de la frecuencia con que debemos tomar los distintos grupos de alimentos. En esta pirámide, el grupo de los cereales, al que pertenece el pan, se encuentra en la base junto con arroz, pasta, cereales de desayuno, patata, etc. por lo que su consumo debe ser diario. Según la SENC, Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, se recomienda un consumo de 4 a 6 raciones de cereales al día y una ración de pan pesa aproximadamente entre 40-60 gramos. Por supuesto que hay que contar todos los cereales diarios dentro de estas cifras aconsejadas, pero el pan es un peso pesado dentro de la alimentación. Por lo tanto y como conclusión, podemos resumir que la mayor parte de los mitos negativos acerca del consumo del pan son erróneos. Asimismo, la comunidad científica cada vez está más de acuerdo en el beneficio de incrementar los alimentos de origen vegetal que no poseen grasas saturadas ni otros componentes negativos asociados y los productos integrales que aumenten el contenido de fibra de la dieta. Una asociación que está presente en el pan, además de ser una delicia para el paladar.